Evite melanomas y otro tipo de cáncer | El Nuevo Siglo
Martes, 3 de Noviembre de 2015

EL MELANOMA es el tipo más grave de cáncer de piel y se desarrolla en las células llamadas melanocitos que producen melanina, o pigmento que da el color al cutis. A pesar de no ser clara la causa exacta de todos los melanomas, se sabe que la exposición a los rayos ultravioletas (UV) y a la radiación proveniente de la luz solar o de las lámparas y camas de bronceado, aumenta el riesgo de sufrir la enfermedad.

 

La cantidad de casos de melanoma han aumentado drásticamente en los últimos 30 años, sobre todo en las mujeres de edad media. Dicho aumento podría tener vinculación con el mayor uso de camas de bronceado durante los años 80, cuando muchas de ellas que ahora tienen entre 40 y 50 años eran adolescentes. 

 

Cuando el melanoma pasa desapercibido y se disemina, puede ser muy difícil de tratar; pero si se lo detecta pronto, generalmente es curable. Esa es la razón por la que es tan importante conocer la propia piel e informar al dermatólogo de inmediato sobre cualquier cambio, especialmente cuando uno se expuso mucho a camas de bronceado en el pasado. Habitúese a revisar su piel una vez al mes, y en particular, vigile la aparición de lunares nuevos que antes no existían.   

 

Por otro lado, aprenda también el ABC del cáncer de piel e informe sobre cualquiera de esas cosas al dermatólogo:

·         La letra A corresponde a asimetría: la mitad del lunar tiene apariencia diferente a la otra.

·         La letra B corresponde a bordes: los bordes del lunar son irregulares, dentados o serrados.

·         La letra C corresponde a color: el color de un lunar es diferente en una zona que en las demás; concretamente, si un lunar muestra los colores rojo, blanco y azul de la bandera estadounidense, eso podría ser un cambio inquietante.

 

Es también importante observar el tamaño del lunar. Si el diámetro de un lunar excede de 635 milímetros (un cuarto de pulgada) o tiene aproximadamente el tamaño del borrador de un lápiz, hágalo revisar. De igual manera, revise un lunar si presenta algún cambio en su tamaño, forma, color o altura, y si se desarrollan síntomas tales como sangrado, comezón o sensibilidad.

 

Además, tenga presente que aparte del melanoma hay otros tipos de cáncer de piel, tales como el carcinoma baso celular y el carcinoma de células escamosas. Estos tipos de cáncer tienden a lucir como manchas escamosas de color rosa o rojo en la piel, que no desaparecen por sí solas.

 

A pesar de que la revisión anual realizada por el dermatólogo posiblemente sea breve, es fundamental para detectar pronto este tipo de cáncer. Los dermatólogos se especializan en los trastornos de la piel y generalmente pueden ver rápido cualquier zona problemática. Eso es particularmente cierto después de la primera evaluación d, cuya duración puede ser mayor a la de otras visitas de seguimiento.

 

Obviamente, la prevención es clave. Por ello, proteja su piel al máximo posible y siempre que pueda, evite exponerse al sol en la mitad del día, cuando los rayos ultravioletas son más fuertes. Si sale al aire libre, sea cual sea la estación del año, aplíquese bastante protector solar y vuelva a aplicarlo con frecuencia. El factor de protección solar o FPS del protector solar debe ser de por lo menos 30. Nunca se exponga a luces ni camas de bronceado porque éstas aumentan drásticamente la posibilidad de desarrollar melanoma.