Desde hace 108 años, los Reyes Magos llegan cada 6 de enero a la parroquia Nuestra Señora de Belén, ubicada en el barrio Egipto (La Candelaria).
El templo está ubicado en el barrio de La Candelaria, al pie de los santuarios de Monserrate y Guadalupe y muy cerca del santuario Nuestra Señora de La Peña, los cuales congregan semanalmente a miles de católicos. Este año, el encuentro será del 7 al 9 de enero.
El evento central será la representación teatral de la llegada de los Reyes Magos a Belén, con una nutrida parrilla musical que estará compuesta por artistas nacionales, distritales y locales.
De acuerdo con Ángela María Quiroga, alcaldesa local de La Candelaria, este año la fiesta se celebrará con una programación de lujo, así como con actividades recreativas y deportivas para que los ciudadanos mantengan vivas las tradiciones.
“Se tendrá una amplia oferta artística, gastronómica; con los mejores sabores y saberes ancestrales de nuestra comunidad y escenarios deportivos típicos del altiplano cundiboyacense, a través de los cuales se reflejan nuestras riquezas culturales no solo de nuestra bella localidad, sino en todo el Distrito Capital”, señaló Ángela María Quiroga.
Reyes de carne y hueso
Se trata de una representación religiosa que se conmemora hace más de un siglo, y es una de las festividades más antiguas de Bogotá y, quizás, una de las más emblemáticas, puesto que reúne a miles de personas de todos los estratos y rincones de la ciudad.
La fiesta de Reyes Magos y Epifanía revive las tradiciones populares de la capital colombiana; su origen tiene un carácter costumbrista y profano, derivado de las expresiones europeas e indígenas que se entremezclan en tres días de celebración.
De acuerdo con la alcaldía de La Candelaria, la festividad reúne una variada muestra gastronómica y la bebida insignia de la región cundiboyacense: la chicha, a través de las cuales se reflejan los sabores ancestrales y la riqueza creativa de las comunidades. Cada plato típico tiene la capacidad de transportar a los comensales a los orígenes, historia y singularidad de nuestro país.
El ambiente es un fiel retrato de la cultura colombiana, en el que se rescatan juegos tradicionales como la rana, tejo, trompo, campeonato de banquitas, la vara de premios, entre otros, los cuales buscan exaltar los pasatiempos que se practicaban hace más de 100 años.
Tradición centenaria
Esta manifestación cultural en la que convergen los elementos religiosos, sociales y comunales cada año seduce a miles de visitantes. Una tradición que se ha mantenido vigente a pesar del paso del tiempo, constituyéndose como punto de referencia para conocer más de la cultura e identidad bogotana.
Algunos vecinos del barrio Egipto afirman que es la fiesta más antigua de Bogotá porque se ha celebrado sin interrupciones desde hace 105 años para conmemorar la Epifanía del Señor. Desde entonces, Melchor, Gaspar y Baltasar llegan a honrar al Niño Jesús, en medio de una gran celebración que se ha ido fortaleciendo y transformando con el pasar del tiempo.
De acuerdo con el sacerdote Víctor Hugo Claros, párroco del lugar, “inicialmente la festividad se llamaba Nuestra Señora del Destierro y Huida a Egipto y luego le dieron el nombre de la Fiesta de Reyes”.
Explica que al principio, cuando el templo era una ermita, era una fiesta patronal a la que acudían los devotos de la Virgen María, bajo la advocación de la Virgen del Destierro a Egipto, a rezar su novena. Poco a poco fue creciendo y se convirtió en una tradición, a la que asisten miles de bogotanos, no solo los habitantes de la zona sino de otras partes de la ciudad.
De acuerdo con los registros históricos, las fiestas se remontan al siglo XVIII, cuando con una representación teatral se rememoraba la Adoración de los Reyes Magos al Niño Jesús. Se dice que a su vez esta era una costumbre española de la época medieval, en la que el fervor religioso también se manifestaba a través de montajes teatrales sobre la vida de Jesús.
Actualmente, el acto central de la celebración sigue siendo la recreación de este pasaje bíblico, a cargo de habitantes del barrio que hacen de actores voluntarios y congregan a cientos de personas, en este sector ubicado al pie de los cerros orientales de la capital colombiana.
- Le puede interesar: No deje de visitar “Historias del Diseño Gráfico en Colombia”
Las fiestas recibieron gran impulso hacia 1882, cuando el entonces arzobispo de Bogotá erigió la parroquia que tendría como patrona mayor a la Santísima Virgen y como patrona menor a Santa Orosia. Hoy siguen teniendo importancia religiosa pero esta se ha mezclado con el componente artístico, gastronómico y recreativo, hasta el punto que las celebraciones fueron declaradas patrimonio cultural de Bogotá en el año 2005.
Este año, en la fiesta de Egipto participarán agrupaciones como: Mevanawy, Desmanes, Corraleros de Colombia, Territorio Tropical, Rocko, Kevin Leyva, Spartrap, Sentimiento Andino, Tigre Mariposa, Ricardo Morales, Premature Amputation, Sin Ausencia, Mauricio Milagros, Pandilla del Río Bravo, Banda Carranga, entre otros artistas, cerrando las tres noches de festividades con la hermosa y talentosa cantante de música popular Kari Castillo, el “Galán del Vallenato” Penchy Castro, la aclamada Orquesta La 33 y la famosa agrupación merenguera Rikarena.
De igual manera, la ciudadanía tendrá la oportunidad de probar bebidas ancestrales como la chicha, el guarapo, entre otras, elaboradas con productos orgánicos provenientes de la sabana. Además, los asistentes podrán conocer las buenas prácticas en sus procesos de elaboración y fermentación, así como el deleite de su diversidad. Cada comida transportará a los asistentes a lo mejor de los orígenes e historia colombiana.
Recomendaciones para ingresar a la fiesta
No ingresar cinturones de chapa y hebilla, paraguas de acero, bicicletas o cualquier tipo de medio de transporte que se categorice como “alternativo”, bebidas alcohólicas y coches para bebés.
Después de las 5:00 p.m. no se recomienda la presencia de niños y niñas en el evento.
Cuidar los objetos personales.
No asistir en estado avanzado de embarazo.
Vestir ropa cómoda.