Hallan los dos mayores agujeros del universo | El Nuevo Siglo
Lunes, 5 de Diciembre de 2011

En el corazón de dos galaxias gigantes, situadas a varios cientos de millones de kilómetros de la tierra, fueron descubiertos por astrónomos  norteamericanos dos súper mega-agujeros negros, los mayores jamás observados en el universo.

Estos “monstruos galácticos” tienen una masa correspondiente a más de 10.000 millones de veces mayores que el Sol, un récord según informó el artículo publicado en la revista científica Nature.
Hasta ahora, el agujero negro más grande conocido tiene una masa de 6.300 millones de masas solares y pertenece a la galaxia elíptica gigante Messier 87, una de las mayores cerca de la nuestra, la Vía Láctea.


El equipo de Nicholas McConnell y Chung-Pei Ma (Universidad de California, Berkeley) descubrió los masivos agujeros negros tras la medición de los datos de dos galaxias cercanas, revela el estudio.
Los agujeros negros fueron hallados en la galaxia NGC 3842, situada a más de de 310 millones de años luz, y en la NGC 4889, a 330 millones de años luz, y son mucho más grandes de lo que esperaban los investigadores estadounidenses que los han descubierto, precisó.


La galaxia NGC 3842 tiene un agujero negro central con una masa de 9.700 millones de masas solares y la NGC 4889 tiene un agujero negro con una masa comparable o mayor.
El equipo de astrónomos logró medir las masas de estos agujeros negros “mediante la combinación de observaciones de las estrellas de rápido movimiento” con los telescopios del observatorio Keck (Hawaii) y el observatorio de la Universidad de Texas
Según explicó el astrofísico Karl Gebhardt, estos agujeros negros se encuentran en el centro de sendas galaxias a 300 millones de años luz de la Tierra y, a pesar de que ya han sido estudiados desde hace tiempo “no se esperaban las dimensiones que ahora han calculado”.


Además, Gebhardt indicó que “se vuelven cada vez más grandes”. En este sentido, ha especulado con la posibilidad de que puedan ser los restos oscuros de algunas galaxias muy brillantes, llamados quásares, que poblaron los inicios del universo.


“En los inicios del universo había un montón de quásares o núcleos de galaxias activas y algunas teorías apuntan a que tenían agujeros negros tan grandes como los que ahora se han hallado” pues, según dijo el científico, eran “galaxias muy masivas”.


Sin embargo, el experto se pregunta que, si eran tan masivas, ¿dónde se encuentran hoy?.
Gebhardt ha destacado que “estos dos nuevos súper agujeros negros son similares en masa a los quásares jóvenes, y pueden ser el eslabón perdido entre los quásares y los agujeros negros supermasivo que se ven hoy en día”.


Los agujeros negros son densas concentraciones de materia que producen fuertes campos gravitatorios a los que ni siquiera la luz puede escapar. Mientras que las explosiones de estrellas pueden dejar atrás un agujero negro de masa semejante a la de dicha estrella, un agujero negro supermasivo ha crecido de la fusión con otros agujeros negros o mediante la captura de un gran número de estrellas y enormes cantidades de gas.


Los agujeros negros son difíciles de detectar porque su poderosa gravedad lo absorbe todo, incluida la luz u otras radiaciones que podrían revelar su presencia. Esos glotones del cosmos que engullen el gas que los rodea crecieron al mismo tiempo que sus galaxias desde el inicio de los tiempos, según un estudio publicado en junio pasado en Nature.
"Hay una relación simbiótica entre los agujeros negros y sus galaxias desde el alba de los tiempos", afirmaba entonces Kevin Schawinski, de la Universidad de Yale, en Estados Unidos.


Los resultados del nuevo estudio sugieren que los procesos de crecimiento de las galaxias más grandes y de su agujero negro son diferentes de los de las galaxias más pequeñas, subrayó Nature./AFP