Kundera, una pluma universal sinigual a la que se le negó el Nobel | El Nuevo Siglo
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Miércoles, 12 de Julio de 2023
Agence France Presse

PESE a que el escritor checo Milan Kundera escribió las cuatro novelas más importantes de la humanidad: “La broma” (1967); “La vida está en otra parte” (1969); “La insoportable levedad del ser” (1984); y “La lentitud” (1995), el literario nunca recibió un premio nobel de literatura, siendo uno de los más importantes del mundo de las letras. Falleció el martes a los 94 años en París.

El eterno candidato al Premio Nobel era un retratista sarcástico de la condición humana. Kundera forma parte de una reducida estirpe de escritores, como el ruso Vladimir Nabokov, que decidió cambiar de lengua a mitad de su carrera literaria.

"El novelista no tiene que rendir cuentas a nadie, salvo a Cervantes", explicó en una ocasión este autor poco prolífico, autor de una quincena de obras, entre novelas, teatro y ensayos.

Kundera empezó escribiendo en checo, pero a finales de los años 1970, tras exiliarse a Francia, decidió pasarse al francés.

Fue uno de los pocos escritores en haber publicado en vida su obra en la colección francesa “La Pléiade”, reservada tradicionalmente a los clásicos.

Su última novela, "La fiesta de la insignificancia", que traza las peripecias de cuatro amigos que viven en París, se remonta a 2014 y rompió un silencio de catorce años.

Poco amigo de la popularidad, el escritor huía de los medios de comunicación desde hace más de tres décadas, aunque se le podía ver paseando con su esposa Vera en su barrio en París.

"El novelista es aquel que, como decía Flaubert, aspira a desaparecer detrás de su obra", aseguró en una oportunidad Kundera.

Expulsado

Nacido el 1 de abril de 1929 en Brno (República Checa) en el seno de una familia de músicos, Kundera fue un artista polifónico y sus escritos combinan la ironía, la inteligencia y una elegante desesperanza.

Antes de la primavera de Praga, en 1968, ya era un escritor de primer plano gracias a su novela "La broma" (1967), un amargo balance de las ilusiones políticas de la generación de 1948, y a "El libro de los amores ridículos".

Se incorporó al Partido Comunista checo en 1948, pero dos años más tarde fue expulsado. Después de cursar estudios de literatura y cine, enseñó en el Instituto de Estudios Cinematográficos de Praga.

Su primer libro de poemas, "El hombre es mi jardín" (1953), estaba impregnado de marxismo. De hecho, en 1958 el Partido Comunista volvió a admitirlo en sus filas, antes de una nueva exclusión en 1970.

Finalmente, en 1975, Kundera se exilió en Francia con su esposa Vera. Naturalizado francés en 1981, escogió la lengua de Molière para escribir, marcando la ruptura con su país natal, que le retiró la nacionalidad checa en 1978 y se la devolvió en 2019, muchos años después del fin del comunismo.



La inspiración

Profesor en la Universidad de Rennes hasta 1979, Kundera pensó haber puesto punto final a la literatura con "La despedida" (1973), una novela en la que se entrecruzan los destinos de ocho personajes. Pero la confrontación con Occidente volvió a inspirarlo.

"La insoportable levedad del ser" (1984) lo consagró como uno de los mayores escritores contemporáneos.

Cuento moral sobre la libertad y la pasión, en el plano individual y colectivo, la historia de Tomas, Teresa y Sabina, confrontados a la primavera de Praga y al exilio, fue adaptada al cine por el norteamericano Philip Kaufman, con Juliette Binoche y Daniel Day-Lewis.

"Mi ambición es decir lo que los demás no dijeron. Si no se innova no es necesario escribir", dijo Kundera, que quería "conciliar la novela con la filosofía y la inteligencia, hacer que el pensamiento entre en la novela".

"¿Quién es Milan Kundera?" se interrogaba en abril de 1997 la revista checa Tyden. Para entonces, solo cuatro de sus libros habían sido publicados en su país.

Una década más tarde, en octubre de 2008, el semanario checo Respekt publicaba una violenta diatriba en su contra, acusándolo de haber denunciado en 1950 al opositor Miroslav Dvoracek, condenado a 22 años de trabajos forzados. El escritor lo desmintió terminantemente. "Puras mentiras", replicó.

En 2009 protagonizó un nuevo escándalo en su país, al rechazar la invitación a una conferencia internacional sobre su obra en Brno, calificándola en una carta a los organizadores de "fiesta necrofílica".

Autor discreto

Kundera era un autor enormemente conocido y traducido (en más de 50 lenguas), pero muy discreto.

Regresó regularmente a la República Checa y a su ciudad natal, pero la mayoría de veces de incógnito.

La obra de Kundera es "una exploración profunda, humana, íntima y distante a la vez", reaccionó la primera ministra francesa Elisabeth Borne. Su homólogo checo, Petr Fiala, destacó que "alcanzó a generaciones de lectores en todos los continentes".

"A lo largo de muchas páginas nos ayudó a descubrir quiénes somos, a encontrar un camino entre lo absurdo del mundo. Con él muere una de las más grandes voces de la literatura europea", reaccionó la ministra de Cultura francesa, Rima Abdul Malak.

“Cuando uno es joven no es capaz de concebir el tiempo como un círculo, sino como un camino que te conduce a horizontes siempre nuevos: uno no se da cuenta que la vida solo contiene un tema”, explicó en una ocasión el escritor.

El francés como lengua de expresión literaria

“La broma”

Primera novela de Milan Kundera, que el escritor francés Louis Aragon calificó como una "obra importante", se publicó en Checoslovaquia en 1967 durante el período de apertura ideológica que precedió a la Primavera de Praga, y fue un gran éxito.

“La vida está en otra parte”

Consagró a Kundera como uno de los mejores escritores checos de su generación y le valió el prestigioso premio literario francés Medicis de 1973 a la mejor novela extranjera. El libro no fue publicado en su país natal hasta 2016.

“La insoportable levedad del ser”

Escrita en 1982 y publicada por la editorial francesa Gallimard en 1984. Escrito en París, donde el autor vivió en el exilio desde 1975, el libro narra la historia de dos parejas de la burguesía intelectual y artística de Praga, poco antes de la invasión soviética de la ciudad en 1968.

“La lentitud”

Tras descubrir horrorizado las libertades que se habían tomado en la traducción al francés de "La broma", Milan Kundera dedicó buena parte de su trabajo a revisar su obra traducida, retrabajando completamente las versiones francesas de "La broma", "El libro de los amores ridículos", "La vida está en otra parte", "La despedida", "El libro de la risa y el olvido" y "La insoportable levedad del ser". En 1995 publicó el libro "La lentitud", primero de un ciclo de cuatro novelas breves y muy sobrias, escritas directamente en francés. Todo un acontecimiento en el universo literario que le abre las puertas de la escena internacional, pero le granjea también sus primeras críticas negativas.