“La novela perfecta existe cuando uno no la ha escrito” | El Nuevo Siglo
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Domingo, 25 de Noviembre de 2018
Natalia Mariño*
EL NUEVO SIGLO conversó con el escritor suizo Joël Dicker, ganador del Premio Goncourt des Lycéens, y otros, quien estuvo en Bogotá presentando su nuevo libro “La desaparición de Stephanie Mailer”.

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EL NUEVO SIGLO: En el libro “La verdad sobre el caso Harry Québert” usted menciona que el personaje principal se encuentra con “el síndrome de la página en blanco”. ¿Qué hace un escritor cuando se encuentra bloqueado al momento de escribir y cómo se inspira?

 

Joël Dicker: Es difícil decir lo que es la inspiración porque yo creo que todo lo es. Puede ser un libro, una película, una exposición de pintura o una escena en la calle. También puede ser cualquier cosa que le gustó o que no le gustó. Yo creo que la inspiración es todo lo que uno recibe, se digiere y se analiza. Lo que nos inspira es la forma cómo vivimos las cosas y las emociones que surgen, algo enteramente personal.

 

Con respecto a la página en blanco, yo nunca he tenido realmente un bloqueo de este tipo cuando nada sale. Pero sí he tenido momentos de duda. Y de hecho hay que llegar a hacer de esta duda, un procedimiento que te permite asegurarte de lo que haces. La duda te permite construir.

 

ENS: ¿Qué autores lo han influenciado?

 

JD: Todos los autores que he leído me han influenciado, tanto los que me han gustado como los que no.  Que me hayan marcado, yo diría Romain Gary como personaje, y entre sus novelas yo diría “La promesa del alba”. También los autores rusos: Dostoievsky, Tolstói, fueron encuentros literarios muy fuertes. Los autores americanos también fueron importantes, porque como conocía bien Estados Unidos, tuve la impresión de volver a encontrar un mundo que ya conocía.

 

ENS: Y esto es precisamente lo que se ve en sus libros. ¿Por qué un escritor Suizo narra sus historias en lugares como New Hampshire y los Hamptons en Estados Unidos?

 

Pasé mucho tiempo en Estados Unidos y pienso que hubo facilidad y un reflejo narrativo de escribir un libro en Ginebra, pero imaginar la situación en Estados Unidos. Y esto me permite tener la distancia que necesito para hacer ficción, lo que busco. No me gusta tanto hacer autoficción, no me gusta contar mi propia vida y tengo la impresión que si yo narro en Ginebra, el lugar donde vivo, voy a contar mi propia vida.

 

ENS: Usted mencionó que “escribir un libro es como amar a alguien: puede volverse muy doloroso”. ¿Por qué?

 

JD: Porque hay una relación que puede fusionarse. La novela perfecta existe cuando uno no la ha escrito. Para mí como escritor, la idea que tengo de una novela es perfecta, pero al momento de escribirla, esto cambia. Es lo mismo que dibujar. Si te digo, dibuja un caballo, lo imaginas y es perfecto. Pero cuando lo dibujas, de repente será imperfecto. Y ahí se vuelve duro porque aparece la frustración, la dificultad, la imposibilidad, como cuando te encuentras frente a tu novela. Así es con el amor, es perfecto, cuando no lo has vivido. Imaginas a alguien, el hombre o la mujer perfecta, cuando lo encuentras y estás enamorado, te parece que es ideal. Pero con el tiempo esto desaparece porque te das cuenta que el ser humano es imperfecto y cuando uno ama a alguien con sus imperfecciones, es aún más fuerte.

 

ENS: ¿Cómo fueron sus inicios como escritor y qué cree que le permitió a los 27 años ser galardonado con el famoso Premio Goncourt des Lycéens?

 

JD: Joven en edad, es cierto. Pero al mismo tiempo cuando me proyecto no veo tanto la edad sino el trabajo previo. Cuando el premio llegó, yo escribía hacía 10 años de forma muy intensa, todos los días, muchas horas. Comencé a escribir muy joven y el éxito llegó temprano, pero después de mucho trabajo. Varias veces dudé y no estaba seguro de mí, pensé que no lo lograría, no fue fácil.

 

ENS: ¿Cuál es la esencia de los libros de Joël Dicker? ¿Qué encuentra un lector en sus historias?

 

JD: Suspenso, un libro que, espero, primero generará miedo por su grosor, pero al cual se entra rápido en la historia y hace que el lector se quiera quedar. Una historia policiaca como pretexto para contar la trayectoria de vida de una serie de personajes. El libro “La desaparición de Stephanie Mailer”, es el caso de una muerte que se creía había estado resuelta en 1994. Pero en 2014, una periodista, Stephanie Mailer, reabre la investigación. Es una novela que convoca toda una galería de personajes que van a contar sus propias historias. Es una novela sobre la reparación. ¿Y qué es la reparación? Es el perdón hacia uno mismo, de aceptarse como uno es.

 

ENS: En un mundo digital e inmediato, usted como escritor ¿cómo persuade a las personas para que sigan comprando libros?

 

JD: Los libros gordos tienen un efecto en el lector quien dirá que no puede leerlo porque no tiene tiempo. Yo llamo un poco a la responsabilidad de los lectores. Es cierto que uno quiere todo inmediatamente, pero hay que ser responsable, estamos en un mundo donde tomamos la información de Facebook. ¿Por qué esta pereza? La cultura es importante, es un elemento fundador de sí mismo. Hay que informarse, leer libros, leer el periódico. La lectura es una disciplina para el espíritu. Leer un libro no requiere conectarlo a internet, ni recargarlo, solo se necesita luz, los ojos y un poco de imaginación. Es una disciplina que hace mucho bien al espíritu porque leyendo una novela, no estará más en su vida, ni con sus preocupaciones.