La revolución de la tecnología, el desafío de los museos de alto nivel | El Nuevo Siglo
Grandes museos, como el Louvre, el más visitado en todo el mundo, hacen cambios ante el reto de una gran mutación. / Foto AFP
Viernes, 7 de Febrero de 2025
Redacción Cultura

La inteligencia artificial (IA) está revolucionando los museos al mejorar las experiencias de los visitantes y agilizar las operaciones. Desde guías virtuales interactivas y recorridos personalizados, hasta mantenimiento predictivo y análisis de sentimientos, la IA está transformando la forma en que los museos interactúan con el público y gestionan sus colecciones, asegurando un futuro más dinámico y eficiente para la industria.

Un ejemplo de ello fue que en el 2016 el Musée du Quai Branly de París le dio cabida a Berenson, el crítico de arte robótico creado por el antropólogo Denis Vidal y el ingeniero en robótica Philippe Gaussier. Berenson utilizó la IA para registrar las reacciones de los visitantes ante el arte y desarrollar sus propias preferencias estéticas. A través de una cámara en su ojo, registró las reacciones, las compartió con una computadora y ajustó sus propias respuestas en función de la retroalimentación.

Del mismo modo, en 2022, el Museo Louvre presentó “Leonardo”, un asistente virtual impulsado por IA que ofrece recorridos personalizados e información en tiempo real. Esto mejora la experiencia del visitante al hacerla más interactiva e informativa.

De hecho, la realidad aumentada (RA) combinada con la IA también está ganando terreno. La aplicación de RA del Museo Británico, lanzada en 2023, utiliza la IA para crear experiencias inmersivas, permitiendo a los visitantes ver artefactos históricos en su contexto original a través de sus teléfonos inteligentes o gafas de RA.

De París a Nueva York

Siguiendo con esta misma tendencia, el Louvre prepara una nueva ampliación para acabar con las aglomeraciones de turistas frente a la "Mona Lisa", mientras que otros grandes museos del mundo estudian reformas para responder al reto del exceso de turismo o el cambio climático.

Ante la "explosión del turismo, los problemas de seguridad, la urgencia climática y la revolución digital, nuestro modelo está cuestionado. En todas partes, nuestros socios internacionales están repensando sus espacios", resume Laurence Des Cars, presidente del Louvre.

Este el museo más visitado del mundo, con cerca de 9 millones de personas en 2024, de las cuales el 80 % son turistas extranjeros, por delante del Museo Británico, los museos del Vaticano y el Met en Nueva York.

El plan de renovación prevé para 2031 una nueva entrada para descongestionar la pirámide de cristal y una sala de exposición dedicada exclusivamente a la "Mona Lisa", con un boleto de entrada adicional.

El 80 % de los 30.000 visitantes diarios (limitados por un aforo) vienen a ver la obra maestra de Leonardo da Vinci y... a tomarse selfies.

Mientras que, en Madrid, el Prado (3,5 millones de visitantes en 2024) ha encontrado una solución abriendo todos los días para "repartir mejor la carga de visitantes"... y prohibiendo tomar fotos.

"Si 8.500 personas vienen al Prado cada día, eso significa 8.500 fotos en el mismo lugar, probablemente frente a 'Las Meninas' de Velázquez o 'El Jardín de las Delicias' de Hieronymus Bosch", justifica su dirección.

 

"Materiales sostenibles"

La accesibilidad es un aspecto fundamental para los museos que utilizan inteligencia artificial. El Museo del Mañana de Río de Janeiro ha seguido mejorando su chatbot IRIS+, que ahora ofrece traducción en lenguaje de señas en tiempo real para visitantes sordos y descripciones de audio personalizadas para personas con discapacidad visual. Estos avances hacen que el museo sea más inclusivo y accesible para todos los visitantes.

En el Louvre, que dispone de 70.000 m2 de superficie de exposición, también informó sobre un plan de circulación completamente repensado, en un edificio saneado y dotado de nuevas salas por un costo total estimado entre 700 y 800 millones de euros en diez años, o incluso "mil millones", según los sindicatos.

En Londres, donde el acceso a las colecciones permanentes de los museos es gratuito pero las exposiciones temporales son de pago, la Galería Nacional ha emprendido importantes obras en el marco de su 200 aniversario.

¿Objetivo? La revisión total de su entrada para acoger mejor a sus visitantes (más de 6 millones al año antes del covid y 4,2 millones en 2023) y la creación de un espacio dedicado a la investigación, así como un centro educativo.

Este programa, con un presupuesto de 85 millones de libras (101,6 millones de euros), pretende hacer el museo más eficiente en términos de consumo de energía y más "resiliente a los impactos del cambio climático", según su dirección.

Se están haciendo esfuerzos para aportar más luz natural, así como ventilación natural "donde sea posible" y para encontrar materiales "sostenibles".

Nueva estrategia

Por su parte, en Nueva York, el Museo Metropolitano ha estado perdiendo visitantes desde 2019.

Para remediarlo, ha renovado por completo su ala dedicada a los maestros del siglo XIV al XIX, una de las mayores colecciones del mundo de pinturas europeas.

Las claraboyas del techo databan de 1939 y la última vez que fueron renovadas fue en los años 1950.

Las obras, con un costo total de 150 millones de dólares, han durado cinco años. Se han reorganizado cronológicamente las colecciones, que cuentan con una nueva iluminación gracias a las claraboyas y las luces led en el techo, en salas completamente repintadas, según su director, Max Hollein.

Al igual que sus homólogos que desean atraer a un público más joven y diverso, el Met ha adoptado un enfoque "menos centrado en Occidente" para sus colecciones, según Hollein.

Después de varias obras adicionales de varios millones de dólares, reabrirá en primavera un ala que alberga desde 1932 todas las artes de África, así como de Oceanía y América antes de las colonizaciones europeas.

El año pasado dedicó una exposición inédita al "Renacimiento de Harlem", el primer movimiento internacional de arte moderno fundado por artistas afroamericanos.

El Met también se ha abierto en 2023 a lo inmersivo, presentando una colección de vestidos de su departamento de moda con imágenes de síntesis, apadrinada por la red social TikTok, para su exposición de primavera, que coincide con su gala, en la que se congregan las estrellas.

Para nadie es un secreto que el año pasado la inteligencia artificial se convirtió en una parte integral de la vida cotidiana, los museos han comenzado a aprovechar estas tecnologías para mejorar aún más la participación de los visitantes y la eficiencia operativa. Chat GPT se está utilizando para crear experiencias interactivas y personalizadas, ofreciendo a los visitantes información detallada y respondiendo consultas en tiempo real. Las capacidades predictivas de Google Gemini ayudan a los museos a gestionar el flujo de visitantes, optimizar la ubicación de las exhibiciones y predecir las necesidades de mantenimiento.

El futuro de la IA en los museos es prometedor, aunque hay quienes aseguran que se requiere una gestión cuidadosa para garantizar una implementación ética y eficaz. Ahí está el reto.