Las ‘plegarias’ escritas de Santiago Gamboa | El Nuevo Siglo
Miércoles, 2 de Mayo de 2012

Es su más su reciente libro. Y en primicia nos reveló que publicará un texto de crónicas de viajes por el Medio Oriente que llamará Océanos de arena.

 

Una novela urbana, negra, sórdida, noctámbula, juvenil y un poco cosmopolita. Así es Plegarias Nocturnas, el nuevo libro de Santiago Gamboa, que gira en torno a tres personajes: tres monólogos contados desde Bogotá, Bangkok, Teherán, Nueva Delhi y Tokio.

 

Uno de esos personajes es el cónsul colombiano en Delhi, quien recuerda los hechos que lo llevaron por primera vez a Bangkok. Los otros dos, dice el autor, son “dos seres frágiles que añoran ser felices y tal vez ser olvidados, pero juntos, y la vida, como un muro, interponiéndose”. Dos jóvenes soñadores, con un telón de fondo del paramilitarismo, el narcotráfico y los desaparecidos. Una historia con una sombra de violencia, pero con una luz de amor.

 

Necrópolis, Páginas de vuelta, Perder es cuestión de método, Los impostores, Vida feliz de un joven llamado Esteban, El síndrome de Ulises, Octubre en Pekín,un verdadero legado escrito. Así es Gamboa: un legado. Uno de los escritores más importantes de Latinoamérica, que ahora confirma su consumado arte literario. Y es que a él no le interesa un punto de vista, sino una visión caleidoscópica que gire, que viaje de sujeto en sujeto.

 

Santiago habló con EL NUEVO SIGLO, Diario por el cual tuvo su primer empleo y pudo llegar a Francia gracias a sus escritos publicados en él. Acá, el autor cuenta el punto de partida de su novela, el sabor y el olor de su texto, y qué quiere que sus lectores sientan al pasar las hojas.

 

EL NUEVO SIGLO: ¿Cuál es el punto de partida de ‘Plegarias nocturnas’?

SANTIAGO GAMBOA:Hacer un libro con un tema clásico: dos se aman y muchas cosas se interponen. En este caso se trata de dos hermanos, pero no es una relación incestuosa. También el deseo de hacer un libro que transcurriera en Bogotá en la época de la presidencia de Uribe, con esa violencia invisible, esa tensión en la atmósfera, el modo en que las familias se peleaban y las amistades se rompían.

 

ENS: ¿Será que la esperanza de los jóvenes se puede acabar por el dinero fácil?

SG:No creo que sea el caso de mis personajes, sino el de esa sociedad que tomó el poder y de la que ellos anhelan evadirse, a cualquier costo.

ENS: ¿Una infancia dura es el mejor camino para ser escritor?

SG:La infancia es el baúl de herramientas de un escritor. No hay reglas sobre si es mejor una infancia triste o feliz. Sobre eso los sabios aún no se han puesto de acuerdo. En mi caso fue feliz.

 

ENS: ¿Qué quiere que sienta el lector al leer su novela?

SG:Que sienta la vida de los personajes y los comprenda, que conozca el itinerario de dos jóvenes soñadores que sueñan con un mundo mejor y quieren tan sólo ser felices.

ENS: ¿A qué sabe ‘Plegarias nocturnas’?

SG:Sabe a comida picante de Asia y tiene el olor algo rancio de la casa de una familia triste.

ENS: ¿Por qué dijo que hubiera estudiado otra cosa que no fuera literatura?

SG:Para saber de algo, para tener un conocimiento profundo sobre una ciencia o disciplina. La literatura, en el fondo, es una forma de vida. Una actitud.