Literatura para descubrir nuestros ritmos biológicos | El Nuevo Siglo
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Viernes, 13 de Abril de 2018
Entender el cerebro, su funcionamiento y cómo actúa en nuestras emociones y creencias es el tema que Diego Golombek tratará con rigor científico y humor en la presentación del libro “Las neuronas de Dios”

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Analizar y estudiar lo que sienten las personas al interior de su cerebro mediante la cronobiología, es el tema que el escritor y editor Diego Golombeck tuvo entre ojos desde hace tiempo para plasmarlo en una serie de libros que hoy dejan al descubierto el ritmo y el reloj biológico del ser humano.

Todos tenemos un área del cerebro que mide el tiempo, así como los ciclos de sueño, de temperatura, hormonales y de estado de ánimo, entre otros.

Golombek, nació el 22 de noviembre de 1964; es un biólogo, divulgador científico y  especialista en cronobiología. Ha logrado ser destacado como columnista en el programa “Científicos Industria Argentina” y como editor de la serie de libros más vendidos de ese país “Ciencia que Ladra”. Además es reconocido por promover el estudio de la ciencia en jóvenes y fomentarla con un pensamiento crítico, creativo y de igualdad de condiciones.

En su entrevista con EL NUEVO SIGLO, Golombek habló un poco de lo que representa el periodismo científico actualmente y de la importancia de enseñar la ciencia en escritos atractivos para el lector.

 

Otra mirada

EL NUEVO SIGLO: Para darle un contexto a los lectores, ¿de qué hablan sus obras?

DIEGO GOLOMBEK: Escribo sobre la ciencia en la vida cotidiana, cómo una mirada científica ayuda a entender y a conocerse a sí mismo. Así busco aspectos de la ciencia en fenómenos de todos los días como la cocina, el sexo (bueno, éste no siempre es de todos los días…), el sueño, la religión, etc. Además tengo obras en ficción (cuentos y novela).

ENS: ¿Cómo ve la ciencia y la tecnología hoy en todo el mundo?                        

DG: Estamos en un momento muy particular en el que se está poniendo énfasis a las aplicaciones de la ciencia, a veces olvidando el avance de conocimiento por sí mismo. No cabe duda de que la ciencia y la tecnología rigen nuestras vidas, a veces de manera obvia y otras, invisible. Es curioso que incorporemos los avances tecnológicos de manera muy natural, casi sin darnos cuenta de los enormes cambios que se dan en períodos muy breves. Hoy es cada vez más claro que el nivel de desarrollo de una región o de un país depende directamente de sus avances en investigación, en aplicar una mirada científica sobre sus problemas y desafíos, y de una adecuada infraestructura tecnológica.

Las creencias

ENS.- ¿Qué expresa con su libro “Las Neuronas de Dios”?

DG: En este libro investigo y relato las bases biológicas de la creencia en lo sobrenatural, para la cual hay importantes evidencias de que tiene un componente innato y que puede haber resultado adaptativo en términos evolutivos. Esa propensión a “creer” se puede organizar socialmente y así surgen las religiones a nivel mundial. Es llamativo que aún hoy, en pleno avance de la ciencia y tecnología, la mayoría de la población se asuma creyente y/o religiosa en algún sentido. De ahí la hipótesis de que habría algo natural en esta tendencia, y nada mejor que buscar sus bases en el cerebro. Así, repaso las evidencias neurocientíficas de esta propensión a la creencia, junto con un llamamiento a un comportamiento más racional y basado en evidencia para nuestro comportamiento y nuestras políticas públicas.

ENS: ¿Qué representa la Feria del Libro para usted que es parte del país invitado?

DG: Las ferias de libro son siempre ámbitos de festejo de la lectura y la cultura en general. Ser país invitado, y formar parte de su comitiva, es un gran orgullo y una oportunidad para intercambiar experiencias, letras, ideas y, por qué no, arepas y tintos.

 

ENS

Midiendo el tiempo

ENS: Su especialidad es la cronobiología, ¿pero cómo influye esa condición para resaltarlo en sus libros y obras?

DG: La cronobiología estudia los ritmos y relojes biológicos. Todos tenemos un área del cerebro que mide el tiempo y le dice al cuerpo qué hora es, y así nos organizamos temporalmente en cuanto a nuestros ciclos de sueño, de temperatura, hormonales y de estados de ánimo, entre otros. El problema ocurre cuando forzamos la actividad de este reloj con trabajos nocturnos o en turnos, o reduciendo las horas de sueño o realizando actividades en horarios que no resulten óptimos para el organismo. Así, no solo estaremos somnolientos, de mal humor o con mayor propensión a accidentes sino que también nos enfermaremos más. La cronobiología investiga las bases de estos ritmos biológicos y también sus consecuencias.

ENS: ¿Cuál es el futuro del periodismo científico?

DG: El periodismo científico es fundamental para contar de manera crítica las noticias de la ciencia y compartir con un público amplio sus avances y polémicas. Es un eslabón imprescindible entre los investigadores y la sociedad, que merece una formación profesional específica. Muchas veces los grandes medios no ven esta necesidad (ni su aprobación masiva por parte del público) y restan espacio para noticias que no solo son interesantes sino también necesarias.

ENS: ¿Qué tan difícil puede ser plasmar toda una investigación científica en una divulgación escrita?

DG: Vale la pena parafrasear a Ernesto Guevara cuando afirmaba que “hay que endurecerse pero sin perder la ternura”; en divulgación científica hay que ser estrictamente riguroso pero sin perder el interés, el entusiasmo y, a veces, el entretenimiento. Es un gran desafío, y requiere de aprovechar al máximo los recursos que nos brindan los diferentes formatos. Se deben usar de manera adecuada analogías, metáforas y otras formas literarias pero sin perder de vista el objeto científico que se desea comunicar.

ENS: Ahora con sus años de experiencia y estudios, ¿cuál es su idea de ciencia y de qué manera ha aportado usted estos conocimientos en la Argentina?

DG: Mi idea de ciencia no ha cambiado mucho; se trata de una mirada racional, inquisidora y curiosa sobre el mundo. No es lo mismo que la investigación, que es una actividad profesional; y la ciencia no es algo privativo de los investigadores sino que debe estar disponible para todos los ciudadanos. Al hacer no solo investigación profesional sino también divulgación, estoy muy feliz de haber aportado algunas ideas y producciones para la comunicación pública de la ciencia en mi país. Una de las alegrías más grandes proviene de encuentros fortuitos con jóvenes que afirman (exageradamente) que alguna de mis obras influyó en su decisión de dedicarse a la ciencia.

ENS: ¿Qué mostrará en la Feria del Libro?

DG: Participaré en distintas charlas, incluyendo una sobre el cerebro, una sobre la ciencia del amor y del sexo, un diálogo con mi admirado escritor Eduardo Sacheri y, otra, sobre literatura e historietas para el público infantil.