Los errores más comunes en la rutina de limpieza facial | El Nuevo Siglo
Una piel grasa o reseca es parte de las consecuencias que implica estos desaciertos en el régimen de la limpieza de la cara.
Foto cortesía
Miércoles, 10 de Febrero de 2021
Redacción Cultura

Cuando se trata de limpiar la piel es necesario evitar errores que pueden provocar más daños que beneficios, ya que una limpieza incorrecta puede resecar la piel, crear piel grasa, irritaciones y hasta acné.

Por eso, Laura Chacón Garbato, directora de capacitación mundial sobre productos y nutrición de Herbalife Nutrition devela algunos errores comunes que se cometen al lavarse la cara y algunas soluciones sencillas que se pueden poner en práctica para lograr una diferencia visible en la apariencia de la piel.

Limpiador incorrecto

La piel de la cara es delicada, por lo que se debe evitar usar productos que sean demasiado fuertes o con gran cantidad de compuestos con acción detergente y fragancias. Mantenga una barra de jabón solamente para el cuerpo y busque un limpiador facial que sea específico para su tipo de piel.

Existen limpiadores faciales para la piel grasa, seca, sensible, propensa al acné o para su tipo de piel. Escoger un limpiador correcto ayudará a promover la grasa, la suciedad y las impurezas de la piel sin comprometer las barreras naturales de esta, además no eliminará los aceites de piel evitando que se irrite, se ponga reseca o tensa después de cada limpieza.

Productos irritantes

Es muy importante leer las etiquetas de los productos para conocer no solamente lo que contiene su limpiador facial, sino también saber lo que no incluye. Evite productos con ingredientes conocidos que irriten la piel como sulfatos y parabenos.

Los sulfatos pueden provocar que la piel se reseque, se ponga roja y se irrite. De hecho, muchas personas son alérgicas a los sulfatos y no lo saben. Busque ingredientes que suavicen e hidraten la piel como la sábila o las vitaminas antioxidantes.

Usar agua muy fría o caliente

La mejor temperatura para la piel es la templada. Las temperaturas extremas pueden crear efectos no deseados, incluyendo daño capilar. El agua caliente puede alterar la humedad en la piel, deshaciéndose se los aceites que la protegen. Cuando esto ocurre, la piel puede resecarse o provocar el efecto opuesto y acelerar la producción del sebo, creando una piel grasa.

Enjuague incompleto

Cuando no se enjuaga el limpiador facial por completo, este puede acumularse en la superficie de la piel. Su acumulación obstruye los poros, lo que puede producir irritaciones o acné. La piel puede sentirse seca, irritada y tensa. Por eso, es importante asegurarse de tener suficiente tiempo para enjuagarse el rostro y obtener un buen resultado.

Ausencia de cremas hidratantes

Los sueros y las cremas hidratantes tienen que usarse inmediatamente después de limpiar y tonificar la piel. Un tónico ayudará a restaurar el equilibrio de la piel para que luzca y se sienta visiblemente más saludable. Aplique los productos cuando la piel esté húmeda. Si espera mucho y la piel se seca, puede que sea más difícil absorber los productos humectantes. Cuando esto ocurre, se puede ver que la piel se siente un poco más grasa y hasta pegajosa al tocarla.

Un plus

  • Cuando aplique un limpiador facial a la piel, haga masajes circulares y suaves. Esto ayudará a remover la suciedad y a estimular la circulación.
  • Cuando seque la piel con una toalla, utilice palmaditas y no frote la toalla. No quiere estirar ni jalar la piel, ya que esto puede causar daños y lucir una piel roja e irritada.
  • Siempre utilice una toalla limpia. Nunca use una toalla que toda la familia utiliza para secarse las manos. Los gérmenes y las bacterias en la piel pueden causar estragos en el cutis.

Cuando se bañe, lávese la cara al final. Si se espera hasta este momento, estará seguro que ha eliminado los restos de champú y acondicionador que pudieron haber caído en la piel.