Llegan los 30´s y con ellos los primeros signos de la edad que tanto nos atormentan: ojeras, bolsas, patas de gallina y demás líneas de expresión. Todo ello nos indica que debemos iniciar con una rutina de cuidados especiales que nos ayude a preparar la piel para la madurez.

Entonces es hora de empezar a buscar soluciones que nos permitan reducir el impacto del paso de los años. Nos enfocamos en el uso de productos anti-edad, realizamos ajustes en nuestros hábitos alimenticios y nos preocupamos por descansar más.

¿Será esto suficiente? Está claro que nuestro foco clave se centra en la piel del rostro, pero ¿dónde queda el cuidado de nuestras manos? ¿Qué pasa con la llamada zona Y? A partir de los veinte años es importante incluir dentro de nuestra rutina de belleza el cuidado de zonas tan delicadas y expuestas como la mandíbula, el cuello, el escote y las manos.

¿Y por qué cuidar la piel de las manos? Esimportante tener presente que la piel de esta zona es un 20 o un 30 por ciento más fina que la piel de las mejillas y por ende necesita un cuidado especial.

Mandíbula, cuello y escote: En cuanto al cuidado especializado del contorno y a partir de los 40 años,  la dermatóloga Yudy Pinzón recomienda el uso de un tratamiento con efecto lifting infusionado con el potente InstantLift, tan efectivo como un tratamiento de lifting profesional.  

Manos: Las manos son nuestra carta de presentación y en buena medida nuestra herramienta de trabajo. Esta es la parte del cuerpo que más exponemos a diario a toda clase de agentes y, pese a que en el exterior luzcan hidratadas, la piel de las manos manifiesta con el paso del tiempo signos difíciles de reparar. Se recomienda el uso diario de crema.