¡No más cátedras! | El Nuevo Siglo
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Domingo, 6 de Mayo de 2018
Mario F. Hurtado
Existe una tendencia entre políticos, candidatos y algunos líderes de opinión: pensar que la educación se resuelve a punta de cátedras. Cuando se debe pensar es en una educación de calidad.

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HA SIDO recurrente en los últimos años que cualquier proceso político, económico o cultural del país se pretenda resolver con una cátedra. La educación colombiana hasta 1991 se mantuvo con las áreas básicas: lengua y literatura, matemáticas, historia, geografía, ciencias. Y algunas cátedras como democracia, filosofía y un par más. Pero después aparecieron afrocolombianidad, ecología, ciudadanía, emprendimiento, competencias laborales, y un sin número de cátedras regionales y locales.

 

Se quiere implementar la cátedra de la paz y así sucesivamente. Ahora en campaña, el candidato Iván Duque insiste que va a volver la cátedra de urbanidad y cívica, según él para que los jóvenes aprendan normas, el respeto y los supuestos valores que se han perdido. Es decir, desde el desconocimiento sobre la educación, se piensa que cualquier problema del país se resuelve con una clase. Además, que la única forma de aprender o tomar conciencia sobre algo es poner el tema específico en un aula de clase.

 

La situación evidencia que quienes tienen propuestas en educación, desconocen profundamente cómo funciona, y las prioridades que se requieren para tener una sociedad mejor informada, más consiente, tolerante y educada.

 

Lo que se debe es enseñar a leer y por medio de lecturas abordar problemáticas sociales, políticas, económicas, culturales, ambientales entre otras. Hoy la escuela en lugar de estar buscando más clases y programas académicos debe fortalecer la lectura, construir el hábito en los estudiantes, y promover el consumo de libros, en los diferentes formatos que existan.

 

Las que existen y las que quieren imponer

 

Pero no es solo en la campaña electoral. El presidente Santos ha sugerido que se cree una cátedra llamada Colombia, para que los inmigrantes venezolanos que ingresen al sistema escolar colombiano aprendan sobre el país. En lugar de proponer cátedras, con unas completas y reales clases de historia y geografía ese problema se resolvería. Además, si se usan materiales de texto en la escuela, si te trabaja a diario en la lectura, sin duda, no solo aprenderán de Colombia, sino que tendrán una verdadera educación de calidad.

 

Ha circulado en redes otra tendencia proponer una cátedra de Pensamiento crítico. Acaso si se enseña a leer bien y a seleccionar lecturas útiles, ¿no podrán los estudiantes ir construyendo pensamiento crítico? También el Ministerio creó la cátedra de la Paz, que sigue sin funcionar cuando no hemos podido superar los odios, las tensiones y cuando los medios, los políticos y los candidatos poco aportan a la construcción de una sociedad que sepa perdonar y reconciliarse.

 

Las oficiales

 

Además de las que se están aprobando el Ministerio tiene otras cátedras obligatorias como Constitución Política, Aprovechamiento del tiempo libre, Medio ambiente, Afrocolombianidad, Educación para la justicia y la paz. Así que qué cada tema de interés nacional se tiene que convertir en una cátedra.

 

Volver a lo básico

 

Los congresistas, políticos y dirigentes deberían asesorarse mejor al lanzar esas propuestas. La educación no se resuelve con cátedras. Hay que retornar a lo básico. Primer fortalecer los procesos de lectura, escritura y operaciones matemáticas. Desde esos procesos se puede enseñar a pensar. Después, construir hábitos de lectura, para los cuales necesitamos educadores que lean, en ese sentido el ejemplo es fundamental.

 

Con esos procesos de forma constante se deben abordar los programas de las áreas básicas: matemáticas, lenguaje, ciencias, geografía, historia, inglés (o una segunda lengua) Deben existir instituciones que de acuerdo a sus vocaciones fortalezcan otras habilidades: las artes, la formación técnica. De ahí la importancia de lo básico y de pensar la educación en función de la calidad.

 

(*) Especialista en educación. Twitter: @hurtadobeltran  La opinión del autor no refleja necesariamente la posición del medio y es responsabilidad exclusiva del que la escribe”