‘No trague n’tero’, llega para desenmascarar el mundo detrás de las 'fake news' | El Nuevo Siglo
¿Cuántas veces ha caído en cadenas de noticias falsas? Muchas de ellas enviadas por los círculos digitales más cercanos. Una incógnita que Alexis Durán y Santiago Rivas resolverán.
Foto cortesía
Domingo, 1 de Noviembre de 2020
Redacción Cultura

Detrás de la preferencia en unas elecciones presidenciales, el cambio de ideologías religiosas e incluso del estilo de vida o del tipo de comida que consumimos está toda una red estrategias que usan las noticias falsas y la ansiedad de información de la sociedad para sacar provecho. Ese es el punto de partida de No trague n’tero, el nuevo documental de Alexis Durán.

La cinta, que se estrenó esta semana en la plataforma de Mowies.com, además habla de quién y cómo se crean las 'fake news' o noticias falsas, desmantelando con un tono de humor una serie de estrategias para que los internautas caigan en estas redes.

Santiago Rivas será el protagonista de este largometraje, en el que con ayuda de expertos irá descubriendo una sociedad “bulímica de información”, como lo señala el director en diálogo con EL NUEVO SIGLO. Durán habla sobre la creación, investigación y rodaje de esta producción.

EL NUEVO SIGLO: ¿De qué trata No trague n’tero?

ALEXIS DURÁN: Es un documental satírico y pedagógico con el que se quiere mostrar a los espectadores cómo los consumidores digitales de hoy están enfrentando peligros. Estamos en la época de la información, en la que se capta información nuestra y es usada después para hacernos comprar y creer en diferentes cosas, en política o en el aspecto espiritual.

Entonces la cinta, de manera cómica, quiere enseñarle a la gente cómo los que han construido esta red están jugando con nosotros y si no aprendemos cuál es el juego de ellos, nos van a dominar siempre. Mientras seamos analfabetas digitales, vamos a seguir a merced de todas esas plataformas digitales. 



ENS: ¿Cómo nace la idea de hacer un documental sobre las 'fake news'?

AD: Todo inició en 2016 cuando empezaron todas las elecciones de Estados Unidos. En ese momento comenzaron a rondar un montón de noticias falsas alrededor de los dos candidatos y me impresionó una en especial en la que decían que Hilary Clinton tenía una red de pederastas y pornografía infantil, que operaba en el sótano de una pizzería y obviamente era tan absurda la información, que todo el mundo lo desmintió. Pero la noticia falsa quedó en los medios y eso hizo que tres meses después un señor llamado Edgar Madison, que no había visto que lo habían desmentido, cogió sus armas y fue a defender a los niños, supuestas víctimas del abuso sexual y entró a este sótano y empezó a disparar como loco. Ahí me di cuenta que las noticias falsas se generan independientemente en qué país vivamos porque aquí también en Colombia tuvimos ese tipo de ansiedad con las campañas políticas.

Sentí  que estábamos oyendo lo que queríamos oír, que están radicalizando nuestras decisiones, están oyendo qué es lo que buscamos en internet y lo están juntando con personas como nosotros.

Se le viene encima a uno una cantidad de informaciones para  moldear nuestra percepción del mundo y eso es lo que no puede pasar. De ninguna manera podemos ser analfabetas y tristemente eso es lo que está pasando.

ENS: El tema de las redes sociales y las noticias falsas ha estado pisando fuerte en plataformas como Netflix, ¿este será el nuevo protagonista en el mundo audiovisual?

AD: Creo que el mundo audiovisual lo que está haciendo es hablar de las cosas importantes e irrelevantes del momento en que vivimos y para mí es esta angustia digital, que no solamente la he vivido, sino también todo el mundo a mi alrededor. Creo que es un tema muy profundo, siento que no es un tema coyuntural, es algo de lo cual vamos a seguir hablando por mucho tiempo. De esto se ha hablado incluso antes de que existiera el internet, del peligro de las comunicaciones masivas.

Estamos conectados 24 horas del día, aún en la noche nos están llegando mensajes, entonces se arma un dilema muy grande de cómo manejar esta herramienta que se le dio a la humanidad. En las redes sociales nos está pasando que nos dieron una avenida de 20 mil carriles de ida y de vuelta, en la que todos consideramos que estamos manejando el internet y la información de la misma manera, pero la gente que está cometiendo infracciones no se está viendo, no sabemos quiénes son, están entre nosotros y mandan mensajes e información errónea.



Por eso buscamos darle herramientas al consumidor digital para que sepa cuáles son las estrategias detrás de estas personas que están usando las redes para estos fines que no son democráticos.

ENS: ¿Cómo llega Santiago Rivas a ser el protagonista de la cinta?

AD: Yo estaba en una investigación con unas psicólogas y llegamos a algo muy importante y es que este consumo excesivo digital en esta era está ligado con la ansiedad de la alimentación. Por eso busqué a una persona que sufriera de bulimia, uno de los casos principales del documental, y esta persona me dijo que se engordó por ir de dieta en dieta que le recomendaba su círculo de amigos y la gente que le rodeaba, lo que provocó que le causara pánico a la comida.  Entonces me decía que la manera como consumía internet y los medios digitales fue igual de desordenada que su alimentación. Cuando ya entendí esto también busqué un protagonista que supiera mucho de alimentación, que fuera ameno, divertido y, sobre todo, que también tuviera problemas de sobrepeso y ese fue Santiago.

ENS: ¿Cuál fue el momento o el caso que más le impactó en la grabación?

AD: Después de que ya había una investigación previa, con Santiago trabajamos el guión como unos seis meses y encontramos cosas increíbles, como por ejemplo que Santiago había caído en varias noticias falsas porque siempre había pensado que era alérgico a la leche o intolerante a la lactosa y que le sentaba mal, entonces solo tomaba leche de almendras. Así que decidimos hacerle una prueba y se demostró que él no era intolerante a la lactosa, solo había caído en una tendencia alimenticia digital del momento. Todo esto lo descubrimos en el rodaje, que duró cinco semanas, y ahí el documental cogió una línea muy interesante.

Fueron dos o tres años de investigación, al final nos dieron una fecha de estreno en las salas de cine el 28 de mayo del 2020, pero llegó el covid-19. Esperamos ocho meses y decidimos no alargarlo más, lanzándola en digital, que creemos es el ecosistema de esta película.

ENS: Alexis, entonces ¿cómo no tragar entero?

AD: No podemos esperar a que el Gobierno ponga censura, eso sería lo peor del mundo o que las alertas comiencen a aparecer, eso no va a pasar. Así que la única manera es que nosotros nos eduquemos, que comencemos a hablar de un lenguaje digital, de quién está detrás de todo esto y no solamente eso, que también eduquemos a nuestros hijos o a aquellos que no están tan empapados de este tema digital. Así será más fácil que no vuelvan a tragar entero.