De uno  cinco de cada mil bebés nacen en el mundo con cierto grado de pérdida auditiva o defecto de este sentido y con el paso del tiempo se va acrecentando. Lo más grave es que en la mayoría de los casos, los adultos no percibimos dicha situación, ya que no estamos atentos a las señales de alarma.

Así, identificar a los jóvenes más propensos a presentar una discapacidad auditiva, la cual puede interferir con la comunicación, la salud y el aprendizaje es el  objetivo de los exámenes de oído para niños en edad escolar (entre 5 y 18 años).

“Los niños en edad escolar incluso con una pérdida auditiva mínima corren el riesgo de tener dificultades académicas y de comunicación”, indicó el Doctor José Antonio Rivas, otorrinolaringólogo, otólogo y director de la Clínica Rivas.

El inicio de clases del calendario A en Colombia, resulta una ocasión crucial para alertar a la comunidad sobre la importancia de la prevención de los problemas auditivos en los escolares.

En los primeros cinco años de vida, el desarrollo del sentido del oído es crucial, pues una pérdida leve o parcial puede afectar el lenguaje. “Nos encontramos frecuentemente que los papás consultan normalmente con el especialista cuando los niños tienen dificultades con el aprendizaje, e infortunadamente se ha perdido un tiempo precioso en la detección temprana”, aclara la Dra. Adriana Rivas, audióloga de la Clínica Rivas.

Cualquier grado de pérdida del oído puede afectar el desarrollo educativo de un niño. Los niños en edad escolar incluso con una pérdida auditiva mínima corren el riesgo de tener dificultades académicas y de comunicación.

Para evaluar la capacidad auditiva de los niños y jóvenes, el médico se basa en un examen físico y en el estudio de los antecedentes médicos completos, además, de diversos tipos de pruebas de la audición, algunas de las cuales pueden utilizarse a cualquier edad, mientras que otras se escogen según la edad de los niños y su capacidad de comprensión.

 Algunas causas

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que aproximadamente de uno a cinco de cada 1.000 bebés nacen con cierto grado de pérdida auditiva o defecto en la audición.

Hay ciertas razones comunes que indican mayor predisposición a la pérdida auditiva:

·         Nacimiento prematuro con peso menor a 1.500 gr.

·         Haber permanecido en la unidad de cuidados intensivos neonatales por más de 48 horas.

·         Bilirrubina alta que haya requerido transfusión.

·         Consumo de medicamentos que pueden provocar la pérdida auditiva.

·         Historial familiar de pérdida de la audición en los niños.

·         Complicaciones durante el parto, trauma de cráneo por utilización de fórceps.

·         Infecciones frecuentes de oído; enfermedades infecciosas como la meningitis o el virus citomegalovirus (CMV).

·         Exposición a sonidos estridentes, aunque hayan sido de breve duración.

 Síntomas

 ·         Habla limitada, pobre o total incapacidad de hablar

·         Falta de atención

·         Necesidad frecuente de incrementar el volumen de la televisión.

·         Incapacidad de responder a un nivel auditivo de conversación normal o respuestas inapropiadas durante una conversación.

·         Pedir a los demás que le repitan palabras

·         No entender conversaciones

·         Aislamiento social

·         Cansancio y estrés

·         Tener problemas en las relaciones con los demás.

 Cabe desatacar que la consulta con el especialista en oídos para un chequeo es la mejor medida de prevención ante eventuales dificultades auditivas.

¡Así oímos!

En condiciones normales, el proceso de la escucha ocurre de la siguiente manera:

1.    El oído externo recoge los sonidos y las vibraciones conduciéndolos a través del canal auditivo hacia el tímpano;

2.    Las ondas sonoras hacen que vibre el tímpano

3.    Los tres huesecillos del oído medio (martillo, yunque y estribo) trasmiten y amplifican las vibraciones hacia la ventana oval del oído interno. Las pérdidas conductivas normalmente tienen lugar en el área del oído medio.

4.    En el oído interno, un líquido estimula las terminaciones nerviosas llamadas “células ciliadas”. El deterioro de estas células es la causa principal de las pérdidas auditivas neurosensoriales.

5.    Las células ciliadas envían impulsos eléctricos a través del nervio auditivo hasta el cerebro.

Es recomendable hacer un completo examen auditivo a los niños en edad pre-escolar y escolar, ya que cualquier pérdida leve o parcial de este sentido afecta su comunicación y rendimiento.