Mas de 120 osos de acrílico, uno por cada país, invadieron una plaza de La Habana como símbolos de tolerancia y paz entre los pueblos, coincidiendo con medidas de flexibilización de Estados Unidos hacia Cuba.

"Coincide, y esa coincidencia como todo el mundo del arte y la cultura es feliz, sobre todo porque la exposición tiene como título la tolerancia, algo que no me interesa tanto como el concepto de respeto. Yo no quiero ser tolerado, quiero ser respetado", dijo a la AFP el historiador de La Habana Eusebio Leal.

El gobierno estadounidense puso en vigor una serie de flexibilizaciones de viajes, comercio, envío de remesas y otros, que, sin eliminar el embargo decidido hace más de 50 años contra la isla, significan el mayor acercamiento a Cuba en medio siglo.

La muestra, auspiciada por Naciones Unidas y Alemania, ha recorrido ya más de 30 países y presenta a los osos de tamaño natural, tomados de la mano como símbolo de amistad.

Colocados por orden alfabético de los países, menos de 10 metros separan al oso cubano, pintado como un habano, y al de Estados Unidos, verde, con la corona y la antorcha de la Estatua de la Libertad.

La iniciativa United Buddy Bears nació en 2001 en Berlín de manos de los artistas Eva y Klaus Helitz, y se fue extendiendo a partir de entonces. Cada pieza está decorada por un artista del país que representa.

"Los osos son un mensaje de paz, tolerancia y comprensión entre los pueblos, las culturas y las religiones", dijo una presentadora en la inauguración de la muestra ante dos centenares de personas en la Plaza de San Francisco de Asis, en La Habana Vieja.

El embajador de Alemania en Cuba, Peter Scholz, señaló que la muestra coincide también con el 40 aniversario del restablecimiento de las relaciones entre su país y Cuba.

"Se aviene bien con esa fecha que en estos días se pueden observar señales de distensión y normalización en la región", enfatizó.

Eva Herlitz, presente en la apertura con su esposo Klaus, dijo que "los Osos Buddy están aquí mano con mano, haciendo visible así el sueño que, según creo, compartimos todos los presentes, que las personas de todo el mundo pudieran estar así, tomadas de la mano".

Un cartel destinado al público asistente aclara que los osos "representan a los países y sus culturas, no a los sistemas políticos".