Perspectivas. Una colombiana, la mejor en danza árabe del mundo | El Nuevo Siglo
Galeano es referente artístico mundial, gracias a su destacada participación en el Oriente.
Cortesía
Sábado, 3 de Septiembre de 2022
Redacción Cultura

Con la mirada puesta en el objetivo, la colombiana Catherine Galeano logró lo que muchas artistas desearían alcanzar. Con tan solo 26 años se convirtió en la mejor bailarina de danza árabe del mundo, un reconocimiento otorgado por Raqs Of Course, el festival más importante en el tema, que cuenta con la participación de bailarinas provenientes de todos los rincones del planeta. 

Esto significa un hito en su historia artística, pues nunca una colombiana había logrado obtener el mayor reconocimiento en este evento, pero Catherine Galeano lo logró gracias a su interpretación y técnica en el escenario.

Motivada por su intuición, su seguridad y sus ganas de triunfar, se fue por sus propios medios al Oriente. Con mucho esfuerzo compró boletos en febrero de este año y cuatro meses después viajó con la certeza de que no regresaría con las manos vacías. En un país lejano, sin el calor de sus padres y de sus dos hermanos, esta mujer aguerrida se enfrentó a otras culturas, a otro idioma y a miles de bailarines que buscaban el premio. Regresó triunfante y su nombre es noticia; su historia es un ejemplo de vida y su talento es referencia mundial.

“Yo siempre tuve claro que deseaba ser una bailarina de competencia, mi sueño es convertirme en una bailarina de talla internacional. Para llegar al Raqs Of Course estuve preparando esta coreografía por dos años, porque para los jurados es muy importante que se haga una buena interpretación de lo que es la cultura árabe, una cultura que no es mía, pero a la que me acerco con todo el respeto y admiración”, sostiene la joven.

Tenía tan solo cinco años cuando supo que la danza oriental sería la mayor pasión de su vida, aquella que le ha dado infinitas alegrías, pero también lágrimas, noches de desvelo, sacrificios y el valor para adentrarse a una cultura diferente a la occidental.

Pero ella sabía que el camino era espinoso y aun así no se detuvo. Cuando la pandemia congeló los planes de muchos, ella se afincó con más fuerza a su sueño. Durante dos años se preparó, perfeccionó su técnica, ahorró dinero y visualizó su viaje a El Cairo, en Egipto, de donde regresó con el título para demostrar que los sueños se cumplen pese a los obstáculos.

“Por supuesto que no fue nada fácil, fueron muchos meses de práctica, muchas horas de estudio, de entrenamiento, tiempo entregado al baile, desvelos, lágrimas, cansancio y  sentimientos encontrados, pero soñar con participar en la competencia y mostrar mi danza me mantenía firme. Con disciplina y constancia se logran las cosas. Siempre tuve claro que deseaba ser una bailarina de competencia, mi sueño es convertirme en una bailarina de talla internacional”, confesó la artista a EL NUEVO SIGLO.

Danza que enamora

Galeano explicó que la danza árabe o la danza de vientre está presente en todos los países árabes y que es un baile “de celebración, que se encuentra en las fiestas y en los ritos importantes en esta cultura”.

La danza oriental, que mezcla elementos de diferentes países del norte de África y Oriente Medio, es considerada la más antigua del mundo. Sin embargo, sus orígenes precisos son desconocidos. Raqs Sharqui, cuyo significado es danza oriental, es el nombre con el que se le conoce en los países árabes.

El Raqs Of Course es el encuentro más importante para los amantes e intérpretes de la danza árabe en todo el mundo. Se lleva a cabo de manera presencial la última semana de junio en El Cairo, Egipto, y cuenta con espacios de formación, encuentro y competencia, la cual se desarrolla en dos fases eliminatorias. En ese contexto, estando en el país árabe, Catherine Galeano compartió con reconocidas bailarinas, maestros y maestras, viviendo toda una experiencia de intercambio artístico, pedagógico y cultural.


Le puede interesar: Perspectivas. Daivan, motor para que Darién sea Reserva de Biósfera


Tras presentar la primera coreografía en vivo, y lograr el paso a la final, desplegó todo su talento para quedarse con la corona, la cinta y el papiro, al interpretar una de las piezas de música clásica oriental más relevante: Enta Omri de Oum Halthoum. Para Catherine, esos cinco minutos danzando el clásico fueron los más intensos que ha vivido como bailarina.

“Un clásico que adoro y el jurado calificó en esa interpretación la ejecución de los movimientos, la técnica, la sinfonía del cuerpo, el profesionalismo y la expresión corporal”, afirma.

En su opinión, para ser una buena bailarina no solo basta con tener un cuerpo bonito, delgado, tonificado; también se requiere disciplina, seguridad, fe, direccionamiento y muchas ganas de intentarlo una y otra vez.

“Es un arte que quizás en Latinoamérica tiene otros parámetros. No es solo tener movimiento de caderas, tener un cuerpo bonito y bailar. Una artista árabe profesional debe dominar la técnica, la musicalidad, la interpretación, tener una buena ejecución, lectura musical, expresar sentimientos en el escenario. Se requiere de mucho esfuerzo físico, mental y económico”, explicó.

Primeros pasos

Nació en un barrio popular al sur de la ciudad y sus primeros pasos artísticos los dio desde muy jovencita. Recuerda que a los 12 años recibió la orientación de la maestra Laura Rubiano y posteriormente se formó con las guías brasileras Mahaila El Helwa y Priscilla Belle, quienes la impulsaron en su carrera profesional.

Actualmente esta bailarina de danza árabe es profesora con énfasis en ballet clásico de la Facultad de Artes ASAB y directora del grupo institucional de danza oriental del Centro de Gestión Cultural de la Universidad Javeriana. Tras 15 años de trayectoria y formación profesional en este género dancístico, ha recibido varios reconocimientos en festivales nacionales como el Festival Distrital de danza Oriental Oasis, el Bogotá Bellydance Festival 2018 y 2019 y el Menaht Festival de danza árabe de Medellín. A nivel internacional ha participado en el Essencia festival 2019 (Brasil), el Orientalísimo 2021 (España), el Priscilla Belle Cup IV 2021 (Brasil) y este último, el de Raqs Of Course (Egipto).

El reconocimiento también es para sus padres: Fabián y Zoraida, quienes la apoyaron en su lucha artística. Fueron ellos los que hicieron que germinara esta ilusión cuando la inscribieron en la escuela Ritmos Latinos, donde aprendió a bailar salsa, merengue y bachata. Al pasar los años, se dejó seducir por los ritmos árabes que la cantante Shakira empezaba a mostrar en la televisión.

“Poco a poco me enamoré profundamente de la danza oriental, de toda la técnica, de  la cultura árabe y a partir de allí decidí darle forma a mis sueños y hacerlo de manera profesional”, relató.

La danza árabe es su vida, refiere con orgullo la joven que inspira a otras: “Este camino me ha dado lágrimas, alegrías, felicidad. Creo que ha sido la decisión más bonita que he tomado en mi vida como profesional y personal. Me ha permitido hacer y expresar lo que es Catherine Galeano, a través de la danza puedo ser yo misma”.