Premio Cervantes al poeta chileno Nicanor Parra | El Nuevo Siglo
Lunes, 23 de Abril de 2012

El heredero de la Corona española, el Príncipe Felipe, entregó este lunes el Premio Cervantes al poeta chileno Nicanor Parra, que no pudo asistir a la ceremonia debido a su avanzada edad, por lo que en su lugar lo recogió su nieto, Cristóbal Ugarte.

 

Ugarte se encargó, en nombre de su abuelo, de agradecer el premio con un discurso plagado de referencias literarias, en el que alternó versos de las poesías y antipoesías de Parra ya que, dijo, "fueron estos lo que merecieron la cariñosa atención del jurado para considerarlo acreedor al llamado Nobel de las letras hispanas".

Parra, de 97 años, que también es físico y matemático, es considerado creador de la "antipoesía", caracterizada por el uso de un tono mundano y sencillo para hablar de temas cotidianos.

 

"Los premios son como las dulcineas del Toboso. Mientras más pensamos en ellas, más lejanas, más sordas, más enigmáticas. Los premios son para los espíritus libres, y para los amigos del jurado", leyó Ugarte.

 

"En estos momentos y en la distancia mi abuelo se formula la siguiente pregunta: '¿Se considera usted acreedor del Cervantes?'. 'Claro que sí' '¿Por qué?' Por un libro que estoy aún por escribir'", sentenció el nieto del poeta, en una ceremonia, presidida por el Príncipe Felipe, en sustitución de su padre el Rey Juan Carlos, convaleciente de una operación de cadera.

 

"Nicanor Parra es mucho más que un provocador", dijo Don Felipe, en un acto celebrado en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, cuna del escritor Miguel de Cervantes, autor del Quijote.

"No trata sólo de desconcertar; quiere comprender la realidad y urgir a los demás a que, salvando el abismo que existe entre arte y vida, acompañen su arriesgada cruzada", añadió el Príncipe, en presencia, entre otras personalidades, del jefe del gobierno español, Mariano Rajoy.

 

Parra es el tercer literato chileno que gana el Premio Cervantes, considerado el mayor galardón de las letras hispanas, después que en 1999 fuera para el ensayista Jorge Edwards (1999) y en 2003 para el poeta Gonzalo Rojas, recientemente desaparecido