"Queremos hacer un teatro popular" | El Nuevo Siglo
Sábado, 9 de Marzo de 2013

Con 25 años, Ditirambo teatro se ha fortalecido como una de las instituciones claves en impulsar las artes escénicas y en hacer un teatro responsable en el país. Para este festejo, inauguraron hace unos días un nuevo escenario en Bogotá, ubicado en el barrio Galerías, en donde el público amante de las tablas y de las historias con un mensaje de por medio, tendrá la oportunidad de disfrutar con Pequeñas traiciones “una comedia de dos horas, con 15 actores; la historia se basa en un dictador latinoamericano y cómo los conspiradores tratan de derrocarlo. La obra es una beca del Ministerio de Cultura que obtuvimos en el 2012, y la estamos presentando en la nueva sede en la Cra. 26 No 50-66, pero en la sede antigua seguimos en temporada con Ni mierda pal perro” comentó su fundador y director, Rodrigo Rodríguez a EL NUEVO SIGLO.

Con esta puesta en escena y la apertura de un nuevo espacio, Ditirambo continúa trabajando por uno de sus objetivos: crear un teatro asequible, que lo puedan disfrutar todos, siguiendo “una metodología de trabajo que se aplica al texto, a las expresiones, al actor, a la dirección” asegura Rodríguez.

Así mismo, Ditirambo se ha encargado de trabajar en torno a un teatro popular, mestizo y analógico. “Por un lado está lo popular, que tiene que ver con que sea asequible a la gente, no solo por costo sino también por contenido, que el espectador se identifique pero que también esa historia incluya un poco de poesía popular; lo mestizo tiene que ver con lo interdisciplinar, con el conocimiento, nosotros mezclamos filosofía y teatro, ciencia y arte, entonces con lo mestizo no solo nos referimos a lo racial sino a la convergencia que somos capaces de hacer para que lleguemos a aceptarnos como mestizos. La analogía quiere decir en qué nos parecemos, y haciendo un trabajo de comparación trabajamos los textos de varias formas. Esos tres conceptos se unen y gracias a esto hemos venido construyendo teatro durante estos 25 años” agregó Rodríguez en conversación con EL NUEVO SIGLO.

El crecimiento de esta casa teatral ha sido lento pero seguro. “Ditirambo obtuvo una beca de creación por pequeñas traiciones, pero yo logré obtener otra beca gracias a mis obras, y esto es muy importante para un país y un teatro porque lo que queda es la dramaturgia, además, es que esa escritura siempre trabaja temas de desigualdad social. La idea es que tenga un trasfondo filosófico, económico, político, en fin” dice Rodrigo Rodríguez.

Así mismo, le sigue apostando a los nuevos talentos, los que se preparan y ven en el teatro una herramienta cultural y de aprendizaje: “Actores hay miles, pero pocos somos artistas y ahí está la diferencia. Hay que estudiar, hacer 150 funciones al año mínimo, pero no hay actores de televisión o teatro, hay actores y si no se desenvuelve bien en donde participe, no lo es. Obviamente han aumentado los egresados de las escuelas y también los espacios para que se muestren, por eso decidimos abrir esa sede para que la gente se acerque al teatro, entonces estamos haciendo nuestra labor y arriesgando todo lo que tenemos. Nos unimos a la aventura de hacer un teatro popular, nada farandulero pero sí de interés para la gente”  afirma Rodríguez a El NUEVO SIGLO.

Para continuar con su celebración Ditirambo tendrá durante todo el año funciones que seguramente llenarán sus espacios de expresión artística: “Llevamos 15 días con nueva sala, ahora esperamos que en los próximos años las personas puedan disfrutar de este espacio, la idea es hacer más teatro y pasarla bien. Este año vamos a presentar una obra que se llama Corrido desafinado, en Diego para su Frida, además, Cinco razones para partir, en donde están cinco mujeres en escena en cinco situaciones distintas de por qué las mujeres abandonan algo. Finalmente queremos consolidar y difundir el teatro con ese estilo analógico, poderlo compartir con otros grupos ya sean nacionales o internacionales” concluye el director de Ditirambo.