El maridaje es el matrimonio perfecto, la combinación precisa de sabores y texturas, que busca exaltar el estilo gastronómico y degustar múltiples sensaciones y aromas. Vinos blancos, tintos, rosados, espumosos, dulces y la cerveza, acompañados con un queso en específico, resultan un deleite para el comensal. Cada combinación y receta plasmada en el libro creado por el reconocido chef Nacho Cajio, viene con un recuadro titulado “Buena compañía”, donde describe la bebida acompañante y un breve resumen de notas de cata, en la cual explica las razones por las cuales ésta va bien con el plato de la receta.
Editado por María Lía Neira de MNR Ediciones y Comunicaciones, contiene 119 fotografías y 35 recetas. Es una espectacular edición de lujo, en la que Alpina hace un recorrido desde la selección del ganado y la leche, pasando por los procesos de manufactura, hasta llegar al consumidor con el maridaje perfecto entre los quesos, las bebidas y las comidas.
A la hora de disfrutarlos, quesos y vinos blancos encuentran en las frutas frescas sus grandes aliados. Esta trilogía de sabor es inigualable y está presente en cientos de preparaciones o en simples conjunciones que dan como resultado una afortunada comunión que no deja de sorprender.
En el mundo de la gastronomía es frecuente encontrar ensaladas con fresas, uvas, peras, duraznos, manzanas y algunas frutas tropicales combinadas con quesos frescos como complemento de múltiples recetas que son ideales para acompañarse con un vino blanco.
Cepas como Sauvignon Blanc, Pinot Grigio, Riesling o Albariño, bien refrigerados y servidos en copas de cristal, invitan a mezclarse con quesos de una fondue o una quiche Lorraine preparada con Mozarella y el Sabana o el Azul y el Camembert.
Los tintos son amigos indiscutibles de los quesos. Desde los frescos hasta los grandes maduros se mezclan de forma ideal con un Gruyere, un Sabana o un Holandés. Los vinos de este color de buena curada se asocian inmediatamente con el queso Machengo, clásico representante español, con un Emmental o un Pecorino que pueden hacer parte de un apetitoso soufflé. Esto sin olvidar al Provolone a la parrilla o al Parmesano como parte de una preparación contundente.
Para los rosados y los dulces no hay nada mejor que el queso Brie, el Camembert y la mayoría de quesos para untar.
La cerveza, por su parte, encuentra en los quesos compañeros ideales a la hora de celebrar el buen comer y el buen beber. Los cremosos como el Azul son perfectos para la bebida de color claro y sabor delicado; un queso Machengo se relaciona con una cerveza roja o de abadía, y los Sabana, Mozarella y Emmental con una tipo Lager.
Por otro lado, las hierbas aromáticas y los quesos potentes como el Tilsit ahumado y el Provolone se relacionan con cervezas negras para lograr un ensamble de deliciosos sabores en perfecta armonía.
El libro incluye un completo recetario con los sabores, texturas y aromas de los diferentes quesos de Alpina y se convierte en el regalo ideal para esta Navidad.
Quesos, experiencias para compartir es una continuación del primer libro llamado Expertos queseros, que en el año 2010 ganó el premio al mejor libro de quesos del mundo en el Gourmand World Cook Book celebrado en Francia.