Sergio Nicolás Aguirre vibra con su arpa y Herencia musical | El Nuevo Siglo
Foto archivo particular
Sábado, 7 de Julio de 2018
Claudia Beltrán

La música es vida. Así la define Sergio Nicolás Aguirre Gómez, quien a sus 19 años es conocido como uno de los mejores arpistas juveniles de Colombia. Un amor que no fue nato, sino de esos que se desarrollan con el tiempo y tal vez con un poco de insistencia materna.

Nacido en Bogotá, el 21 de junio de 1999, desde muy pequeño empezó a mostrar su talento musical. En las frías montañas capitalinas, los sonidos del llano siempre acompañaron su vida. Sergio es hijo del conocido maestro Hildo Ariel Aguirre Daza, músico, arpista, gestor cultural y director de la Academia Llano y Joropo, y de Margaret Gómez, quien tenía claro que él iba a ser un músico.

Con tan solo cinco años participa cantando en una pieza musical del disco “Navidad Llanera” producido por la Academia Llano y Joropo. Guiado por su padre e incentivado por su madre, Sergio empieza su acercamiento a la interpretación de instrumentos musicales. Las maracas fueron su primer elemento y definitivamente uno que no le ofrecía una satisfacción o gusto.

“Debo reconocerlo, a mí la música no me gustaba mucho. Entonces mi mamá me empezó a coger desde pequeño: mira Sergio que tales” y yo. bueno, me fui con las maracas mientras tanto. Tuvimos un grupo que se llamaba Cuerdas al Viento y logramos hacer muchas presentaciones por Colombia en Neiva, Quibdó, Honda y se fue alargando la cosa”, comenta Sergio.

Con tan solo 7 años de edad, Sergio empezó a incursionar en el mundo de la música con el grupo infantil Cuerdas al Viento.  Esta agrupación conformada por hijos de músicos y estudiantes de la academia, en la cual también participaba su hermana Tatiana, más conocida como la Tata Aguirre, logra presentarse en las mejores salas de concierto de Bogotá y Colombia, además de realizar una gira de conciertos con el Banco de la República por diferentes ciudades colombianas. Sergio desempeñaba el papel de maraquero. Cansado de éstas le presentaron su segundo instrumento, el Cuatro Llanero, otro ensayo fallido.

Aun así, con el grupo Arpas de Colombia de la Academia Llano y Joropo realiza una grabación musical como cuatrista, en el año 2008, donde interpreta 14 temas. Y eventualmente en el año 2009 realiza el trabajo discográfico “Talento puro” con el Grupo Cuerdas al Viento donde interpreta las maracas en 12 temas.

Finalmente dos años después conoció el Arpa Llanera y su encuentro con este sí fue amor a primera vista, logrando que su aversión a la música fuera dejada de lado. Desde esa época no se le ha apartado y admite que mucho de su éxito tiene sus bases en la estricta educación de Margaret, quien siempre lo impulso a practicar, incluso a veces a regañadientes.

“Por fin como a los 11 años, yo dije bueno vamos a probar con el arpa es el último instrumento que me queda, y me enamoré completamente. Mi mamá fue muy estricta, a ella se lo debo, fue un camino diferente pero se logró. Al comienzo yo empezaba a ensayar con mi papá, quien me daba las clases, y como a la media hora yo ya estaba por ahí dando vueltas, en la nevera buscando comida. Ellos decían pero este muchacho no tiene juicio y ah, pero es que tengo mucha pereza de aprender. Bueno seguí y seguí y como a los dos años ya fueron dando fruto las cosas y ya le fui cogiendo gusto”, dice Sergio.

Archivo particular

Dedicación y triunfo

Desde el año 2010 Sergio se dedica al aprendizaje del Arpa bajo la tutela de su padre, el maestro Hildo. Ese mismo año gana como mejor arpista infantil en el XIX concurso Academia Llano y Joropo, seguido del triunfo en marzo de 2011 en el Festival Internacional Infantil de Arpa en Villavicencio, donde ocupa el Segundo lugar en la categoría infantil. Un año después y con solo 12 años de edad se corona como Mejor Arpista en Villavicencio en el Festival Internacional Infantil y Juvenil del Arpa.

A partir del 2014 Sergio ha participado como invitado especial en el Encuentro Internacional Maestros del Arpa que se desarrolla en Bogotá. Convertirse en uno de los maestros de arpa es un proceso de mucha voluntad, por ello Sergio asegura que “cuando uno quiere lograr un objetivo, el esfuerzo y la perseverancia son la clave, no hay de otra.”

En el 2015 Sergio es invitado a una gira de conciertos por los Estados Unidos por Harping for Harmony y después viaja a Irlanda al festival de Arpa Celta International Harp Festival - An Chúrt Chuittreachta, patrocinado por el Ministerio de Cultura y la Fundación Salvi. Seguidamente en 2016 participa en el XI Rio Harp Festival en Rio de Janeiro Brasil. Para 2017 Sergio se presenta y gana la convocatoria nacional del Ministerio de Cultura para participar en las Temporadas Cruzadas Colombo-Francesas. Teniendo un concierto como arpista solista en el Teatro de la Filarmónica de París, evento que contó con la asistencia de los presidentes de Colombia y Francia, habiendo recibido los más grandes elogios por su grandiosa interpretación del Arpa Llanera. Ese mismo año gana la convocatoria del Banco de la República como Jóvenes Intérpretes 2018.

Representar a Colombia y a la música llanera para Sergio es un honor, quien asegura que “realmente esto me llena de orgullo. Saber que un joven puede llevar el arpa a rincones del mundo donde ni siquiera la conocen. Estoy muy agradecido con mi familia que siempre me ha apoyado y mucha felicidad, estoy muy contento con eso.”

Agrega que “en este momento la música hace parte de mí, ya no la puedo soltar por ningún motivo. Es algo que me llena. Claro que ahora estoy pensando en hacer una carrera distinta a la música pero sin dejarla, siempre de la mano.”

Así mientras Sergio planea estudiar Lenguas Modernas, lanza su primer trabajo discográfico titulado Herencia, el legado que le deja su padre y que ha sacado adelante con el grupo del mismo nombre, donde incluye la interpretación de su canción favorita “Lamento del Joropo”, composición del maestro Hildo.

“Mi nuevo CD, bueno el único que tengo, salió a principios de julio. Es una obra derivada de la música llanera con unos arreglos de mi autoría. Ser arreglista es muy difícil y hay que ser muy curioso. Llegar a ser compositor es más complejo, hay que abrir la mente muchísimo y estoy en esa faena todavía, me cuesta un poco de trabajo pero hay que luchar por eso. Yo creo que uno siempre quiere dar lo mejor de sí y lastimosamente casi nunca uno está satisfecho con su labor, entonces esa motivación hace que uno empiece a mirar todo el contorno que lo rodea y dar lo mejor para sacar un excelente trabajo para la gente”, comenta Sergio.

Sergio es un joven que considera que siempre es necesario mejorar, que todavía tiene mucho por aprender y mucho camino por recorrer en la música, junto con su grupo Herencia y su familia.