Modelo, virreina universal, empresaria y una excelente madre, parece que no hay ‘asignatura’ que Paula Andrea Betancur no pase con notas altas. Una mujer imparable, luchadora y verraca, capaz de demostrar que familia y trabajo pueden ir de la mano.

Tras 7 años de divorcio la paisa confiesa a EL NUEVO SIGLO que atrás quedó la herida y ahora su mente y corazón están preparados para recibir de nuevo el amor. “Pienso que todo está sanado. Más que heridas es dolor de perder algo tan importante que es la familia, pero ya recuperé la tranquilidad. Además la separación fue totalmente a conciencia, entonces me siento en paz”, manifiesta Betancur.

Lejos de creer que el ‘príncipe azul’ es un simple cuento de hadas, la modelo asegura que ha vuelto a creer en él y tiene las puertas abiertas.“Claro que creo que existe. Lo que pasa es que cada uno lo va armando de acuerdo a sus intereses, gustos y necesidades. Yo tomé la decisión de casarme muy temprano y cuando uno no tiene la madurez ni claridad suficientes pasan estas cosas; cuando creces empiezas a ver todo diferente”. Aunque afirma que no se arrepiente, pues “de todo se aprende”.

Hoy se siente una mujer renovada, llena de vitalidad, madura y con un ‘norte’ muy claro. “Ahora obviamente tengo mucha más certeza de lo que quiero y lo que no.  Entiendo que nada ni nadie es perfecto pero que existen personas maravillosas, que le pueden llegar a uno en la vida, dispuestas a entregar toda la tranquilidad, la paz y la armonía, que es finalmente lo que busco en este momento”.

La ‘reina eterna’ asegura que no hay razón para dejar de creer en el amor: “pienso que es lo más valioso que le puede pasar a un ser humano, que existe y es real”. Y continúa diciendo, “yo busco una persona que me brinde mucho amor, estabilidad, compañía, que esté en las buenas y en las malas porque de eso se trata una pareja”.

‘El hombre perfecto’, ‘de ensueños’, ‘príncipe azul’, o como se le quiera llamar, lo cierto es que Paula Andrea Betancur sabe que llegará. “Va a presentarse la persona que Dios quiere que esté en mi vida y cuando Él lo decida. A ese alguien lo espero con los brazos abiertos”.

Mamá ‘todera’

Su motivación para trabajar son sus tres hijos: Mateo, Salomé y Simón. Reconoce que ser cabeza de familia de tres adolescentes no ha sido fácil aunque sí una experiencia maravillosa. “Cada etapa de mis hijos ha sido hermosa, unas más duras que otras pero todas igual de lindas. Ahora en la adolescencia es duro porque están pasando por un cambio hormonal y son indescifrables; tienen el estado de ánimo muy cambiante y requieren mucha atención”, expresa.

Para ella verlos crecer ha sido una gran bendición y alegría, aunque manifiesta que como madre de tres hijos a veces quisiera que el hombre también se responsabilizara de aquello que en algún momento se comprometió, “pero no es algo que me atormenta porque no quiero ocupar mi mente, pensamiento y corazón en eso, cada uno tiene que ser consciente de lo que le corresponde en la vida”, dice.

Asimismo señala que no hay motivo alguno por el que ella desfallezca y deje de cumplir su rol de mamá. “Yo me ocupo de las necesidades de mis hijos, lo hago con todo mi cariño, trato de entregarles todo lo que dentro de mis capacidades está y cumplir con mis responsabilidades. No es fácil pero si uno lo hace con amor es mucho más llevadero”, afirma.   

Finalmente Betancur comentó al diario que continúa concentrada en su labor de empresaria, dedicada a la presentación de eventos y dictando charlas de protocolo, etiqueta e imagen. Aunque adelantó que próximamente lanzará nuevamente productos de su marca. /Catalina Jaramillo Uribe-Periodista de EL NUEVO SIGLO.