Una circunferencia vista desde cinco ángulos | El Nuevo Siglo
Lunes, 30 de Abril de 2012

Una muestra para exaltar las nociones que suscita el recorrido de una circunferencia en relación con los procesos creativos y las vivencias de los artistas, subyace en la exposición 360º.

En una circunferencia cuando se llega al grado 360 se termina un recorrido, pero a la vez existe la posibilidad de comenzar otro, hacia la misma dirección o hacia el otro lado, y esta es la premisa de trabajo en 360º de los artistas Luisa Adelfio, Gabriela Lascombes, Eva María Celín, Juana Hoyos, MK Semos y Hugo G. Urrutia.

“Las obras son el resultado de itinerarios espaciales, sensoriales y emotivos que les permite a los artistas vivir los accidentes de una trayectoria y volver siempre a lenguajes e imágenes con los que son capaces de expresar su experiencia de mundo. En síntesis, su trabajo responde a ciclos de creación”, expresó Ángela Royo, Directora de Latin American Art, entidad que, junto a la galería Casa Grau, organiza la exhibición que estará abierta al público hasta el 11 de mayo.

Los artistas del ciclo 360°

La italiana Luisa Adelfio elabora columnas en papel y parafina, intervenidas con símbolos y pasajes provenientes de la literatura. Las columnas que permanecen erigidas entre restos de ruinas arquitectónicas, así como las letras que componen la literatura universal, se presentan en estas piezas como estandartes de la memoria del ser humano. Estos elementos se muestran solemnes y eternos, trascendiendo los sucesos de la cotidianidad, como si fueran el soporte de historias que se repiten, historias de victorias y fracasos, propias o colectivas.

Gabriela Lascombes, de Argentina, asume la elaboración de cada una de sus piezas como una analogía de las experiencias de vida. Cada pieza comienza en un punto cero, en blanco, en el cual cada decisión tomada modifica las condiciones y circunstancias del trayecto. Las imágenes resultantes son registro de las posiciones tomadas ante el devenir de la imagen. Pero no son totalizantes o concluyentes, por el contrario, ostentan el potencial de seguir siendo transformadas.

En sus composiciones traslúcidas, la colombiana Eva María Celín se rodea y enriquece con el juego de luces y sombras. La artista hace uso de elementos del diseño de moda, las formas y texturas de tules, encajes y joyas para volver a las imágenes que le permiten experimentar un encantamiento sensorial y compartir con el espectador estas gratas percepciones de luz, textura y color.

MK Semos -Estados Unidos- y Hugo G. Urrutia –México- trabajan en conjunto desde 2005. En sus piezas confluyen intereses técnicos personales que transforman el sentido de su mutuo gusto por viajar. MK Semos registra con su cámara Holga puentes y edificios, símbolos de grandeza, ascenso y movimiento. Hugo G. Urrutia se encarga de preparar fragmentos arquitectónicos de madera y otros materiales experimentales sobre los cuales son impresos montajes y superposiciones de los negativos tomados. Este complejo proceso resulta en una conjunción de múltiples imágenes que se presentan como recuerdos de las incidencias y lecciones del viaje.

Y la colombiana Juana Hoyos en sus pinturas sobre seda recrea personajes que se muestran ansiosos por escapar o ser salvados de la rutina, la servidumbre y el compromiso. Lo accidentado de la técnica y la volatilidad del soporte evidencian el poco poder que el ser humano tiene frente a la posibilidad de controlar su existencia.