Ahora a vencer a Mineiro: 'Millos' sueña con Libertadores | El Nuevo Siglo
Foto: redes Millonarios
Jueves, 2 de Marzo de 2023
Redacción Web

Después de un primer tiempo jugado con el corazón y no con la razón, Millonarios logró darle la vuelta al marcador, vencer 2-1 a la Universidad Católica de Ecuador y avanzar a la tercera fase de la Copa Libertadores, en la que se verá las caras con el brasileño Atlético Mineiro.

Los azules, que sacaron un empate 0-0 en su visita a Quito hace una semana, tuvieron diez minutos de juego fluido, con control de balón, pero luego permitieron la reacción del rival, que dio muestras de no querer encerrarse a defender el cero, sino que buscó el arco rival, aprovechando los costados, por donde lo laterales locales dieron espacios.

Con el correr de los minutos el partido se hizo de ida y vuelta, aunque más con ganas que con técnica, a punta de pelotazos, algo que no es usual en el equipo dirigido por Alberto Gamero.

El desconcierto generado por ese afán de Millonarios de abrir el marcador de cualquier forma, olvidando la elaboración de juego, fue mayor cuando al minuto 39 el árbitro sancionó una pena máxima por mano clara de Daniel Giraldo. El extremo panameño del Trencito Azul quiteño, Ismael Díaz, se encargó de traducirlo en gol y silenció transitoriamente al Estadio El Campín.

Luego el partido se hizo áspero, vinieron las amonestaciones y la expulsión del zaguero Guerra del equipo de la visita y ni aun así el local logró equilibrar el tanteador antes de irse al descanso.

En el complemento, Millonarios remontó la serie con dos golazos colectivos anotados por el atacante Leonardo Castro (62 minutos) y el enganche Daniel Cataño (69).

Hasta el segundo tanto, los celestes fueron colectivos, sacaron e relucir el talento de Oscar Cortés, pero de ahí en adelante volvieron a cometer errores, a dar espacios, a regalar la espalda de los laterales y el elenco ecuatoriano, a pesar de estar en desventaja numérica se envalentonó y fue a buscar la paridad. Y, no la logró gracias a una espectacular atajada del golero Álvaro Montero, cuando ya se jugaba el tiempo de reposición.



Después de un primer tiempo jugado con el corazón y no con la razón, Millonarios logró darle la vuelta al marcador, vencer 2-1 a la Universidad Católica de Ecuador y avanzar a la tercera fase de la Copa Libertadores, en la que se verá las caras con el brasileño Atlético Mineiro.

Los azules, que sacaron un empate 0-0 en su visita a Quito hace una semana, tuvieron diez minutos de juego fluido, con control de balón, pero luego permitieron la reacción del rival, que dio muestras de no querer encerrarse a defender el cero, sino que buscó el arco rival, aprovechando los costados, por donde lo laterales locales dieron espacios.

Con el correr de los minutos el partido se hizo de ida y vuelta, aunque más con ganas que con técnica, a punta de pelotazos, algo que no es usual en el equipo dirigido por Alberto Gamero.

El desconcierto generado por ese afán de Millonarios de abrir el marcador de cualquier forma, olvidando la elaboración de juego, fue mayor cuando al minuto 39 el árbitro sancionó una pena máxima por mano clara de Daniel Giraldo. El extremo panameño del Trencito Azul quiteño, Ismael Díaz, se encargó de traducirlo en gol y silenció transitoriamente al Estadio El Campín.

Luego el partido se hizo áspero, vinieron las amonestaciones y la expulsión del zaguero Guerra del equipo de la visita y ni aun así el local logró equilibrar el tanteador antes de irse al descanso.

En el complemento, Millonarios remontó la serie con dos golazos colectivos anotados por el atacante Leonardo Castro (62 minutos) y el enganche Daniel Cataño (69).

Hasta el segundo tanto, los celestes fueron colectivos, sacaron e relucir el talento de Oscar Cortés, pero de ahí en adelante volvieron a cometer errores, a dar espacios, a regalar la espalda de los laterales y el elenco ecuatoriano, a pesar de estar en desventaja numérica se envalentonó y fue a buscar la paridad. Y, no la logró gracias a una espectacular atajada del golero Álvaro Montero, cuando ya se jugaba el tiempo de reposición.