El tenista serbio Novak Djokovic batió al español Rafael Nadal en un vibrante partido por 6-4, 3-6, 7-6 (11/9), 3-6 y 10-8 y buscará su cuarto título en Wimbledon en su primera final desde 2015.
En un partido magnífico de 5 horas y cuarto, que se disputó en dos días, el serbio de 31 años venció y se medirá en la final del domingo al sudafricano Kevin Anderson.
Nadal, en cambio, número uno mundial, perdió a los 32 años la oportunidad de disputar su sexta final del torneo y optar a un tercer título, además de igualar a Bjorn Borg como el único tenista de la historia en hacer tres dobletes Roland Garros-Wimbledon.
Al término del partido, el serbio, nº21 mundial, bromeó sobre su cansancio y el de Anderson, cuya semifinal con el estadounidense John Isner duró más de seis horas: "ya veremos si podremos jugar...".
"Él tuvo un día libre, que es mucho, ojalá yo hubiera tenido uno. Pero es como es, y para mí es increíble jugar una final de Wimbledon", añadió.
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La misma calidad del día anterior
El partido Nadal-Djokovic se suspendió el sábado a las 22H00 GMT cuando el serbio acababa de anotarse su segundo set (2-1).
Nada parecía haber cambiado en la reanudación, para bien del mejor partido que se ha visto en esta edición, con permiso del Nadal-Del Potro.
El encuentro estuvo a la altura de la rivalidad: ambos han jugado en 52 ocasiones -el cartel más repetido en la era prfesional-, con 27 victorias del serbio y 25 del español.
Los puntos se vendieron caros, costaban muchos golpes a una velocidad endiablada y las alternativas en el marcador fueron constantes.
Así, el primer juego de la reanudación duró 15 minutos, y se lo anotó Nadal con su servicio en la cuarta ventaja de que dispuso, y tras levantar dos bolas de ruptura de Djokovic.
Nadal rompió luego el servicio a Djokovic y pronto se encontró con un 3-0 a su favor. Pero el serbio se recompuso y empató 3-3.
Sin embargo, el mallorquín era consciente de que su supervivencia dependía de que se jugase un quinto set y pisó el acelerador, anotándose los tres juegos siguientes para llevarse el cuarto set por 6-3.
El quinto y definitivo set fue más igualado y ninguno era capaz de despegarse. Djokovic pudo hacerlo, pero desperdició una pelota de "break" para ponerse 5-3 con un mal "drive" que se fue a la red y Nadal acabó igualando 4-4.
Luego fue Nadal el que desperdició dos oportunidades de romper el servicio y ponerse 5-4 y servicio a su favor.
El regreso de Djokovic y de Nadal (sobre hierba)
Con el 5-5, sin posibilidad de juego de desempate en el quinto set y con ambos apurando sus fuerzas, el partido podía eternizarse, como ocurrió la víspera en la otra semifinal (26-24 para Kevin Anderson ante John Isner).
Finalmente, la primera bola de partido fue para Djokovic, con 8-7 y servicio de Nadal, pero, en un tenso ejercicio de supervivencia, el mallorquín se anotó el juego.
El serbio estuvo en cuatro ocasiones a dos puntos de ganar el encuentro, una situación de la que nunca gozó Nadal, y finalmente aprovechó su segunda bola de partido.
La noticia del partido fue que Djokovic volvía a ser el viejo Djokovic, en general -no disputaba las semifinales de un torneo grande desde 2016-, y que Nadal volvía a ser el buen jugador sobre cancha de hierba de 2011 y antes.
En 2012, una lesión de rodilla que le restó confianza en la superficie más exigente con esta articulación y a partir de aquel año, y hasta esta edición, el mallorquín había sido eliminado en octavos y antes por una letanía de desconocidos.