Kante, de la novena división francesa a final del mundial | El Nuevo Siglo
AFP
Miércoles, 11 de Julio de 2018
Alejandro Munévar

Enviado especial de EL NUEVO SIGLO

Al final del pasillo aparece un hombre en silencio y se mezcla con la alegría por la celebración de la clasificación a la final del Mundial de Rusia. Se trata de N´Golo Kante, uno de los 6 volantes que ha logrado ganarse el premio de MVP de la Premier League. Ese honor lo comparte con Steven Gerard, entre otros.

Es increíble pensar que un hombre de 1,68 de altura sea la gran figura del medio campo defensivo en estos días, teniendo en cuenta que se enfrenta a contrincantes que oscilan entre los 1,80 y 1,90 en cada partido y sale victorioso. Y, sí le ponen uno de su tamaño lo anula totalmente, o si no que lo diga Lionel Messi.

La historia de Kante, al igual que la de muchos deportistas está marcada por una tragedia que cambia su destino, una prueba por superar y un trasegar feliz, para ponerlo en términos filosóficos, los deportistas transitan por el viaje del héroe, así lo describiría el pensador suizo Carl Jung.

Kante nació a comienzos de los noventa en París, creció en un pequeño suburbio de la capital francesa en un segundo piso, se crió junto a sus padres que habían llegado huyendo de su patria Malí, y sus ocho hermanos. A sus once años su padre, quien era la persona que más lo alentaba en su sueño de ser futbolista muere. Desde entonces su madre se tuvo que dedicar a trabajar para sacar adelante a sus ocho hijos. N´Golo nunca más supo qué fuera que un familiar lo llevara al entrenamiento o que su madre asistiera al estadio, desde entonces encontró en su equipo de aquel entonces el  Jeunesse Sportive de Suresnes a una familia.

En novena

Es paradójico que el que hoy es considerado el mejor mediocampista defensivo del mundo, hace apenas ocho años no pudiera salir de un equipo de novena división porque nadie lo quería. Y es que a Kante nunca le faltaron condiciones, ni ganas, lo que le falta en estatura le sobra en espíritu, pero en ese entonces 2009-10 nadie creía que ese muchacho de 1,68 de altura pudiera ser un soporte de la defensa en el medio campo. Fue hasta 2012 que el Boulogne, un equipo de segunda división, haciendo un “tiro al aire” creyó en él.

Y, qué mejor manera de iniciar una conversación con ese punto de quiebre en su vida, cuando por fin un equipo profesional se había fijado en él. Kante habla un fluido inglés, el tono de voz es bajo, algo de timidez hay en este personaje: “recuerdo todos los momentos de mi vida en cuanto al fútbol, estar acá es un sueño, aunque a veces pienso y siento que no fuera cierto, me pregunto una y dos veces si es real lo que está pasando, me da miedo despertarme y que no esté acá”.

Su espíritu combativo es solamente uno de los atributos que más le halagan sus técnicos. “En mis compañeros de equipo siempre he encontrado una familia, corro y lucho por ellos, sé que con cada balón que recupere mis amigos, mi familia van a estar bien” con ese pensamiento quedan claras las razones por las cuales Kante corre y corre sin cansarse.

¿No se cansa? Hay risas en el cuarto y son de Kante: “Claro que me canso, pero lo siento apenas salgo del partido, mientras estoy en el campo no pienso en ello, la adrenalina es alta”.

Los franceses llegaron al Mundial tras haber perdido 3 a 2 con Colombia en su casa, mal resultado para el actual subcampeón de la Eurocopa, pero parece que les sirvió para encontrar sus fallas. “Colombia, perdimos con ellos, nos dimos cuenta que no somos invencibles y que no podemos relajarnos, a comienzo del Mundial nos relajamos en algunos partidos y nos marcaban así como pasó con Colombia, haber perdido con ellos nos unió más como equipo y nos llevó a ser mejores en algunos aspectos”.

Están en la final tras haberle ganado a Bélgica quieren la Copa como en 1998, ¿se la merecen? Antes de venir al Mundial en Francia tildaban al equipo de inmaduro y joven. “No voy a hablar de quienes mal han hablado de nosotros, pero seguro que van a tener que cambiar mucho de lo que escribieron, acá jugamos por nosotros, por la gente, por el país”.