¿Por qué en el fútbol colombiano no hay procesos? | El Nuevo Siglo
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Sábado, 2 de Noviembre de 2019
Redacción Deportes
Despidos, renuncias y malos resultados son algunos de los elementos del diario vivir de los equipos

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De los banquillos de la Liga Águila ll presentaron mucho movimiento en el transcurso del campeonato. En total, 14 entrenadores de 20 que disputaron el certamen fueron despedidos o renunciaron a sus cargos, la mayoría por falta de resultados.

Patricio Camps, Pablo Garabello, Luis Fernando ‘Chonto’ Herrera, Jorge Luis Bernal (despedido con Huila y Rionegro), Jorge Luis Pinto, Óscar Upegui, Humberto Sierra, Alexis Mendoza, Hernán Torres, Pedro Sarmiento, Eduardo Lara, Alexis García y Diego Corredor no finalizaron sus ciclos contractuales con los respectivos equipos que comandaban.

Está demostrado que en Colombia no se puede desarrollar un proceso y la situación que se da no siempre es culpa de los directivos. Sin lugar a dudas, los constantes despidos ocasionan que los altos mandos entreguen indemnizaciones que terminan siendo costosas. De igual manera, además de pagarle al entrenador saliente, gran parte de las zonas administrativas prefieren darle el puesto a un director técnico interino mientras finaliza el semestre para luego comenzar a pensar en un proceso para el siguiente torneo, dando por perdido el esfuerzo realizado.

Uno de esos ejemplos fue La Equidad, que le permitió a Alexis García cursar por todas las divisiones menores del plantel para integrar un ADN en el club y después dar el salto al primer equipo. Asimismo, Atlético Nacional alzó la Copa Libertadores y esto no ocurrió de la noche a la mañana pues Reinaldo Rueda terminó el planteamiento que inició años atrás Juan Carlos Osorio, trabajando sobre la base que le dejó el pereirano. Por otro lado, desde la salida de Rueda, los antioqueños no han encontrado su mejor versión ni en el juego ni en la parte administrativa pues les tocó iniciar en tablas otra vez un nuevo ciclo.

Nacional es uno de los equipos más ricos del F.P.C. y de América pero le costó bastante regresar al primer lugar de la Liga y no tiene asegurado la obtención del título. Si a un poderoso le causó esfuerzo encontrar juego vertiginoso y agresividad junto con una buena gestión administrativa a los otros conjuntos les costará aún más.

Otro plantel que está llevando a cabo un proceso en este momento es el Tolima de Alberto Gamero, que entendió como debe jugar ante los equipos grandes y sabe cómo manejarse cuando le desarman la plantilla en el mercado de trasferencias. De los 14 entrenadores que salieron de sus conjuntos en el Clausura, el que más tiempo había durado en su cargo era Diego Corredor, que a pesar de tener un mal semestre con Patriotas lo llevó en varias oportunidades a los cuadrangulares con una nómina corta. El exentrenador de los boyacenses duró tres años en su mando. Los constantes despidos en Colombia se dan en gran parte por el formato de los torneos cortos, que pide resultados inmediatos y planteamientos a corto o mediano plazo.

Como lo mencionó Jorge Luis Pinto tras la dolorosa derrota ante el América en el Apertura, el formato de Colombia no premia al primero, segundo o tercero como sí ocurre en otros países. No es un requisito ser primero en la Liga para alzar el título, de hecho, son más las ocasiones en las que equipos que vienen de debajo de la tabla logran dar con el trofeo que las que un plantel que ha estado puntero todo el campeonato se queda con la estrella. Esta situación la vivió el Millonarios de Miguel Ángel Russo, que se metió a cuadrangulares en las últimas cinco fechas del todos contra todos y le robó la presea dorada a Santa Fe, que había sido el mejor plantel en 2017. “El formato de Colombia debería darle un reconocimiento al primero, segundo y tercero de la tabla. Es muy triste terminar el campeonato en blanco después de ocupar el puesto inicial un largo periodo de tiempo”, afirmó el exentrenador de Cúcuta.

Además de los resultados inmediatos, el calendario obliga a los cuerpos técnicos a luchar el certamen con una nómina que debe estar armada desde el inicio del campeonato. Con un cronograma tan apretado por el tema de los cuadrangulares, las directivas tampoco tienen tiempo suficiente para crear una base sólida. Mientras que en Argentina o Brasil los equipos cuentan al menos con tres meses para empezar a pensar en un proyecto, en Colombia se cierra el mercado de transferencias pronto y en ocasiones planteles grandes van a la cantera a buscar algún jugador que termine siendo apetecido para venderlo lo más pronto posible. Este problema de calendario afecta notablemente a los clubes que disputan copa internacional, pues la falta de trabajo ve afectadas las nóminas que tienen que rotar en la Liga para evitar lesiones. El hecho de solo poder inscribir 25 jugadores al torneo local no le otorga al cuerpo técnico el espacio suficiente organizar la plantilla a su antojo.