En un encuentro de la Eurocopa 2016 entre Croacia y República Checa, el defensor, Corluka, sufrió un suceso que quedó marcado en la historia de su país. Días atrás, el central tuvo un choque cuando su selección se enfrentaba a Turquía, este golpe le ocasionó una herida en la cabeza.
El cuerpo médico pensó que la situación para el siguiente parido de Croacia ya estaría resuelto, sin embargo, en lugar de mejorar, se tornó un poco complicada. Corluka tuvo un nuevo roce que le volvió a abrir la herida en la cabeza, la cual no dejaba de sangrar.
Con la intención de detener el sangrado, el cuerpo médico le puso un vendaje, que no sirvió de mucho, pues el problema continuaba. Por consiguiente, encontraron en sus herramientas un gorro de waterpolo que le colocaron a Corulka.
El gorro fue efectivo, y el jugador paró de sangrar durante el encuentro, sin embargo, en el vestuario lo suturaron otra vez.