El brasileño Sao Paulo, en el que milita el atacante colombiano Santiago Tréllez, luchará por evitar que el argentino Colón de Santa Fe complete una de las grandes sorpresas de la Copa Suramericana cuando lo enfrente hoy.
El equipo brasileño está obligado a ganar de visita para revertir una serie que se le ha hecho cuesta arriba.
El conjunto ‘sabalero’ tomó una ventaja apreciable al imponerse por 1-0 en el inmenso Morumbí hace dos semanas, en un duelo en el que los rojinegros plantearon resistencia al dominio paulista, y acertaron con una estocada del volante Matías Fritzler a los 80 minutos para situarse a las puertas de los octavos de final, dejando a los dirigidos por Diego Aguirre al borde del nocaut.
La histórica victoria en Sao Paulo encendió una fuerte expectativa en Santa Fe, y se prevé que acudirán más de 35.000 personas al desquite en el ‘Cementerio de los Elefantes’, tal como se conoce al estadio de Colón, porque décadas atrás solían caer allí grandes equipos como el Santos de Pelé, que dejó un largo invicto en ese reducto.
El panorama le sonríe al local, que se clasificará a la próxima etapa con un triunfo o un empate, mientras que una caída por la mínima forzará los penales.
De su lado, Sao Paulo necesita imponerse por dos tantos para dar vuelta la llave, o bien por uno de diferencia si es que anota uno o más goles en suelo santafesino.
Más allá de haber igualado 0-0 con Patronato de Paraná el fin de semana pasado, en el arranque de la Superliga argentina, Colón se enfocó a pleno en la Copa Sudamericana, y para este encuentro contará con la reaparición de dos titulares, el defensor Guillermo Ortiz y el volante paraguayo Marcelo Estigarribia, recuperado de una dolencia.
“Quedan por jugar 90 minutos en nuestra casa, con la gente ilusionada. Sabemos que va a ser un partido difícil, pero vamos a salir a atacar, a buscar el gol. Es un partido difícil y hay que saber jugarlo, como lo hicimos en Brasil, tenemos que entender las necesidades que va a tener el rival”, dijo el entrenador ‘sababelo’, Eduardo Domínguez.
Ganador de la Copa Suramericana en 2012, Sao Paulo desembarcó en Santa Fe con la idea de no despedirse rápido del certamen y salir airoso, apuntalado por la confianza que le da llegar como líder del Brasileirao, torneo en el que apunta todas sus baterías.
Para este encuentro, Sao Paulo no contará con el delantero Diego Souza, al que el entrenador uruguayo Diego Aguirre le dio descanso por la seguidilla de partidos.
“Incluso sin Souza, el equipo es fuerte. El partido será difícil por jugarse fuera de casa, pero vamos a intentar pasar de fase, vamos a buscar la clasificación”, dijo.
En Montevideo
Por su lado, el uruguayo Defensor Sporting irá por una hazaña cuando reciba en Montevideo al brasileño Fluminense.
Los 'violetas' dirigidos por Eduardo Acevedo perdieron el pasado 3 de agosto en Rio de Janeiro, y la tendrán muy difícil ante el poderoso ‘Flu’ carioca.
La cuesta es empinada: tres tantos sin recibir ninguno deberá cosechar Defensor en su feudo del estadio Luis Franzini si quiere avanzar a octavos de final.
Por el juego exhibido en Rio de Janeiro, Fluminense es en lo previo superior a un Defensor al que le costó pasar la mitad del terreno de juego. Los 'violetas' perdieron pases y concedieron espacios que los brasileños podrían incluso haber aprovechado mejor.
A pesar de la disparidad, el partido se cerró con un 2-0 favorable a los dirigidos por Marcelo Oliveira y concretado en el descuento con un bonito gol olímpico de Junior Sornoza.
De caer, Defensor sería el sexto equipo uruguayo en quedar eliminado de la Suramericana tras la salida en segunda ronda de Peñarol, Boston River, Cerro y Rampla Juniors, así como de Danubio en primera fase.
El Fluminense tampoco la tiene sencilla en Montevideo, donde deberá resistir el previsible embate de Defensor.
El equipo va noveno en el Brasileirao-2018 y viene de perder el lunes, 3-0, ante el Internacional por el torneo local.
En Sao Paulo
Así mismo, un Botafogo urgido de goles recibe en Rio de Janeiro al Nacional de Paraguay, que ganó 2-1 el partido de ida en casa, para definir el pase a octavos de final.
La expectativa es grande para los cariocas que tienen el marcador en contra, y la hinchada está respondiendo en consecuencia: hasta el martes se habían vendido más de 25.000 entradas para el juego que será disputado en el estadio Nilton Santos, en Rio de Janeiro.
El partido, sin duda, será una prueba de fuego para Zé Ricardo, el técnico que debutó con el Botafogo el domingo en el Brasileirao.
El ‘Glorioso’ ha sufrido en este segundo semestre. Desde la renuncia de Alberto Valentim durante la Copa del Mundo, el ‘fogao’ sólo logró una victoria. El mal desempeño, coronado justamente con la derrota ante Nacional en el juego de ida de la Suramericana, le costó el cargo a Marcos Paquetá, sucesor de Valentim.
La situación de Botafogo, en el décimo lugar de la tabla, con 22 puntos, no es crítica. Sin embargo, la inestabilidad comienza a preocupar luego de que el club estrena su cuarto entrenador en lo que va de año. Ahora necesita por lo menos dos goles para vencer y obtener el pase a octavos.
El equipo entrará en campo sin Kieza. El atacante sufrió una lesión en el muslo y no jugó el fin de semana. Por otro lado, hay expectativas sobre el posible retorno del portero paraguayo 'Gatito' Fernández que está fuera de escena desde abril por una lesión en la muñeca.
Con la condición de visitante jugando en contra, Nacional tendrá el desafío de mantener su resultado a favor.
Quien resulte vencedor se medirá en los octavos de final de la Suramericana contra el Bahía, que viene de eliminar al Cerro uruguayo.