Un crecimiento de 6,4% anual presentaron los activos del sistema financiero al cierre de junio de 2020, al alcanzar $2.103,1 billones. Los activos totales aumentaron $12,6 billones frente al mes anterior, como resultado del incremento en $6,9 billones de las inversiones a valor razonable de instrumentos de patrimonio y el crecimiento de $4,1 billones en el disponible en bancos y otras entidades financieras.
De acuerdo con la Superintendencia Financiera, los activos de las entidades vigiladas ascendieron a $1.063,9 billones y los recursos de terceros, incluyendo activos en custodia, a $1.039,3 billones. Los fondos administrados por las sociedades fiduciarias registraron $676,8 billones, de los cuales $189,7 billones correspondieron a custodia.
La relación de activos totales a PIB fue 203,5%. A su vez, las inversiones del sistema financiero continúan diversificándose en el mercado de capitales fueron de $870,5 billones. El incremento anual fue de $56,6 billones, explicado principalmente por el mayor saldo de los instrumentos de patrimonio de emisores extranjeros, títulos de tesorería TES, así como por derivados de negociación.
Señala la Superfinanciera que el portafolio de inversiones de los recursos de terceros administrados representó el 60,5% del total de inversiones del sector financiero. La evolución de los mercados globales mantiene su influencia sobre los resultados del sistema financiero. En junio se observó una mejora en los precios de las materias primas y en renta variable de mercados avanzados y emergentes. En contraste, la renta fija local presentó valorizaciones más acentuadas en los plazos más cortos.
Negocios
Este comportamiento continúa impactando el desempeño de las diferentes industrias. Los fideicomitentes de negocios administrados por las sociedades fiduciarias registraron rendimientos acumulados de -$394,5 mil millones, cifra que contrasta con las ganancias reportadas en mayo, con $89,8 billones.
Asimismo, los financieros de los 196 fondos de inversión colectiva (FIC) administrados por las sociedades fiduciarias, sociedades comisionistas de bolsa de valores (SCBV) y sociedades administradoras de inversión (SAI) presentaron una reducción en el saldo de $1,2 billones, debido principalmente a las pérdidas netas en la valoración de instrumentos de patrimonio.
En el caso de los fondos de pensiones obligatorias, a los 16.749.448 de afiliados se les abonaron en el último año a sus cuentas individuales, rendimientos en los últimos 12 meses por $6,8 billones.
Utilidades
Por el lado de las entidades, y como era de esperarse producto de la coyuntura, durante el primer semestre se observaron reducciones en las utilidades frente a igual periodo de 2019. Al cierre de junio, los establecimientos de crédito (EC), quienes impulsan la oferta del financiación formal, alcanzaron resultados acumulados por $4 billones , cifra inferior en $2,6 billones frente a 2019 y $162.500 millones respecto a mayo de 2020. La industria aseguradora registró $1,2 billones (-13% frente a 2019), las sociedades fiduciarias $331.000 millones (-5,3% frente a 2019) y las sociedades administradoras de fondos de pensiones $179.100 millones (-72,2% frente a 2019).
Durante el periodo, las utilidades de los EC experimentaron presiones a la baja. Los resultados acumulados de $4 billones al cierre de junio se distribuyeron principalmente entre ingresos por intereses (66,6%), servicios financieros y comisiones (12,7%), ingresos por operaciones a plazo (10,2%), valoración de inversiones (7,6%) e ingresos por igual concepto (10,7%).
El mayor gasto en provisiones para el reconocimiento y revelación del riesgo presionó a la baja las utilidades del periodo. Como resultado de la aplicación de las medidas implementadas por las entidades, se estima que al mes de junio los establecimientos de crédito pospusieron el recaudo de $3,7 billones por concepto de intereses, más de un tercio del total de interés de cartera por cobrar. Adicionalmente, el margen por valorización y otros por inversiones -12,7% del margen financiero bruto-, tuvo una reducción del 12,5% real frente a 2019 hasta alcanzar los $5,5 billones.
Según el informe, el canal del crédito continúa fluyendo y se consolida como pieza fundamental de la reactivación. En junio, el saldo total de la cartera bruta ascendió a $529,6 billones, con lo que el indicador de profundización alcanzó el 51,2% del PIB. En términos reales, el saldo de la cartera bruta registró una variación anual de 7,6%.