Una advertencia sobre la situación fiscal del país, hizo la firma calificadora Moody’s, al señalar que “el nuevo gobierno colombiano enfrenta una serie de desafíos estructurales a medida que los objetivos de déficit fiscal se vuelven más difíciles de alcanzar en un período de crecimiento moderado continuo, mientras que un clima político más polarizado dificultará que el Ejecutivo de Duque recorte el gasto”.
En un nuevo informe, Moody's Investors Service examina las perspectivas de la nueva administración para alcanzar los objetivos fiscales 2018-19, apuntando que los obstáculos estructurales para reducir el gasto gubernamental inflexible, aumentar los ingresos no petroleros y diversificar los impulsores del crecimiento siguen siendo desafíos clave de crédito.
Samar Maziad, vicepresidente de la calificadora, sostiene que “los precios más altos del petróleo y un crecimiento más fuerte de lo esperado le permitirán al Gobierno colombiano alcanzar el objetivo de déficit de 3,1% del PIB de este año y hacer posible que el objetivo de 2019 del 2,4% del PIB también se cumpla".
“Sin embargo, si se reducen los impuestos corporativos, probablemente se requerirán medidas compensatorias para cumplir con el objetivo de 2019, ya que la reducción de los impuestos compensará parcialmente las ganancias de los mayores ingresos relacionados con el petróleo", advirtió.
De otra parte, Moody's espera que el sector petrolero se recupere gradualmente de los débiles niveles de 2016-17, respaldado por la recuperación de los precios del crudo. Aunque un aumento en la inversión mejorará las perspectivas para el sector en el corto plazo, no será suficiente para reponer las menguantes reservas de petróleo de Colombia.
Indica también que la elección del presidente Iván Duque, junto con la sólida posición de su partido Centro Democrático en el Congreso, apunta a la continuidad de las políticas. Aun así, la nueva administración enfrenta el gran desafío de aprobar reformas para abordar los problemas fiscales estructurales, en particular los derivados de la estructura de gasto gubernamental relativamente inflexible de Colombia.
Hade poco el ministro de Hacienda y Crédito Público, Alberto Carrasquilla, dijo que, aunque el país se encuentra en un escenario de tranquilidad, la economía colombiana enfrenta grandes dificultades.
Carrasquilla indicó que en términos generales el informe del Banco de la República daba un mensaje de tranquilidad, especialmente en términos de lo que llamó las variables monetarias de la economía.
“Tuvimos un susto inflacionario en Colombia, pero ya está disipado, la inflación, en términos generales, está convergiendo hacia las metas que ha establecido la Junta”, destacó el titular de la cartera de Hacienda.
El Ministro resaltó igualmente, aunque no fue tema del informe del Banco de la República, la solidez del sistema financiero como otro de los aspectos que transmiten tranquilidad, a pesar de que advirtió que está experimentando las consecuencias lógicas de una desaceleración del ritmo de crecimiento.
No obstante insistió, en que a pesar del ambiente general de calma, el país enfrenta grandes dificultades.
Carrasquilla destacó la reducción en las proyecciones de crecimiento de la economía, las cuales pasaron de 4,5% en 2012 a 3,5% en la actualidad. “Estamos en una situación complicada que nos debe invitar a la reflexión”, aseguró el Ministro, quien explicó que el país tiene una economía que crece por debajo de su potencial y grandes dificultades fiscales.
Mayor deuda pública
Adicionalmente, el Ministro advirtió sobre el aumento de la deuda pública, que durante los últimos años “se disparó”, por lo menos, 10 puntos del PIB desde el 2012, cifra que no incluye las vigencias futuras, que pasaron de $20 billones a $90 billones; las obligaciones derivadas del sistema de salud, que según los cálculos más conservadores representarían otros $6 billones; ni los dineros que deberá pagar el país por sentencias judiciales definitivas, los cuales calculó en $5 billones adicionales.
A pesar de una situación que definió como “extremadamente complicada”, el ministro Carrasquilla aseguró que el país todavía tiene “márgenes de maniobra” para resolver sus problemas fiscales. El déficit fiscal para el 2018 es el 3,5% del PIB.