COMO UN mal negocio, inconveniente para el país y como una mala idea, fue catalogada por expertos y exministro la idea del presidente Gustavo Petro, de establecer una posible alianza entre Ecopetrol y Petróleos de Venezuela (Pdvsa), para explotar y hacer exploraciones de gas y petróleo en territorio venezolano y viceversa.
A su vez, el ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, defendió la propuesta y dijo que era un ‘gana, gana’, “pues estamos al lado de un país que tiene las reservas más grandes del mundo y nosotros en todo el propósito que estamos desarrollando de energías renovables, tenemos pues las posibilidades de cooperar y desarrollar un horizonte común”.
Mala idea
El exministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, dijo a EL NUEVO SIGLO, que “un eventual acuerdo con Pdvsa me parece una ‘mala idea’, no porque sacar petróleo y gas en Venezuela sea mala idea ‒eso puede ser muy bueno‒ Venezuela tiene unos campos inmensos, subexplotados en este momento, justamente por la ineptitud del Gobierno, pero allá podemos ir de la mano de Chevron, la compañía norteamericana o ENI, la compañía italiana o Repsol todas compañías que tienen exposición a Venezuela”.
Sostuvo Echeverry “pero asociarse con Pdvsa, que es una compañía que no necesariamente paga las cuentas, que no es confiable, que cualquier día el presidente Nicolás Maduro se pone bravo y dice no le paguen Ecopetrol y no le pagan, cuyos ejecutivos son militares y no personas que sepan de petróleo, pues es una mala idea”.
A su vez, el exministro de Minas y Energía, Juan Camilo Restrepo, opinó que “este es otro más de los muchos anuncios que ha hecho el Gobierno y sigue haciendo sin que lo respalden estudios. Una característica de este Gobierno es lanzar ideas al aire y las cuales no tienen cuantificaciones para uno referirse”.
“A mí lo que realmente me inquieta y, por lo tanto, discrepo de este anuncio, es si el Gobierno habrá estudiado la capacidad financiera de Ecopetrol para lanzarse a hacer negociaciones con Pdvsa en Venezuela. Ecopetrol tiene un flujo de caja para hacer una inversión de US$ 4.000 o US$ 5.000 millones al año para todas las funciones. Pero no sé si esto cabe con esta sociedad, precisamente porque no hay estudios”.
Preguntas sin respuestas
Por su parte, el exministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, comentó a este Diario que “como principio general creo que es válido para cualquier organización incluida Ecopetrol el poder avanzar en procesos de internacionalización. Las preguntas que hay que hacerse en este caso de un eventual proceso de internacionalización con Pdvsa son en tres direcciones: la primera es si es coherente o no, esta decisión sobre la base de que se ha dicho públicamente de que nuestra primera prioridad es la transición energética, luchar contra el cambio climático y hacerlo desde Colombia en una transición energética acelerada. La pregunta es: ¿por qué seguimos ahora entonces destinándole recursos de Colombia a la explotación de petróleo y gas en Venezuela?”.
Señala Restrepo que “ahí por lo menos existe una duda en materia de coherencia en función de eso que se ha pregonado de tiempo atrás, particularmente de no firmar nuevos contratos de exploración de gas y de petróleo. Un segundo punto es en materia de conveniencia. La pregunta es: ¿dado que Ecopetrol tiene menos capacidad de inversión o limitada capacidad de inversión, la prioridad no debería ser destinar esa inversión a exploración de gas y de petróleo en Colombia?”.
Indica que “la tercera inquietud es de racionalidad económica: ¿qué racionalidad tiene una decisión de realizar una alianza estratégica con una compañía que tiene dificultades operativas financieras de endeudamiento, de eficiencia, y también que está sujeta de sanciones por parte de los Estados Unidos en esa que se denomina la lista Clinton? Al estar en la lista Clinton eso generaría un problema gigantesco para nuestro país y particularmente para Ecopetrol que es una empresa listada en Bolsa de los Estados Unidos. No es un tema menor. Yo, personalmente creo que vale la pena una reflexión de fondo sobre esta decisión”.
En Estados Unidos
Por otra parte, ayer se conoció que, desde octubre pasado, el Gobierno de Estados Unidos, a través del Departamento del Tesoro, levantó una serie de sanciones para que los sectores gasífero y petrolero del vecino país, puedan realizar transacciones limitadas, contratos o acuerdos, con cualquier entidad que tenga Pdvsa y su participación accionaria sea del 50%, realizados antes del 26 de julio de 2019.
Solo se autorizan transacciones para las compañías Halliburton, Schlumberger Limited, Baker Hughes Holdings LLC, Weatherford International y sus subsidiarias; esto lo precisa la licencia firmada por la Oficina estadounidense para el Control de Activos en el Extranjero (OFAC por sus siglas en inglés) el pasado 16 de noviembre y que tendrá vigencia por 6 meses, es decir, hasta el 16 de mayo de 2024. Esto como alivio e incentivo por los acuerdos políticos que alcanzó el gobierno de Nicolás Maduro con movimientos opositores. Pero las restricciones, más no sanciones, que se mantienen son las siguientes: no permite préstamos ni acumulación de deuda adicional o subsidio de Pdvsa o sus filiales. Tampoco autoriza su licencia para ninguna transacción o acuerdo que se remita a la exportación o reexportación de diluyentes a territorio venezolano. Los diluyentes son el fluido de hidrocarburos que utilizan para que el petróleo pesado pueda reducir su viscosidad facilitando así el transporte.
La OFAC no autoriza que Pdvsa reciba seguros respecto a las transacciones y actividades que describe en su licencia, así como tampoco diseños, construcción, instalación, reparación o mejoras de cualquiera de sus pozos, infraestructuras o instalaciones dentro de territorio venezolano. No autoriza compra o provisión de cualquier bien o servicio, a menos que sea prioritario por motivos de seguridad.
Código de ética
En otro orden, se debe tener en cuenta el código de ética de Ecopetrol, tiene un apartado que habla sobe este tipo de situaciones: “Ecopetrol debe acatar las sanciones y restricciones económicas que impone la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, que contengan prohibiciones o limitaciones a negocios y transacciones con ciertos países, incluyendo personas y entidades; por tanto, su análisis es indispensable antes de proceder a realizar un acuerdo”, indica el código.
Por otra parte, el presidente de la Junta Directiva de Ecopetrol, Saúl Kattán, aseguró a los medios que por ahora no hay nada concreto y confirmó también que es un tema que el presidente Petro no consultó con la Junta porque es solo una idea y hay mucho que analizar y revisar.
Sin embargo, explicó que desde la compañía sí se ha mirado la posibilidad de comprar gas desde Venezuela, ya que por el Fenómeno del Niño se puede presentar dificultades en materia de desabastecimiento al interior de Colombia. “De todas formas, hoy son solo ideas y lo más importante es poder garantizar la soberanía energética del país”.
Dijo también que entre esos puntos que hay que tener en cuenta para tomar una decisión están, por ejemplo, las sanciones a Pdvsa por parte de Estados Unidos que imposibilitarían una sociedad con Ecopetrol.
Un ‘gana, gana’: ministro de Minas
El ministro de Minas y Energía, Omar Andrés Camacho Morales, defendió la posibilidad de una integración energética entre Colombia y Venezuela a través de la alianza entre Ecopetrol y Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
Frente a esa posibilidad, Camacho explicó en su cuenta de X, las razones por las que esta integración es un “gana a gana” para los dos países.
Debido a nuestra privilegiada posición geográfica estamos en capacidad de ser un hub (nodo logístico) de transporte de energía para el continente. Reforzamos la seguridad energética y creamos miles de trabajos producto de la reindustrialización.
La integración de comercio de energía renovable nos exige recuperar de inmediato la infraestructura eléctrica en las fronteras con Panamá, Ecuador y Venezuela.
Fortalecemos el mercado y la competencia; actualmente, Ecopetrol importa petróleo liviano de California y del Golfo de México para mezclar con el crudo extraído en Colombia, que es pesado, con el propósito de mejorar la calidad de refinación de la gasolina de consumo nacional.
Los negocios y proyectos de Ecopetrol son globales y en una transición a largo plazo como la de Colombia, el objetivo ‒como lo ha planteado Ricardo Roa‒ es fortalecer el negocio convencional de la compañía y a su vez incorporar nuevas tecnologías con nuevos negocios energéticos de la Transición (solar, eólica, hidrógeno, geotermia, etcétera).