En Colombia, las remesas del exterior alcanzaron la suma récord de US$5.565 millones en 2017, lo que es equivalente al 1,8% del PIB, incrementándose un 15,1% anual, lo que al parecer ha afectado el precio del dólar en el mercado nacional.
Con esto, las remesas completaron tres años seguidos al alza, duplicando prácticamente su participación en el PIB y ganando importancia al interior de la cuenta corriente.
Un análisis de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF), indica que principales países de origen de las remesas continuaron siendo: EU US$2.550 millones, equivalente al 45,7% del total y España US$860 millones, 15.4%.
El reporte presentado por el centro de estudios económicos destaca los crecientes influjos provenientes de Chile US$320 millones, 5,7% del total, que crecieron al 43,1% en el último año, producto del incremento en el número de inmigrantes colombianos en ese país.
En contraste, los flujos desde España y Venezuela han venido exhibiendo una menor dinámica, como consecuencia de la prolongada crisis económica en España, lo cual habría forzado la repatriación de hasta 30 mil colombianos por año en lo más difícil de la crisis, y el control de los envíos de divisas desde Venezuela.
Colombianos en el exterior
Según la Cancillería, la población colombiana en el extranjero bordea los 5 millones de personas, pero de esta cifra, apenas unos 500 mil realizarían envíos de forma regular a sus familias ubicadas en: el Valle del Cauca (el 28%), Cundinamarca (16,9%) y Antioquia (16,2%), principalmente.
Cabe anotar que la devaluación peso-dólar de los últimos tres años, cercana al 50%, podría estar frenando la llegada de remesas del extranjero, ya que, con una cantidad menor de divisas, se estaría manteniendo permanente el ingreso para las familias en Colombia. Igualmente al analizar el impacto que pueda estar teniendo la expansión del narcotráfico desde Colombia sobre estos dineros, que aparecen como “remesas” del exterior.
Según ANIF, durante la década de los ochenta, Colombia acumuló un monto inusual de divisas, considerando el limitado grado exportador del país, como consecuencia del auge del narcotráfico.
Ahora, el país afronta un recrudecimiento del narcotráfico, habiéndose triplicado el área sembrada de coca a cerca de unas 200 mil hectáreas durante los últimos tres años.
Así, el Banco de la República debería estar analizando, como lo hacía en el pasado, la incidencia de este posible mecanismo de “blanqueamiento” de dineros ilícitos vía “remesas” del exterior.
Esta problemática no es menor, si se tiene en cuenta que la economía ilegal en el país bordea el 2% del PIB, según estimaciones de la ANIF.
Incluso, ya se ha descrito en ocasiones anteriores cómo el narcotráfico ha llegado a permear el sector turismo, donde el Gobierno debió entregar al Fondo Nacional de Turismo más de 30 hoteles incautados al narcotráfico, a través de los cuales se lavaban dineros de esa actividad ilegal.
No hay tal impacto
Sobre el tema, el gerente del Banco de la República, Juan José Echavarría, manifestó hace varios días que el narcotráfico no es la causa de la caída del dólar.
"Soy muy escéptico de las interpretaciones según las cuales todo tiene que ver con el narcotráfico; como lo he dicho en varias oportunidades, la tasa de cambio en Colombia se mueve muy parecida en América Latina", indicó.
Según manifestó el directivo, los recursos provenientes de este delito representan un 2% del Producto Interno Bruto del país, y por lo tanto, no sería una causa para la fortaleza que ha venido presentando el peso colombiano.
"Un 2% del PIB representa a los dineros ilegales de narcotráfico según estudios y ese porcentaje es plata es importante, pero no mueve la economía colombiana", indicó Echavarría. Según los últimos reportes suministrados por el DANE, el PIB del país en 2017, ascendió a $915 billones.
Según esta perspectiva, el narcotráfico representaría $18 billones, es decir, el 2% de la economía colombiana.