Tipos de interés de referencia llevados a las nubes el viernes por el Banco Central de Argentina (BCRA), con rendimientos del 40%, persuadieron a los mercados a dar una tregua en el ataque especulativo que libran contra el peso.
EL BCRA subió drásticamente a 40% la principal tasa de interés, que el jueves ya había elevado a 33,25%, y la reacción del mercado fue inmediata. La moneda argentina se apreció un 4,58% y cerró la semana en 22,28 pesos por dólar, luego de haberse devaluado 7,64% sólo el jueves.
Argentina vive las jornadas de mayor tensión cambiaria e incertidumbre financiera en más de dos años de gobierno del presidente Mauricio Macri, justo cuando se negocian los ajustes salariales para 2018 y arrecian los reclamos sociales y gremiales en contra de los aumentos de tarifas.
En ese contexto, el gobierno decidió reducir más gastos para abatir el rojo de sus cuentas.
"Bajamos nuestra meta de déficit fiscal de 3,2% a 2,7% para 2018. Lo haremos con más recursos, ahorros y postergación de obras públicas de infraestructura", anunció el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, en una rueda de prensa.
"Argentina no puede seguir viviendo de prestado", resaltó.
La respuesta de la central obrera CGT fue denunciar que "el alza en el dólar impactará en precios cuando a la gente ya no le alcanza el salario para llegar a fin de mes", según dijo uno de los líderes gremiales, Juan Carlos Schmid.
"Más ajuste fiscal es igual a más despidos, más cierres de fábricas", dijo Schmid, al frente de una marcha de los sindicatos hacia el Congreso para rechazar las alzas de tarifas.
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"Mayor percepción de riesgo"
Desde que se inició la turbulencia financiera, a finales de marzo, la autoridad monetaria debió vender casi 8.000 millones de dólares de sus reservas, ahora en 54.000 millones.
La devaluación del peso había acumulado hasta el jueves 10% en el último mes. En su afán por sofocar la corrida, el BCRA primero había elevado la tasa a 30,25% el viernes pasado y luego a 33,25% el jueves.
Dujovne admitió ante la prensa que el alza de tasas para transar dinero "afectará el nivel de actividad (PIB)".
"Pero más recesivo hubiese sido no dar señales en esta situación", sostuvo.
La economía avanzó 4,7% en el primer bimestre, tras haber repuntado 2,8% en 2017. La recuperación es desigual según los sectores, con vigor en automotores, cemento y servicios financieros; pero caída en textiles, electrónicos y otros, según datos oficiales.
El gobierno proyecta un crecimiento económico de 3,5% en el PIB para 2018.
Gabriel Torres, vicepresidente y administrador de crédito senior de la calificadora de riesgo Moody's, estimó que las medidas anunciadas "ayudarán a reducir la volatibilidad" pero consideró que "el reciente debilitamiento del peso refleja una mayor percepción de riesgo para activos argentinos".
"Esto constituye un acontecimiento negativo en términos crediticios para Argentina, que depende de flujos de capital externos para financiar el déficit fiscal y el de cuenta corriente", agregó en un comunicado.
"Bola de nieve"
La autoridad monetaria y Dujovne ratificaron la meta inflación de 15% anual, pese a que después de la escalada del dólar, la encuesta del jueves del BCRA sobre expectativas de los mercados la elevó al menos a 22%, índice aún menor al que calculan consultoras privadas.
"Hay una bola de nieve. El mercado perdió confianza. Es inflacionario mover dólar y tarifas al mismo tiempo. Argentina está muy expuesta a la incertidumbre internacional y al 'ruido' (inquietud) local", dijo al canal TN el economista Federico Furiase, de la privada Universidad Di Tella.
Dujovne dijo que "la meta de inflación no se va a cambiar. Se mantiene en 15% para 2018, 10% para 2019 y 5% para 2020".
"El Gobierno todavía tiene margen porque recibió un país desendeudado pero si no revierte estas políticas irracionales, los problemas financieros y económicos se van a profundizar", dijo al canal C5N el extitular de la Comisión de Valores (reguladora bursátil) Alejandro Vanoli.