Bajas tasas de interés continuarán impulsando la economía | El Nuevo Siglo
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Sábado, 1 de Febrero de 2020
Redacción Economía

La política monetaria se mantuvo estable, en concordancia con lo que sucede en otros países, principalmente en Estados Unidos donde la Reserva Federal no alteró el costo del dinero

 

Gracias a que el Banco de la República ha mantenido las tasas de interés de referencia estables durante más de año y media, la economía colombiana ha podido respirar con tranquilidad, permitiendo que el consumo y la demanda de los colombianos se incrementen y con ello trasladen esos beneficios al Producto Interno Bruto (PIB).

En línea con lo esperado, el Banco de la República mantuvo inalterada la tasa repo. La expectativa de una inflación controlada soportó la decisión.

La Junta del Emisor decidió de manera unánime mantener la tasa de interés en 4,25%. La decisión estuvo en línea con lo esperado por el mercado y corroboró el tono de tranquilidad con el que la autoridad monetaria ha transitado este episodio de estabilidad.

La visión del Emisor sobre la inflación continúa siendo favorable. La decisión de sostener la tasa se apoyó en la expectativa de una convergencia de la inflación al cierre de 2020 incluso por debajo de 3%, principalmente por la corrección en la inflación de alimentos pero también por una moderación en la inflación básica.

Crecimiento

Los pronósticos en materia de crecimiento se mantuvieron inalterados. La entidad estima que para 2019 y 2020 el crecimiento del PIB alcanzaría 3,2% y 3,3%. Esto implica que la actividad productiva seguiría cerrando su brecha frente a su capacidad potencial. Además, en la comunicación de la decisión el gerente Juan José Echavarría, resaltó que el mercado laboral podría estar viendo un incremento en el nivel de desempleo natural, lo que, para efectos de la decisión sobre política monetaria, aliviaría parte de los sesgos por sostener o reducir el nivel del tipo de interés.

Frente al contexto externo, el banco central estima que el déficit en cuenta corriente seguirá presionado en registros superiores al 4% del PIB. Acorde con esta visión, la persistencia de la depreciación de la moneda y su impacto sobre los precios continúa siendo una interrogante relevante. Implicaciones frente a nuestra perspectiva

De acuerdo con los investigadores del Bancolombia, “a diferencia del Emisor, contemplamos un escenario de inflación más retador. Para el primer trimestre de este año, consideramos que se conjugarán algunas presiones transitorias (algunas en alimentos), que llevarán la inflación a superar la referencia de 4%. Este comportamiento podría desencadenar incrementos en las expectativas de los agentes y por lo tanto exacerbar dichos impulsos”.

Presiones

Sostienen los expertos que “además, juzgamos que se acentuarán la presiones en la inflación sin alimentos. El mejor desempeño económico, sustentado principalmente en el consumo de los hogares, y los mayores costos para las empresas (por la depreciación de la moneda y los incrementos salariales), plantean un panorama factible para que el aumento de los precios en los bienes transables y los servicios no transables sea más pronunciado en 2020 frente a lo observado en los últimos años”.

Por otra parte, en el horizonte de política la actividad productiva retomaría un ritmo acorde con su potencial.

“Con el crecimiento previsto y la solidez de la demanda interna esperamos que la economía supere los retos que impone la incertidumbre del sector externo. Así pues, tanto el desempeño del PIB como de los precios sugieren un cambio en la postura de política monetaria del Emisor. Considerando que como punto de partida actualmente contamos con una política monetaria que es expansiva, esperamos que en abril el Emisor decida incrementar la tasa de interés en 25 puntos básicos y la sitúe más cerca de su referencia neutral. Este movimiento, precautelativo, permitirá mitigar parte de las presiones inflacionarias anteriormente descritas”, indican los analistas de la entidad financiera.

Por su parte, el director y economista jefe de BNP Paribas para Colombia, Joel Virgen, explicó que "la situación macroeconómica del país se destacó positivamente ante un entorno internacional caracterizado por un lento avance y plagado de riesgos a la baja en la forma de tendencias proteccionistas".

Según Virgen, la economía colombiana muestra una "resiliencia extraordinaria", respaldada por una "robusta" demanda interna debido esencialmente al alto consumo de los hogares. En esto coincide Juanita Téllez, economista jefe de BBVA Research, en su análisis "Memorias 2019 y tareas 2020", en el que subrayó que "el consumo de los hogares caminó más rápido de lo esperado por una combinación de factores coyunturales".

"Los hogares gastaron sus ingresos adicionales y se endeudaron más, los migrantes que llegaron masivamente dinamizaron el consumo de bienes primarios y servicios y las familias apoyaron a los trabajadores que perdieron su empleo para que pudieran mantener su consumo", detalló Téllez.

Los riesgos

Sin embargo, el Mapa de Riesgo Político Global de la consultora AON alertó en el último año de que Colombia es una nación "con una combinación de desigualdad y falta de compromiso cívico", que la convierten en candidata a manifestaciones sociales.

Pese a ello, los analistas consideran que las recientes protestas en el país tuvieron efectos moderados, y se espera que transitorios, en la economía, pero frenaron las reformas. "El problema es que el actual contexto de descontento social que tiene como contrapartida una baja popularidad gubernamental, sin mayoría en el Congreso, disminuye sensiblemente la probabilidad de realizar reformas estructurales", sostiene Virgen.

Una de esas reformas es la tributaria, aprobada en diciembre pasado y que varios expertos consideran insuficiente, mientras sus críticos la califican de "nefasta" para la clase media. "Es una reformita. Casi todos los sectores consideran que no es la reforma que se necesitaba porque no atiende el problema de fondo, que es la sostenibilidad de la economía", afirma Miguel Ángel Herrera, socio de la consultora Ágora.

La reforma, llamada "Ley de crecimiento económico" y con la que se espera recaudar $13,5 billones  contempla una rebaja de impuestos a las grandes empresas y la devolución del 100% del IVA "a las familias más vulnerables", entre otras medidas.

Según el BNP Paribas, con esa reforma es difícil que el Gobierno alcance la meta de déficit fiscal equivalente al 2,3% del PIB "y predecimos en cambio un 2,5%”.