Banco de la República: 100 años preservando la economía nacional | El Nuevo Siglo
EL BANCO de la República es la máxima autoridad monetaria del país.
Catalina Olaya- El Nuevo Siglo
Domingo, 16 de Julio de 2023
Redacción Economía

EL BANCO de la República, la máxima autoridad monetaria del país, fue creado el 23 de julio de 1923 a través de la Ley 30 que expidió el Congreso para hacer frente a la situación económica compleja que atravesaba el país, consolidando el establecimiento de un verdadero sistema financiero nacional.

Desde su nacimiento la entidad experimentó varios cambios importantes en su labor por fortalecer la economía nacional y preservar el poder adquisitivo, entre los que se incluye una mayor incidencia por parte del Gobierno.

Sin duda en esa época el nombre Edwin Walter Kemmerer era poco conocido en Colombia, sin embargo, fue la piedra angular del Emisor.

En 1923 el país vivía tiempos convulsos en materia económica y se aproximaba una de las más grandes crisis mundiales, que nadie imaginaba en ese entonces.

En ese tiempo, Colombia ya había intentado tener dos entidades que fungieran como banco central, por lo menos en su rol de emisor de una moneda para la nación.

El primero de estos fue el Banco Nacional, que terminó liquidado hacia comienzos del siglo XX, luego de que emitiera billetes para financiar dos guerras, aun cuando no contaba con el respaldo para imprimir dichos dineros.

La idea era que los recursos sirvieran para financiar las batallas de finales del siglo XIX, pero al hacerlo de manera desbordada, los ciudadanos se vieron abocados a una elevada inflación en el país.

El segundo nació después de la Guerra de los Mil Días, particularmente en 1905, cuando se le dio vida al Banco Central, la nueva entidad encargada de la emisión monetaria.

Ahora bien, volviendo a Kemmerer, su nombre se hizo famoso en Colombia, luego de que el presidente de la época, Pedro Nel Ospina, contrató a un grupo de expertos ‒entre estos, el economista en mención‒ para que le pusiera orden a las finanzas públicas y el sistema financiero local.

Así lo confirma el más reciente informe del Banco de la República al Congreso, en el que señala que: “El desorden monetario que vivió el país a principios del siglo XX, asociado con el manejo gubernamental de la emisión, puso en evidencia la necesidad de contar con una entidad que permitiera separar el manejo monetario del manejo fiscal”.

Misión Kemmerer en Colombia

De allí que Colombia puso en marcha las recomendaciones de Kemmerer y los demás expertos, y las plasmó en la Ley 25 de 1923, con la cual oficialmente nació el Banco de la República.

De acuerdo con Adolfo Meisel, excodirector del emisor y actual rector de la Universidad del Norte, con esta se tomó una decisión clave para evitar futuras impresiones desbordadas de dinero.

“Se estableció el patrón oro, con lo cual el Banco de la República emitía unos billetes convertibles a oro, entonces eso era lo que evitaba que pudiera emitir demasiado, lo que daba tranquilidad de que no habría impresión de una forma desordenada o exagerada”, dijo el experto.

En ese orden de ideas, la Misión Kemmerer fue clave para darle rienda suelta, entre otras, a un banco central consolidado en el país, incluso cuando a nivel local hubo diversos contradictores sobre las posibles.

Y se menciona, entre otras, porque también fue la piedra angular para el nacimiento de la Superintendencia Bancaria (hoy Financiera) y de las leyes de los impuestos de timbre y renta, que organizaron las aduanas y el recaudo tributario, respectivamente.

En últimas, como dice el periodista y escritor, Enrique Santos Molano, el trabajo de la Misión Kemmerer “tuvieron una grande y decisiva importancia en el manejo de la economía colombiana a partir de 1923, aun cuando sus propuestas estaban planteadas desde hacía muchos años”.



Primeras reformas

Al margen de lo anterior, el nacimiento del Banco de la República fue el inicio de un banco central para Colombia, aun cuando este fue cambiando poco a poco con el pasar de los años.

De hecho, en 1930 se dio lo que se conoce como Segunda Misión Kemmerer, que cambió la composición de la Junta para incorporar representantes de la Federación de Cafeteros y de las Cámaras de Comercio.

Y, posteriormente, a finales de la década de los cuarenta, “se consideró que el Banco podría implementar un modelo en pro del desarrollo al encauzar crédito hacia sectores que se consideraban estratégicos”, de acuerdo con el reporte del emisor al Congreso.

Con todo lo anterior, el Banco de la República entró en varias décadas de debate sobre si debía ampliar el crédito para el fomento ‒por lo cual incluyó a cafeteros y comerciantes‒ o controlar el dinero.

De hecho, rememora el banco central, “este debate se volvió más claro en la década de los 50, cuando la Junta Directiva estuvo dominada por miembros del sector bancario, quienes eran responsables de la regulación monetaria y, al mismo tiempo, los principales beneficiarios del crédito primario del banco”.

Junta Monetaria

La cosa cambió para 1963, cuando se creó ese mismo año la Junta Monetaria, conformada por el ministro de Hacienda, el jefe de Planeación y el gerente del Banco de la República, así como el director del Instituto Colombiano de Comercio Exterior y los ministros de Fomento y de Agricultura.

Lo anterior permitió darles un giro a las prioridades del banco central hacia las políticas monetaria, cambiaria y crediticia.

Eso sí, para finales de los 80 ‒cuando ya el Gobierno había vuelto a incorporarse como accionista del Banco de la República‒ quedó claro que sus diversas funciones eran difíciles de armonizar.

Por ende, hacía falta una nueva reforma que permitiera enfrentar la alta inflación y los cambios constantes en la tasa de cambio.

Para evitar que se creará una confusión entre las actividades que le correspondían al Banco de la República y las que debían estar a cargo del Gobierno, en 1991 el Banco se convirtió en una entidad de naturaleza única. Es decir, una entidad autónoma e independiente del poder Ejecutivo.

Con la Constitución de 1991 se le otorgó al Emisor funciones específicas relacionadas con la política monetaria, cambiaria y crediticia que desempeña hasta el día de hoy. Además, con la autonomía del banco central también se establecieron los lineamientos para la conformación de su junta directiva. Este organismo está conformado por siete miembros: el Ministro de Hacienda, el Gerente General de la entidad y cinco miembros de dedicación exclusiva, cuya responsabilidad es ejercer las funciones de regulación y control monetario.

Principales aspectos del Emisor

  • Su logo tiene como símbolo a la Mariana de la Libertad, una alegoría de la libertad, tomado de la Revolución Francesa, que representa, según unos, al pueblo, y según otros, a la República.
  • El Banco de la República cuenta con un equipo de investigadores altamente calificado y especializado que apoya a la Junta Directiva en la toma de decisiones de política económica.
  • Como parte de sus funciones, el Banco también contribuye a la generación de conocimiento y a la actividad cultural del país.
  • Su actividad cultural la realiza a través de cuatro líneas: la Red de Bibliotecas, sus Museos del Oro, el Museo de Artes y Otras Colecciones, y la labor musical.
  • Las sucursales del Banco tienen un área cultural, encargada de impulsar a los artistas regionales y acercar las culturas nacional y extranjera a la ciudad.
  • En la década de 1930, el Ministerio de Educación le encarga al Banco la compra de objetos de oro y plata de fabricación indígena para su protección y conservación.
  • El Banco inauguró, en febrero de 1958, la Biblioteca Luis Ángel Arango, con espacios destinados a la lectura, la exposición de obras de arte y una sala de audiciones musicales.
  • En 1939, el Banco adquiere el emblemático poporo Quimbaya que hace parte de la colección del Museo del Oro de Bogotá.
  • Además del Museo del Oro de Bogotá, el Banco de la República dispone de nueve salas permanentes con exhibiciones de las culturas precolombinas que desarrollaron el arte de la orfebrería.
  • Tiene museos regionales en las sucursales de Armenia, Barranquilla, Cali, Cartagena, Ipiales, Manizales, Pasto, Pereira y Santa Marta.