El rumbo de la economía colombiana y su desarrollo ha llamado la atención para los inversionistas extranjeros y sobre todo para los europeos. Muestra de ello es lo que señala Juan Carlos Ureta, presidente del banco español Renta 4, que ya lleva cuatro años trabajando en Colombia con su fiduciaria Renta4Global, pero que quiere expandir sus servicios en el país.
Señala que Colombia es una oportunidad para los mercados europeos.
Renta 4 es especializado en inversión. Ureta llega a Colombia para hablar sobre la importancia de tener una mayor inclusión financiera en el país, lo elemental que es tener una mayor simplicidad en los productos y servicios que incentiven a los ahorradores a convertirse en inversionistas y a explicar cómo el mercado internacional ve a Colombia.
Ureta, quien es licenciado en la especialidad Jurídico-Económica (Abogado Economista), por la Universidad de Deusto (Bilbao), con Premio Extraordinario Fin de Carrera y primer Premio Nacional de Terminación de Estudios Universitarios, está en nuestro país y dio la charla “Perspectivas de la economía y de los mercados financieros en 2020. El reto de generar valor en un mundo en transformación”.
EL NUEVO SIGLO: ¿Por qué invertir en Colombia?
JUAN CARLOS URETA: Colombia es la cuarta economía de Latinoamérica, solo por detrás de Brasil, México y Argentina, y ha sido, en el primer semestre de este año, la segunda economía de mayor crecimiento de la zona, solo superada por Perú. Esa combinación de crecimiento y tamaño, unida a los equilibrios macroeconómicos básicos de los que disfruta la economía colombiana, con un déficit público en el entorno del 2,5% sobre el PIB y una deuda neta del Gobierno General del 39% sobre el Pib, generan mucha confianza y hacen muy atractiva la inversión. El mercado interior, que tiene aun mucho potencial para crecer, con una población de cincuenta millones de habitantes cuya renta per cápita debe aspirar a duplicarse en los próximos años, y la política de diversificación, para hacer a la economía menos dependiente del sector minero, son también elementos muy positivos.
ENS: ¿Colombia es una oportunidad para los mercados europeos?
JCU: Absolutamente sí. Hay numerosos sectores que constituyen una oportunidad para la inversión, como el turismo, por citar solo uno, y sin duda el interés inversor de Europa en la economía colombiana va a ir a más. En este sentido hay que recordar que en el quinquenio 2014-2018 España ha sido el segundo país en inversiones directas en Colombia, siguiendo de cerca a Estados Unidos. Es importante destacar, a la vez, que hay un interés creciente de las empresas y las personas de Colombia por invertir en Europa, lo cual es bueno porque crea una economía más abierta en ambas direcciones. Creo que el papel de España en todo ese proceso de apertura y de inversiones de capital desde Europa y hacia Europa va a ir a más, porque de forma natural España es el país que une a Colombia y a Latinoamérica con Europa.
Los mercados
ENS: ¿Cómo ve a Colombia en el mercado digital e innovador?
JCU: Se está haciendo un esfuerzo muy grande, como lo muestra la iniciativa del presidente Iván Duque de la Economía Naranja, con el objetivo de diversificar la economía colombiana hacia sectores más vinculados con la innovación y la creatividad, reduciendo la excesiva dependencia de las materias primas y del modelo de bajos salarios. Hay una buena infraestructura de telecomunicaciones, que facilita la digitalización de la economía, y se ha puesto el foco en esa dirección, como lo muestra el hecho de que Medellín sea la sede de uno de los cinco Centros para la Cuarta Revolución Industrial del Foro Económico Mundial, siendo los otros cuatro San Francisco, Tokio, Pekin y Bombay. Pero queda mucho por hacer y el esfuerzo debe ser permanente.
La diversificación
ENS: ¿Cuáles son los puntos a mejorar en Colombia para tener una mayor inversión extranjera?
JCU: Hay que seguir impulsando la diversificación de la economía, sin duda, pero la gran asignatura pendiente es crear una gran clase media con un nivel de renta per cápita que sea por lo menos el doble que el actual. La clase media da estabilidad social, económica y política a los países, y garantiza un progreso económico sostenible, y eso da confianza a los inversores internacionales. La educación, la formación, la apertura hacia nuevos sectores, son esenciales para llegar a ese objetivo. Pero además, se necesita inversión de capital, que permita a las personas capaces aplicar su talento a la producción de bienes y servicios útiles. El modelo de bajos salarios como base de la competitividad no tiene futuro en la nueva sociedad digital-global del siglo veintiuno, y, en ese sentido, hay que erradicar o al menos reducir a su mínima expresión la llamada “economía informal”, un objetivo que conecta de lleno con la inclusión financiera. La reforma fiscal es otra pieza importante para generar confianza. No es lógico que las empresas, que son las que generan empleo y riqueza, soporten casi dos tercios de la recaudación fiscal. Esa elevada carga penaliza el emprendimiento y la creación de puestos de trabajo, desincentivando la inversión.
ENS: ¿Cómo ve la actividad inversora en Colombia para 2020?
JCU: El entorno internacional se presenta algo más complicado, con elecciones en Estados Unidos y con temas pendientes en la Unión Europea, como el Brexit o el relevo en el Banco Central Europeo, en el que hay divisiones internas importantes. Habrá que ver como terminan las negociaciones comerciales entre EEUU y China, y como se cierra esa guerra de aranceles que ya ha causado mucho daño al comercio internacional. En ese contexto, que previsiblemente llevará a una mayor volatilidad, va a haber buenas oportunidades para invertir, tanto en Colombia como a nivel global. Colombia cuenta, como he dicho antes, con muy buenos fundamentales, y por tanto si no se cometen errores, 2020 debería ser otro buen año para la economía colombiana, lo que permitirá a los inversores obtener un retorno adecuado de sus activos. Entramos en un año con muchos condicionantes políticos a nivel global, pero nuestra visión es moderadamente optimista para el conjunto del año, dentro siempre de la cautela y de la prudencia.