Entre las medidas que se estudian está agilizar la normalización en la entrada de capitales y en atacar la evasión y elusión

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Reforma tributaria o ley de financiamiento -como ha denominado el Gobierno al proyecto que pretende presentar al Congreso- son aparentemente lo mismo. Tanto una como otra iniciativa tendrán como base el incremento de impuestos y el recaudo para tapar el faltante de $25 billones que hoy presenta el Presupuesto General, según el ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla.

Sin embargo, para el Ejecutivo nacional sí tiene una diferencia. Luego de aprobarse el Presupuesto, se presentaría la ley de financiamiento. Esta estrategia está incluida en el artículo 347 de la Constitución y se activa, cuando durante la discusión del Presupuesto General de la Nación, se concluye que no hay los suficientes recursos para financiarlo. Las leyes de financiamiento han sido una herramienta de discusión legislativa sobre asuntos tributarios y presupuestales. La más reciente fue la reforma de 2014, que entre otras medidas, incluyó la eliminación del impuesto al patrimonio, modificaciones al CREE y la permanencia del cuatro por mil.

Esta medida igualmente permite que el debate tributario sea más expedito, pues se pueden convocar las comisiones económicas conjuntas sin mensaje de urgencia, para hacer un único debate, con lo que la discusión se agiliza. Si la propuesta fuera una ley ordinaria de reforma a los impuestos, no cabría la figura de debate conjunto.

Una vez develado el misterio sobre la ley de financiamiento o reforma tributaria, los colombianos se preguntarán qué elementos se incluirán en esa iniciativa.

Ayer, el Ministro de Hacienda dejó entrever lo que podría ser el paquete fiscal que sería propuesto al Congreso.

El Gobierno les presentó a un grupo de congresistas las que serían las bases de la próxima reforma tributaria. Incluye reducciones de impuestos empresariales y modificaciones al IVA.

Esta traería consigo estrategias para enfrentar y reducir el hueco fiscal. Se trata de una mezcla de medidas tributarias, incentivos empresariales y sociales, así como medidas para impulsar la administración de impuestos.

Las medidas

1. El IVA. Mantener la tarifa del IVA estable en 19% y ampliar la base gravable a todos los demás productos, dejando por fuera los sectores de salud, educación, transporte, servicios públicos, financiero, construcción de obras públicas, construcción de edificaciones excluidas actualmente, alquiler de vivienda y Gobierno. Esta medida generaría en el primer año un recaudo adicional de $15.3 billones.
2. Devolución. Este recaudo sería compensado con una devolución monetaria para los más vulnerables de los estratos uno y dos de la población, lo que tendría un costo en el primer año de $1.4 billones.
3. Bajar IVA. Otra alternativa sería reducir reducir la tarifa del IVA paulatinamente hasta llegar a 16%. En ese caso, el recaudo esperado de todo el paquete fiscal se reduce hasta $10.4 billones.
4. La canasta. El ministro Carrasquilla anticipó que toda la canasta familiar tendría IVA, la cual la conforman unos 300 bienes y servicios. Es decir, que muchos productos de consumo que están exentos (unos 40) serán gravados con la tarifa del 19%. Entre ellos figuran las carnes, pescados, huevo, pollo, verduras, frutas, fríjol, naranja, pan, papa y arroz. También tendrían el impuesto: el transporte, los copagos de salud, citas médicas y los exámenes diagnósticos o radiografías, al igual que las comidas rápidas y hasta el almuerzo que consumen los colombianos fuera de casa todos los días.
5. La renta. La tarifa de renta pasará al 32% para las empresas, pero se establece una tarifa diferencial al 37% en el impuesto de renta para personas naturales con ingresos mensuales superiores a $30 millones. Hoy, 2.6 millones de personas naturales declaran renta, aunque un gran número no paga el impuesto, o este se cruza con los pagos hechos por concepto de la retención en la fuente. Por ello la idea de Carrasquilla es que un mayor número de ciudadanos -en especial los más pudientes- sean sujetos del radar tributario. En ese sentido, la DIAN tendría a su cargo alrededor de cuatro o cinco millones de personas como contribuyentes de renta. Lo polémico es que mientras hoy se declara renta a partir de ingresos mensuales de $3.6 millones (unos $44 millones al año), ese tope se bajaría a $1.9 millones, algo así como $22.8 millones al año. En otras palabras, que quienes ganan más paguen más.
6. Capitales. Habrá una medida de normalización tributaria como incentivo para la repatriación de capitales. Estas normas propuestas tendrían un impacto de $1.5 billones en el primer año (2019), pero hacia 2022 ya representaría $17 billones del recaudo.
7. Ahorro. Habría un programa de reducción y ahorro en el Estado que llegaría a $1.2 billones en 2019.
8. La evasión. Reformar la DIAN para lograr mayor recaudo y atacar la evasión. Se trata de poner en cintura a los morosos de IVA, imporrenta y otros tributos. Se utilizará la facturación electrónica para este objetivo. Actualmente la evasión del IVA alcanza el 40%, lo que significa alrededor de $16 billones al año. Y en imporrenta es del 30%.
9. El 4x100. No parece que se eliminará el 4x100 o el llamado Gravamen a las Transacciones Financieras. Este es de fácil recaudo para el Gobierno, mientras banqueros y empresarios lo consideran un impuesto antitécnico. El año pasado ese tributo le dejó a las arcas $7.3 billones en 2017. Entre enero y julio el recaudo ya suma $4.4 billones.
10. Exenciones. El ministro Carrasquilla tampoco ha mencionado nada sobre el desmonte de exenciones tributarias que le cuestan al fisco $15 billones al año. Se trata de beneficios que se otorgan a ciertos sectores productivos con el objeto de estimular la inversión y el empleo. Pero sí se contempla que se quiten, sobre todo las que tienen que ver con las fundaciones sociales.