Crecen expectativas por menos desempleo durante este año | El Nuevo Siglo
GRACIAS a la reactivación de la economía, el empleo se está recuperando en todo el país./ENS
Foto Diana Rubiano - El Nuevo Siglo
Jueves, 4 de Febrero de 2021
Redacción Economía

Si bien la economía colombiana recibió un duro golpe a comienzos de enero, por las restricciones y toques de queda que muchos municipios y ciudades tomaron para frenar el incremento de contagios por la pandemia, lentamente el país está recobrando el impulso que traía desde noviembre-diciembre pasados.

Esta señal positiva es lo que ha permitido, asimismo, que se generen mejores previsiones acerca de la disminución del desempleo durante este año. Tanto es así que el Banco de la República ya revisó a la baja la proyección de la tasa de desempleo para este año de 15.5% a 14%.



Pese a que en esta proyección el Emisor considera que el desempleo cederá este año, advierte que la cifra aún sigue siendo alta.

Según el gerente técnico de la entidad, Hernando Vargas, la recuperación del empleo ha sido más lenta en el sector formal que en el informal, “aunque revisamos a la baja nuestro pronóstico de la tasa de desempleo este número sigue demostrando excesos de capacidad en el mercado laboral, el segmento asalariado se ha recuperado más lentamente que el no asalariado”.

Señalan los directivos del banco, que “el mercado laboral colombiano continuó recuperándose, aunque registra niveles de empleo muy inferiores a los observados previos a la pandemia. De acuerdo con las cifras desestacionalizadas de la Gran encuesta integrada de hogares (GEIH) del DANE, en noviembre los ocupados en el total nacional y las trece principales ciudades registraron un crecimiento mensual del 0,8% (160.000 empleos) y 1,2% (118.000 empleos), respectivamente”.

Recuperación

Señala el reporte del Emisor, que “en el nivel nacional se han recuperado entre mayo y noviembre el 73,4% de los empleos que se perdieron entre marzo y abril, y el 71,6% para las trece principales ciudades. De todas maneras, los niveles de empleo son aún significativamente inferiores respecto a lo observado antes de la pandemia, con diferencias de 1,6 millones para el total nacional y de 927.000 para las trece ciudades”.

Estas cifras reflejan un mercado laboral todavía deteriorado. De hecho, aunque la paulatina recuperación de la economía ha permitido que la mayoría de los sectores registren incrementos en sus niveles de empleo, aún se evidencia un ritmo de recuperación lento en los sectores de comercio y alojamiento, y en actividades profesionales.

Además, el crecimiento del empleo urbano ha sido más rápido en los segmentos no asalariados e informales. Indica el informe que la recuperación del mercado laboral en los últimos meses muestra un cambio de composición en la ocupación, por el mayor dinamismo del empleo no asalariado e informal.

Asalariados

En el trimestre móvil terminado en noviembre, el empleo asalariado en las veintitrés ciudades creció un 1,4% (75.000 empleos) y el no asalariado un 3,8% (189.000 empleos), comparados con el trimestre terminado en octubre. El mayor crecimiento de este segundo segmento implica que entre mayo y noviembre se ha recuperado cerca del 81% (1,5 millones) de los empleos urbanos perdidos entre marzo y abril, mientras que para la contraparte asalariada esta recuperación es tan solo del 55% (1 millón de empleos).

Otro cambio de composición, aunque menos pronunciado, se evidencia entre el empleo formal e informal urbano, dado que este último ha recuperado cerca del 70% de sus empleos perdidos, frente al 64% en el segmento formal.

Señala el análisis del Banco, que el menor dinamismo del empleo formal también lo confirman indicadores alternos provenientes de registros administrativos, como es el caso de los cotizantes dependientes a pensión reportados en la PILA, los cuales a noviembre aún no muestran señales de repunte.

De otro lado, la información más reciente de los hogares, sigue reflejando una recuperación de la participación laboral, a raíz de la reincorporación de los inactivos a la actividad productiva. No obstante, el aumento de la participación se da a un menor ritmo que el crecimiento de la ocupación, permitiendo así descensos consecutivos en la tasa de desempleo.