El impacto de la emergencia sanitaria y el esfuerzo para atender sus efectos entre los colombianos, hizo que el gasto del Gobierno se incrementara considerablemente durante este año.
Esta situación se vio reflejada en las previsiones que se hicieron en el marco fiscal de mediano plazo, en el que se preveía un déficit de 8,6% para este año.
Sin embargo, análisis privados prevén que esta cifra puede ser menor y que incluso el mismo Gobierno está valorando esta situación para modificar esa meta.
Un análisis de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) señala que incorporando el impacto fiscal del proyecto de Inversión Social del Gobierno, los ingresos estimados por la estrategia de modernización de la DIAN, los mayores ingresos por concepto de las enajenaciones en los próximos años y factores adicionales por el lado de los ingresos y los gastos, “estimamos que el déficit fiscal del Gobierno Nacional Central (GNC) se ubique en menos de 8,6% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2021, para luego disminuir a 7,5% del PIB en 2022”.
Por su parte, explica el informe, la deuda bruta del GNC se ubicaría en 66,9% del PIB en 2021 y 69,4% en 2022, como resultado de la mayor necesidad de gasto para la atención sanitaria y social de la pandemia, y la depreciación del peso colombiano frente al dólar.
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Impactos
Sostiene la Asociación que “esta dinámica en las proyecciones de déficit y deuda refleja la importancia de la reforma tramitada, así como la necesidad de reformas estructurales adicionales que incrementen los ingresos totales de la Nación a partir de 2022 y que hagan más eficiente el gasto público en el país”.
Indica el análisis que la duración de la pandemia más allá de lo previsto ha hecho necesario extender la respuesta de política pública hasta el año 2021, lo cual ha llevado a inflexibilidades en el gasto fiscal y presiones adicionales para contrarrestar los efectos de la emergencia económica y social sobre la actividad productiva y los ingresos de los hogares.
Consistente con esto, en julio el Gobierno radicó ante el Congreso de la República el proyecto de ley de Inversión Social, que fue aprobado por el Congreso y posteriormente sancionado el 14 de septiembre.
“En línea con lo anterior, nuestro escenario fiscal para el mediano plazo presenta ajustes que incorporan los principales puntos del Marco Fiscal de Mediano Plazo de 2021 y el efecto de la ley de Inversión Social sobre los ingresos y los gastos del Gobierno en las próximas vigencias fiscales”, sostiene el gremio financiero.
Explica que espera un repunte de los ingresos totales del GNC en 2021 hasta un 16,2% del PIB, y una disminución de estos hasta un 15,4% del PIB en 2022.
Argumentos
Esta dinámica se encuentra explicada por varios factores. En principio, las proyecciones para los próximos dos años incorporan un repunte de los ingresos tributarios, los cuales se ubicarían en 13,7% del PIB en 2021 y 13,3% del PIB en 2022, respondiendo la reactivación económica esperada que llevaría a un mayor recaudo de impuestos en estos años.
Por otra parte, se contempla un incremento en los ingresos de 0,5% del PIB a partir de 2022 como resultado de la estrategia de modernización de la DIAN que el Gobierno planea adelantar en los próximos años.
Asimismo, los recursos adicionales por la enajenación del 51,4% de participación que la Nación tiene sobre ISA y otras estrategias de optimización de activos que el Gobierno planea ejecutar, llevarían a la Nación a obtener ingresos adicionales por 1,3% del PIB en 2021 y 0,3% del PIB en 2022.
También, se incluye dentro de los ingresos totales el pequeño incremento en el recaudo tributario que se obtendría en 2021 y 2022 por concepto de la ley de Inversión Social aprobada, que corresponden a 0,1% del PIB en 2021 y 0,3% del PIB en 2022.