El déficit comercial de Estados Unidos con China ha sido una de las principales excusas detrás de la decisión unilateral de la administración de Donald Trump de imponer aranceles por 50.000 millones de dólares a los productos chinos.
"Ahora tenemos un déficit comercial de 500.000 millones al año", dijo el presidente estadounidense en un tuit, después de que el representante comercial estadounidense publicara una lista propuesta de productos importados de China que podrían ser sujetos a aranceles adicionales.
"Estados Unidos está perdiendo 500.000 millones de dólares al año, y ha estado perdiendo miles de millones de dólares durante décadas", escribió Trump en otro tuit publicado posteriormente.
Como siempre, sus cálculos están equivocados en todo sentido.
Las cifras pueden mentir
“Trump continúa señalando a China como el villano de la gran tragedia estadounidense, cuando de hecho debe observar con cuidado el espejo", señaló en un artículo Stephen Roach, un miembro del Instituto Jackson de Asuntos Globales de la Universidad de Yale.
"En primer lugar, él sigue insistiendo en que el déficit comercial Estados Unidos-China es de 500.000 millones de dólares, un tercio mayor que la cifra real de 375.000 millones de dólares publicada por el Departamento de Comercio", señaló Roach.
En 2017, el déficit comercial total de productos de Estados Unidos era de 796.200 millones de dólares, de los cuales 375.200 millones de dólares provenían del comercio con China, de acuerdo con datos estadounidenses.
Datos de la Administración General de Aduanas de China muestran que el superávit comercial de productos del país fue de 275.800 millones de dólares, alrededor de 100.000 millones de dólares menos que la cifra de Estados Unidos.
A pesar de la discrepancia, ni las cifras de Estados Unidos ni las de China se acercan al cálculo de Trump.
Datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y de la Organización Mundial de Comercio (OMC) sugieren que al menos 40 por ciento de este desequilibrio bilateral refleja los efectos de la cadena de suministro de componentes y piezas que son producidos afuera de China, pero ensambladas en China, de acuerdo con Roach.
"Eso significa, con base en el valor agregado de lo que realmente se produce en China, la esencia de la supuesta amenaza de China, que el 47 por ciento del déficit estadounidense atribuido a China se reduciría a alrededor de 28 por ciento", dijo Roach.
Métodos de cálculo si importan
Un ejemplo lo constituye el iPhone X. Aunque un número de los dispositivos es exportado desde China hacia Estados Unidos, sólo entre 3 y 6 por ciento del costo de manufactura se origina en China.
"Nuestros productos exportados usan materiales y partes importadas de otros países, así que no todo el valor exportado se añade en China", dijo Bai Ming, investigador de la Academia de Comercio Internacional y Cooperación Económica de China.
Usar el enfoque de valor agregado es más preciso que el enfoque de volumen comercial tradicional para "evaluar los intereses comerciales entre economías", dijo Bai.
Durante mucho tiempo, China permaneció en el extremo más bajo de la cadena de valor global, lo que resultó en limitadas ganancias reales del proceso comercial a pesar de las enormes cifras comerciales.
El año pasado, 61 por ciento del superávit del comercio de productos de China provino del comercio de procesamiento.
Utilizando el método de valor agregado, el superávit de China con Estados Unidos descendería en 44,4 por ciento respecto al método tradicional, de acuerdo con un informe de la Academia de Ciencias Sociales de China.
¿Ganador o perdedor?
Las cifras tradicionales tampoco reflejan los intereses empresariales de subsidiarias o compañías multinacionales.
"El comercio no es sólo exportación e importación, sino que también debe tomar en cuenta las ventas locales de las multinacionales", dijo Zhang Monan, investigador del Centro de Intercambio Económico Internacional de China.
Los datos de aduanas chinas mostraron que alrededor de 59 por ciento del superávit de comercio de productos del país con Estados Unidos provino de la exportación e importación de compañías con inversión extranjera.
El déficit del comercio de productos de Estados Unidos con China no muestra el panorama completo de las relaciones económicas entre China y Estados Unidos, de acuerdo con un informe de investigación del Deutsche Bank.
En China en 2016 había 310 millones de iPhones en uso, pero no se pueden ubicar en el comercio bilateral entre Estados Unidos y China debido a que Apple, como muchas otras compañías estadounidenses, tiene subsidiarias en China.
"Desde una perspectiva de comercio internacional, los iPhones vendidos por subsidiarias chinas de Apple no cuentan como importaciones. Pero desde una perspectiva económica y financiera, el iPhone es un producto estadounidense, y Estados Unidos es el más beneficiado de ello", dice el informe.
En 2015, el comercio y la inversión entre China y Estados Unidos crearon alrededor de 2,6 millones de empleos en Estados Unidos y contribuyeron con 216.000 millones de dólares al crecimiento económico de Estados Unidos, de acuerdo con el Ministerio de Comercio de China.
Sin embargo, la administración de Estados Unidos elevó la semana pasada la presión al amenazar con imponer aranceles adicionales a productos provenientes de China por 100.000 millones de dólares.
Roach describió a las medidas estadounidenses contra China como "proteccionismo frente a la amplitud del déficit comercial".
"En la década de los 30, los aranceles proteccionistas y una guerra comercial global exacerbaron la Gran Depresión y desestabilizaron el orden internacional. Tristemente, una de las lecciones más dolorosas de la historia moderna está en riesgo de ser ignorada", dijo Roach.