La OCDE alertó sobre los riesgos cada vez mayores para el crecimiento económico mundial, entre ellos las amenazas de escalada en la guerra comercial entre Washington y Pekín, la crisis de los emergentes o el creciente endeudamiento fuera del sistema bancario.
La economía mundial podría haber alcanzado "su pico de crecimiento" e iniciado una desaceleración con "riesgos (...) que se intensifican", subrayó la Organización para la Cooperación el Desarrollo Económicos (OCDE) al anunciar sus previsiones interinas.
La OCDE rebajó levemente su pronóstico de crecimiento mundial para este año y para 2019, a 3,7%, un recorte respectivamente de 0,1 punto y de 0,2 puntos en relación a su estimación de junio.
El organismo se muestra particularmente preocupado por la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Los nuevos aranceles que se han impuesto mutuamente "ya tienen repercusiones adversas en la confianza y los proyectos de inversión".
"Un aumento más importante aún de las tensiones comerciales, como con mayores aranceles (...), tendría consecuencias significativas en el comercio y afectaría la producción y los ingresos de los hogares en aquellas economías en donde se imponen medidas restrictivas", asegura.
"Medidas arancelarias adicionales afectarían el empleo y el nivel de vida, en particular en los hogares con bajos ingresos", advierta la organización que pide que "cese el avance hacia el proteccionismo y se refuerce el sistema internacional de regulación del comercio a través del diálogo".
Pero la OCDE mantiene no obstante sin cambios la previsión de crecimiento para Estados Unidos este año (2,9%), y sólo baja de 0,1% la del año próximo (2,7%). Confirma además el pronóstico de la expansión económica de China, en 6,7% para 2018 y 6,4% en 2019.
En la zona euro, la institución espera a un crecimiento menos vigoroso que el que pronosticó en junio, 2% este año (-0,2%) y 1,9% en 2019 (-0,2%).
El crecimiento en Gran Bretaña, afectado por el Brexit podría seguir desacelerándose a 1,3% este año (-0,1%) y 1,2% en 2019 (-0,1%).
Los emergentes, dependientes de China
La OCDE se inquieta por la situación en los países emergentes, en particular aquellos cuyas divisas se derrumbaron en los últimos meses.
La economía argentina debería contraerse 1,9% este año (-3,9 con respecto a la anterior previsión), el crecimiento en Turquía debería ser de 3,2% (-1,9%) y en Sudáfrica 0,9% (-1,0%). Mientras que Brasil pierde casi un punto en relación a junio, a 1,2% (-0,8%).
Esta crisis que afecta a varias de las economías emergentes de mayor peso, no tuvo un efecto de contagio "como a fines de los 1990", ya que son "menos vulnerables que entonces", reconoce la OCDE.
Pero la institución alerta sobre los riesgos "de tensión más profundos y un giro aún más marcado del sentimiento de los inversores", en particular si la guerra comercial provoca una desaceleración de la economía china.
"El agravamiento de las tensiones comerciales podría exacerbar las flaquezas, en especial si China termina afectada, reflejando así la integración creciente en la red comercial mundial de la mayoría de los mercados emergentes durante las últimas dos décadas", explicó la organización.
Diez años después de la bancarrota de Lehman Brothers, la OCDE constata los altos niveles de endeudamiento: "Las reformas reforzaron el sistema bancario, pero los riesgos se desplazaron hacia las instituciones no bancarias que están menos reguladas".
"Los niveles de deuda pública y privada son actualmente más elevados que antes de la crisis", se inquieta la institución, que teme que la implementación más rápida de una política monetaria más restrictiva en Estados Unidos "provoque inestabilidad financiera".