Una mejoría de la economía en el primer trimestre del año prevén analistas y mercados, al pronosticar una disminución de -3,1% del Producto Interno Bruto (PIB).

De acuerdo con los investigadores del Bancolombia, la contracción registrada en enero de -4,63%, “se alinea con nuestra más reciente actualización de proyecciones, ya que para el primer trimestre del presente año esperamos un retroceso anual de la economía de -3,1%. En el cuarto trimestre del 2020, la economía registró una contracción de -3,6% para finalizar el año en -6,8%”.

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Señalan que para febrero y lo corrido de marzo, las bases de comparación jugarían un papel fundamental a la hora de mirar el rendimiento año a año. En efecto, las tasas de crecimiento de febrero de la industria y el comercio del 2020 fueron muy altas, si bien se puede ver una recuperación de ambos sectores, la tasa de crecimiento anual puede no reflejar esa mejora causada por la flexibilidad de las restricciones de movilidad.

Sostienen los expertos que “será relevante analizar las variaciones mes a mes de la serie corregida por efecto calendario. Esperamos, a medida que el plan de vacunación se intensifique, que el retorno gradual a la normalidad cobre mayor vigor y permita que la economía pueda experimentar un crecimiento cercano a nuestra expectativa, de escenario base, de 4,7% para este año”.

Reactivación

“Para febrero, basándonos en nuestro indicador Nowcast Bancolombia, esperamos que la relajación de las medidas de este mes hayan influido de manera positiva sobre la actividad productiva del país. Específicamente, estimamos que entre diciembre de 2020 y febrero de 2021 la contracción de la actividad económica se habría ubicado en el rango entre -2,4% y -3,6%”, señalan los investigadores.

Esta cifra implica que, en una ventana de trimestre móvil, la caída en la actividad económica se sigue corrigiendo, incluso después de incorporar el efecto que tuvieron las restricciones adoptadas a comienzos de año para contener el avance de la segunda ola de covid-19.

Ante esta situación, los analistas indican que “el registro más reciente de nuestro indicador es el más favorable desde el inicio de la pandemia, y es coherente con nuestra expectativa de una recuperación gradual durante el presente año”.

Asimismo, las estimaciones de actividad en periodicidad diaria revelan que la tendencia predominante en febrero fue de recuperación en comparación con lo ocurrido en la parte final de enero.

En efecto, en la última semana de enero la variación anual promedio de la economía fue de -4%. Con el levantamiento del toque de queda los fines de semana y las cuarentenas por UPZ en Bogotá, para la segunda semana de febrero la cifra pasó a -3,4%.

Estimaciones

Por su parte, durante la tercera y cuarta semanas de febrero la estimación fue de -3,2%. Estos resultados confirman el estrecho vínculo entre las estadísticas de movilidad y el desempeño económico.

De hecho, luego de su deterioro en enero, la movilidad repuntó el mes pasado, lo que redundó en el mejor comportamiento de la economía.

Indican en su informe que las variaciones de la actividad agregada en periodicidad mensual y ajustadas por efecto estacional corroboran que la segunda ola de contagios por covid-19 tuvo un impacto económico mucho menor al que se estimó en las primeras semanas del año.

De otro lado, la actividad económica, medida a través del Indicador de seguimiento a la economía -ISE-, exhibió en enero una tasa de contracción anual más profunda que la observada el mes previo, mostrando su primera desaceleración de su senda de recuperación desde agosto del año pasado, como consecuencia del regreso de las restricciones estrictas a la movilidad en las principales ciudades del país por cuenta del rebrote de contagios.

En esta oportunidad, mientras las actividades secundarias mostraron una estabilidad respecto a diciembre, las primarias y terciarias fueron las que registraron un cambio de tendencia marcado por un notable descenso. En concreto, la industria y la construcción pasaron de una contracción de -10,5% en diciembre a -9,8%, por cuenta de una leve recuperación del sector constructor.

Después de un diciembre sobresaliente donde el sector presentó una tasa de crecimiento anual del 8,1% por cuenta del aumento de la demanda de alimentos por las festividades de fin de año, el inicio de 2021 no fue el mejor. El comportamiento tanto del consumo interno como de las exportaciones de banano, plátano y semillas oleaginosas fue negativo y causaron el descenso del agro. En contraste, el arroz, las flores y algunas frutas registraron una conducta favorable. Con respecto al café, la recuperación tanto de los precios internacionales como nacionales llevaron a un aumento tanto de la producción nacional como de las exportaciones en su variación anual. Fue el café pergamino el que más se vio beneficiado, mientras la renovación de cultivos de café no tanto.

A su vez, la ganadería exhibió un leve crecimiento por la alta demanda de leche y los huevos. Por su parte, en este mismo subsector, fueron las proteínas de ganado bovino, porcino y de aves las que retrocedieron ante una fuerte caída en el consumo de carne desde las grandes superficies como las plazas y las famas. En adelante, esperamos el sector retorne su senda de recuperación