Rebajar la tasa de interés de política monetaria en 25 puntos básicos, con lo que ésta quedó en 4,25%, determinó ayer el Banco de la República en su reunión de Junta Directiva.

El gerente del Emisor, Juan José Echavarría, señaló que para adoptar la decisión, que fue unánime por parte de los miembros de la Junta Directiva, se tuvo en cuenta que en marzo la inflación anual y el promedio de las medidas de inflación básica se redujeron nuevamente más de lo previsto, y se situaron en 3,14% y 3,64%, respectivamente.

En esta ocasión, la desaceleración del Índice de Precios al Consumidor (IPC) sin alimentos y de las otras medidas de inflación básica explicó el menor ritmo de aumento de los precios al consumidor.

La reversión de choques transitorios ocurridos en 2017, la apreciación del peso y una oferta de alimentos amplia, explican la caída de la inflación registrada en el trimestre.

Según Echavarría, las expectativas de inflación han descendido. Las de los analistas para diciembre de 2018 y 2019 se sitúan en promedio en 3,37% y 3,16%, respectivamente. Aquellas derivadas de los papeles de deuda pública a 2, 3 y 5 años se ubican entre 3% y 3,3%.

Expresó Echavarría que la demanda externa se sigue recuperando, jalonada por las economías desarrolladas y por las principales economías emergentes.

Los precios del petróleo volvieron a incrementarse y superan los promedios registrados en los últimos dos años.

El aumento de los términos de intercambio y la mayor dinámica esperada de la demanda externa, continuarían favoreciendo la recuperación de los ingresos externos del país.

Crecimiento

A su turno el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, al terminar la Junta Directiva del Emisor sostuvo que el equipo técnico del Banco de la República mantuvo su proyección de crecimiento de 2,7% para 2018 y estima que el PIB en 2019 alcance el 3,7%.

Cárdenas sostuvo que son buenas noticias para la economía y que de continuar por un tiempo más el aumento en los precios del petróleo, el gran favorecido sería el país por el incremento en los ingresos por exportaciones de crudo y por el pago de impuestos de las empresas petroleras.

Al referirse al fenómeno de revaluación del peso, que tiene las alertas encendidas en el sector exportador, dijo que es un fenómeno transitorio, que llegará a su fin cuando los precios del crudo en el mercado internacional se estabilicen y la Reserva Federal de EU determine un alza en las tasas de interés.

Al referirse al crecimiento del PIB para el primer trimestre de 2018, el jefe de las finanzas nacionales dijo que ya se tiene un avance de la cifra oficial que se dará en las próximas semanas y sostuvo que los cálculos iniciales estiman que la economía alcanzó a cierre de marzo una expansión de 2,3% según el equipo técnico del Emisor y de 2,5% según las cifras que maneja el Gobierno.

Es decir, la economía tiene un mejor comportamiento, y eso es volver a tiempos normales.

Al referirse a la inflación, que se encuentra muy cerca de la meta de mediano plazo de 3%, Cárdenas señaló que, persisten riesgos al alza. Uno de ellos es un repunte en el precio de los alimentos que afectaría las expectativas y demoraría la convergencia de la inflación al 3%.

Así mismo, una depreciación de la moneda más fuerte de la esperada que se traspasaría a los precios internos. Nuevamente, la incertidumbre sobre estos factores es elevada.