UN RETROCESO de 0,90% en la inflación para febrero de este año, prevén los mercados con lo que la cifra anual llegaría a 7,54% anual.
Según el informe Radar del Bancolombia, de consumarse este balance, el ritmo de avance de los precios se ubicaría en el registro más bajo desde febrero de 2022 a raíz de la evolución favorable en los bienes y la estabilidad en los alimentos, en tanto que los regulados evidenciarían menores presiones alcistas y en los servicios se mantendría la persistencia.
De acuerdo con el informe, la corrección en los precios de los alimentos permanecería como la principal fuente de moderación en la canasta total, pues el registro del rubro descendería hasta 1,37% anual.
Tal dinámica, que implicaría el dato anual más favorable de este rubro desde agosto de 2018, sucedería en un contexto en el cual el segmento perecedero atraviesa un buen momento a efectos de los menores precios de los insumos, adelantamiento de algunas cosechas, y a que, por ahora, no parece haber efectos adversos muy marcados del fenómeno de El Niño en la productividad agrícola.
Por su parte, aunque con una reducción menos acelerada, los alimentos procesados permitirían también la tendencia a la baja.
Bienes
Entre tanto, la inflación básica (sin alimentos) caería hasta 9,12% anual. Al respecto, los precios de los bienes extenderían su evolución favorable, pues su inflación anual sería de 4,88%. Este desempeño, que implicaría con un dato mensual de 0,63%, implicaría la menor tasa anual desde diciembre de 2021, como resultado de la fuerte debilidad en la demanda bienes que ha conllevado la desaceleración de la economía, tal como quedó de manifiesto en los recientes resultados de crecimiento del PIB, sumado a los favorables niveles en la tasa de cambio recientes y a la disipación de los choques de oferta que afectaron en los años anteriores.
Por el contrario, las presiones alcistas se mantienen en los servicios y, en menor medida, en los regulados. Para el primer caso, la persistencia se manifestaría en una disminución de solo 0,34%, hasta 8,30%, debido al efecto indexación de la inflación de cierre de 2023 y del incremento del salario mínimo que afecta, en especial, a los arriendos, los servicios de comidas a la mesa y las matrículas educativas.
Para el segundo caso, si bien el fin de las alzas discrecionales en el precio de la gasolina propiciaría una mayor corrección, los altos costos en las tarifas de energía ante el impacto del fenómeno de El Niño mantendrían la presión en los regulados donde, aunque el retroceso sería de 0,95% en la anual, la inflación del rubro se mantendría elevada, en 15,46%.
Como un todo, el indicador extendería su senda de convergencia, aunque persisten los riesgos al alza. Si bien esto sería una nueva señal alentadora, la magnitud del impacto de El Niño, la indexación y la falta de claridad respecto al proceso de ajuste del precio del ACPM permanecen como los principales riesgos que obstaculizarían el proceso de desinflación y, por consiguiente, explican nuestra expectativa de que el ciclo de recortes de la tasa de interés de política del Emisor sea cauteloso; lo cual quedó de manifiesto en el reciente informe de política monetaria y en las minutas de la Junta de enero.
De acuerdo con los analistas del Bancolombia, “sobre esta base, anticipamos que en la reunión de marzo el Emisor reduciría en 50 puntos básicos la tasa de interés hasta 12,25%. Esta aceleración del ritmo de recortes estaría sustentada por las correcciones recientes en la inflación anual y la evolución favorable de las expectativas. Ahora bien, los riesgos inflacionarios alcistas explican nuestra visión de que el ciclo de recortes de la tasa Repo continuará regido por la cautela, lo cual quedó de manifiesto en el reciente informe de política monetaria y en las minutas de la Junta de enero”.