A medida que se acerca el final de año, las perspectivas en el crecimiento de la economía aterrizan más, sobre todo al comprobar el enorme impacto que está dejando en todos los sectores la pandemia del Covid-19. Estas son las cinco previsiones.
1.- El Gobierno (-6,0%)
A la cifra de -5,5% que manejó el Gobierno sobre el desplome del crecimiento del Producto Interno Bruto durante seis meses, tras revisar esta semana otros datos la ubicó en -6%. De acuerdo con el viceministro de Hacienda, Juan Alberto Londoño, “la economía claro que caerá este año por encima del 5,5%, esperamos una recuperación bastante sólida en el próximo año y nuestras perspectivas están por encima del 6%”.
Por su parte el viceministro técnico de Hacienda de Colombia, Juan Pablo Zárate, se refirió al panorama fiscal que tiene el país de cara a cierre de año y las expectativas para 2021.
Ante el mayor golpe en indicadores de producción, comercio internacional, desempleo e inflación, Zárate confirmó que el país tendrá que revisar sus supuestos macroeconómicos para 2020.
“Colombia hará ajustes a sus estimaciones de crecimiento ya que en las del marco fiscal hay un grado de error muy grande (…) Un choque como este implica que uno tenga un gasto más grande, pero tampoco uno se debe dejar llevar por los cantos de sirena que le dicen que cualquier déficit se paga solo o que no hay pensar en la sostenibilidad de largo plazo”, dijo Zárate.
Lo que se espera ahora, según mencionó Zárate, es que la línea hacia balances mejores se empiece a ver hacia 2022.
Como medidas de atención para ese escenario más complejo, Zárate confirmó que la inyección de los dólares a la economía (correspondientes a la línea de crédito con el Fondo Monetario Internacional) se hará “con la gradualidad que es buena para el mercado y también para las tasas a las cuales vendemos los dólares desde el punto de vista fiscal”.
Adicionalmente, el funcionario se refirió a las otras herramientas que van a necesitarse en el mediano y largo plazo. Por eso ratificó que las reformas económicas se presentarán cuando acaben los principales problemas causados por la pandemia.
2.- Banco BBVA (-7,5%)
Según el informe de proyecciones económicas del BBVA, la economía va a caer -7,5% este año. “Estimamos que desde el tercer trimestre de 2020 las variaciones intertrimestrales del PIB se ubiquen en terreno positivo, marcando la recuperación progresiva de la economía”, afirmó Juana Téllez, economista jefe de BBVA en Colombia. Lo anterior teniendo en cuenta que este fue el peor año para la economía colombiana desde 1905 y que desde septiembre la recuperación de la actividad ha sido progresiva. Solo hasta septiembre de 2022 se recuperará al índice que había a finales del 2019.
“Va a haber una recuperación gradual, pero todavía vamos a ver datos negativos en tercer y cuarto semestre”, aseguró Téllez. Añadió que hay que proteger el tejido empresarial y que los esfuerzos deben estar dirigidos a disminuir las tasas de pobreza que probablemente aumenten en los próximos años.
En cuanto a la inversión, según Téllez, ésta habría tenido su mayor deterioro en el segundo trimestre del año y desde allí comenzaría su recuperación gradual. A su vez, el comercio exterior se sigue recuperando a nivel mundial y en el caso de Colombia las exportaciones también muestran un repunte. De hecho, los envíos no tradicionales del país se recuperaron rápidamente y ya prácticamente volvieron a sus niveles pre-pandemia.
3.- Bancolombia (-7,5%)
Una caída de -7,5% para este año prevé el Bancolombia. De acuerdo con sus investigadores, “Nuestro escenario base para la economía colombiana muestra que la recuperación que se producirá luego de superar la fase más crítica de la pandemia estará liderada por sectores que tendrán, al final del año próximo, un tamaño mayor al que presentaban antes de la llegada del covid-19. Esto contrastará con actividades que, si bien repuntarán el próximo año, deberán esperar más tiempo antes de volver a los niveles previos”.
Sostienen los investigadores que “Dentro del primer grupo se encuentran la agricultura, los sectores financiero e inmobiliario y los servicios públicos. En particular, el agro tendrá la oportunidad de seguirse dinamizando tanto por el cambio en las preferencias de los consumidores locales, como por una recuperación en los mercados internacionales”.
Entre las actividades que se recuperarán, pero permanecerán por debajo de los niveles vigentes en 2019 están el comercio, la industria, la minería y la construcción. Estas representan casi un 40% del PIB de nuestro país, y dada su afectación este año, su capacidad de recuperación estará limitada. A su vez, esto tendrá impactos sobre la capacidad de reducción del desempleo y de reactivación de la inversión privada
Indican que “el último aspecto de nuestras proyecciones económicas que revela la disparidad en la recuperación que hemos destacado en este informe es el comportamiento esperado de los principales componentes del gasto agregado. Por una parte, durante el presente año el consumo público será el único componente que cerrará en niveles superiores a los vigentes antes del covid-19, y seguirá creciendo el próximo año. Esto refleja el hecho de que una parte sustancial del costo de la crisis ha sido absorbido por el Estado”.
Aseguran, asimismo, que “la inversión ha sido el componente del gasto más afectado, ya que prevemos que llegue en 2020 a tres cuartas partes de su valor precovid. No obstante que recuperará terreno el próximo año, creemos que su ciclo de recuperación será más prolongado, en la medida en la que requerirá la disipación de la incertidumbre y una situación financiera más sólida del sector empresarial”.
4.- Fondo Monetario Internacional (-8,2%)
En su último informe, el Fondo Monetario Internacional dio a conocer sus previsiones para las economías del mundo. Para Colombia, el fondo ahora anticipa una contracción del 8,2% frente al -7,8% que se esperaba en su última revisión para 2020, mientras que para 2021 espera un repunte del 4%.
Para la economía colombiana destaca también una proyección para la inflación del 2,4% para 2020 y de 2,1% para 2021. Sostiene el FMI que “la cuenta corriente para este año caería a -4,0% mientras que el desempleo promedio del año cerraría en 17,3%, con una mejora para el 2021 del 15,8%, niveles muy superiores a lo visto antes de la pandemia”.
De acuerdo al informe Perspectivas de la Economía Mundial (WEO) de octubre, el fondo se muestra más optimista para la región. Para Sudamérica, el PIB ahora se contraería un 8,1%, una previsión mejor a su informe anterior cuando anticipaban un -9,4%. A pesar de mejorar sus proyecciones para la región, el fondo afirmó que las condiciones continúan siendo muy desfavorables y que muchos países de América Latina se encuentran afectados en gran medida por la pandemia, enfrentando recesiones muy profundas.
5.- Standard & Poor’s (-8,0%)
La agencia calificadora Standard & Poor’s S&P Global Ratings reveló la actualización de sus estimaciones de crecimiento económico para las principales economías de América Latina.
Para Colombia, empeoró la visión desde -6% este año hasta -8%, en tanto para 2021 mejoró la expectativa desde 3 % hasta 5,5 %. Sostienen en su informe sobre la región, que “Argentina, Colombia, México y Perú se desempeñaron peor de lo que esperábamos en el trimestre debido a bloqueos relativamente estrictos y prolongados en el caso de Argentina, Colombia y Perú; y al estímulo gubernamental limitado para México”.
La firma indica, además, que más allá del período de recuperación inicial, impulsado en gran medida por la flexibilización de los bloqueos, los países con un apoyo más sólido y duradero a la dinámica de consumo e inversión volverán a los niveles de PIB prepandémicos más rápidamente y tendrán pérdidas permanentes de PIB menores.
“Vemos las pérdidas de ingresos permanentes más bajas de Chile y Perú (alrededor del 5% del PIB). Estas economías han implementado amplios estímulos y tienen algunos espacios para seguir haciéndolo. Brasil y Colombia están en algún punto intermedio, alrededor del 6% y 7%, respectivamente, en pérdidas permanentes del PIB, ya que ambas economías están limitadas por la cantidad de estímulo gubernamental que aún se puede implementar debido a estrictas reglas fiscales que limitan el gasto”.