EN LAS minutas del Banco de la República, la Junta directiva insistió nuevamente que, pese a la decisión de bajar la tasa de referencia, para reducir presión a la economía y bajar más los intereses, hay que hacerles frente a 4 riesgos.
Uno de ellos es el cumplimiento de la regla fiscal para el 2024 por parte del Gobierno, otro es el efecto de un incremento desbordado del salario mínimo, asimismo están los efectos del fenómeno del Niño en los precios de alimentos y los precios de energía y, por último, está la forma como el bolsillo de los contribuyentes asimile los mayores impuestos a ultraprocesados y los precios de los combustibles.
Asimismo, los codirectores advirtieron el aumento en los precios en una economía tan altamente indexada como la colombiana.
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Efecto salario mínimo
Los directores de la Junta Directiva del Banco de la República, coincidieron en hacer un llamado a la cautela en el ajuste del salario mínimo, que evite que su aumento exceda de forma significativa la variación anual del índice de precios al consumidor en 2023. Ello teniendo en cuenta las ganancias en poder adquisitivo que se obtuvieron en 2023 y que se esperan en 2024 como resultado de la caída prevista de la inflación, y sobre todo en una economía altamente indexada como la colombiana.
Señalan que esto podría causar una presión sobre la inflación que, al final del día, termine arrebatando el poder adquisitivo que lograrán los trabajadores con el aumento del salario mínimo que sea establecido. El gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, dijo que el Emisor alertó que un incremento salarial muy alto generaría un efecto inflacionario que obligaría a subir tasas de interés o no seguir en la senda de rebajas.
Esto significa que el Gobierno debe tener en cuenta que, si autoriza un aumento alto, le está quitando fuerza la petición al Banco para que baje más rápido sus tasas de interés.
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Cumplir la regla fiscal
En su decisión de política monetaria, los codirectores advirtieron, además, su preocupación respecto al plan fiscal para los próximos años y al compromiso del Gobierno con la actual regla fiscal.
Al revisar el presupuesto para 2024, el gerente Villar dijo que “la materialización de los supuestos utilizados por el Gobierno para la elaboración del proyecto de presupuesto garantizaría el cumplimiento estricto de la regla fiscal en 2024. No obstante, como lo sugiere el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF), las proyecciones de ingresos y gastos que presenta el Marco Fiscal de Mediano Plazo no están exentas de riesgo, especialmente porque para el año 2024 los ingresos incluyen recursos adicionales por arbitramento de litigios por 0,9% del PIB y rentas provenientes del control de la evasión por 0,8% del PIB, que podrían ser inferiores a los estimativos del Gobierno”.
Precisamente, el CARF señala que para 2024 se aprobó un Presupuesto General que no deja margen de maniobra ante un posible incumplimiento del plan de ingresos o a choques inesperados. ·El gasto primario, sin pagos al FEPC, crecería $ 51 billones entre 2023 y 2024 (17,6%) mientras que los ingresos estructurales crecerían $ 28 billones al descontar los ingresos por arbitramento de litigios”, complementa la posición del Comité.
Al poner el foco en la reciente decisión de la Corte Constitucional sobre la no deducibilidad de las regalías dice el Comité Autónomo que, a pesar de la reducción de los ingresos, el ajuste en el ciclo petrolero y en las transacciones de única vez “evitan que se deba ajustar el gasto en la misma proporción, protegiendo la economía de un sesgo de postura fiscal procíclica”. Esto quiere decir que el gasto estructural que se requiere por los $ 6,8 billones de recaudo que se dejarían de recibir por el fallo de la Corte, sería de $ 1,7 billones.
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Fenómeno del Niño, alimentos y energía
El Fenómeno de ‘El Niño’, de acuerdo con el gerente del Banco de la República, sigue siendo un factor determinante para establecer qué pudiera llegar a pasar con el dato de inflación de Colombia para el año entrante. Según Villar, sigue estando ese evento climático dentro de los escenarios de pronóstico de inflación del próximo año.
Uno de los llamados de atención del emisor es que son inevitables los riesgos del Fenómeno de ‘El Niño’ sobre el dato de inflación en Colombia y que serán estos más fuertes de lo esperado, lo que le agregaría una presión al objetivo de ver una desaceleración del IPC hasta la meta del 3%. “Los riesgos mayores están en el impacto que pueda tener sobre los alimentos y sobre la energía eléctrica”, agregó el gerente del Banco de la República.
El llamado a la calma de parte de Villar es que es evidente que hay un riesgo latente para la energía eléctrica, pero el nivel de los embalses está en una situación favorable para Colombia. En ese sentido, el Fenómeno de ‘El Niño’ en Colombia no implicaría un golpe complejo para el sistema eléctrico nacional toda vez que hay un “colchón importante que permitiría aguantar un fenómeno relativamente fuerte sin tener riesgos, aunque habría algún impacto en las tarifas”, complementó Villar.
Puntualmente sobre el caso de los alimentos, asegura Villar que no se sopesa un impacto muy complejo sobre esos precios, pero es un riesgo que se va a seguir de cerca en el futuro más cercano. “Ese es uno de los elementos que tenemos que estar viendo para ver hasta qué punto facilita o no una política monetaria menos restrictiva. En la medida en que los precios de los alimentos y la energía ayuden a bajar la inflación el año entrante la política monetaria podrá ser más relajada”, agregó Villar.
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Ultraprocesados y más costos
Otra de las preocupaciones para el Emisor, es el impacto de los impuestos a los alimentos ultraprocesados. En las minutas subrayaron los riesgos sobre la remoción del subsidio al diésel; y los impuestos a los alimentos ultra procesados.
El mismo Villar reconoció en la presentación en el foro de Corficolombiana que “hay una parte negativa: las expectativas no están acordes con que bajemos la inflación a finales del año entrante al nivel que desearíamos que está en la meta”.
Para 2024, la inflación recibirá más presiones: los anuncios del Gobierno de ponerse al día con las alzas de los peajes, que no subieron en 2023, pero que en 2024 tendrán dos aumentos –uno en enero y otro a mitad de año–; y la subida en los precios del ACPM tras nivelar los precios de la gasolina.
Debido al incremento en el precio de los combustibles, que en noviembre fue de $ 600 y de la entrada en vigor del impuesto ‘saludable’ dirigido a los productos ultraprocesados y bebidas azucaradas, el resultado de la inflación frenaría su descenso para estar en un rango de 0,49% y 0,69%.
Recomiendan cautela
Los codirectores del Emisor anotaron que la contracción reciente de la actividad económica comenzó a mostrar efectos sobre el desempeño del mercado laboral, tal como se observó en los datos desestacionalizados que mostraron un incremento en la tasa de desempleo en el dominio nacional desde un mínimo de 9,3% en agosto a 9,9% octubre.
En forma paralela, subrayaron que el déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos ha mostrado un ajuste mayor al previsto, lo cual modera la vulnerabilidad macroeconómica del país y contribuye a hacer más viable una reducción de la tasa de interés.
Finalmente, señalaron que las condiciones financieras externas han mejorado recientemente, lo que junto con el menor desbalance externo ha contribuido a reducir la prima de riesgo para el país y a revaluar la tasa de cambio.
Los miembros de la Junta que votaron por mantener inalterada la tasa de interés destacaron la existencia de factores de incertidumbre que sugieren cautela.