Mejoran proyección del PIB para América Latina y el Caribe | El Nuevo Siglo
El crecimiento para América Latina y el Caribe se ubica en 2,5% para 2022 y 2023, una mejora de 0,1 puntos porcentuales.
Foto: AFP
Martes, 19 de Abril de 2022
Redacción Economía

El Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró ligeramente su previsión de crecimiento para América Latina y el Caribe a 2,5% para 2022 y 2023, un incremento de 0,1 puntos porcentuales respecto a las estimaciones para enero de este año (2,4%), pero redujo la proyección para 2023 también a 2,5% desde 2,6%, en medio de una gran incertidumbre debido a la crisis provocada por la guerra en Ucrania.

Para Brasil, la mayor economía regional, el organismo vaticina un crecimiento de 0,8% en 2022 (+0,5 puntos respecto a previsiones de enero) y de 1,4% en 2023 (-0,2 puntos), mientras que México, segunda economía regional, crecería 2% este año (-0,8 puntos) y 2,5% el que viene (-0,2 puntos).

América Latina y el Caribe tiene menos vínculos directos con Europa que otras regiones, pero aun así se verá afectada por la inflación y el endurecimiento de las políticas monetarias, advierte el FMI. Incluso antes de que Rusia invadiera Ucrania, la inflación había aumentado en muchas economías debido al incremento de los precios de las materias primas y los desequilibrios de oferta y demanda inducidos por la pandemia. 

Inflación

Asimismo, de acuerdo con el organismo dirigido por Kristalina Georgieva, la economía mundial aún no se ha recuperado por completo de la pandemia. Reiteró que incluso antes de la guerra, la inflación en muchos países había estado subiendo por desequilibrios entre la oferta y la demanda y el apoyo mediante políticas durante la emergencia sanitaria, lo cual dio lugar a un endurecimiento de la política monetaria. Y, de hecho, los recientes confinamientos en China podrían causar estrangulamientos en las cadenas mundiales de abastecimiento.

En este sentido, la guerra desacelerará el crecimiento económico y estimulará la inflación. En general, los riesgos económicos han aumentado de forma acentuada, y las disyuntivas para las políticas se han tornado aún más complejas.

Con respecto a las proyecciones para el crecimiento mundial que han sido revisadas a la baja 3,6%, tanto para 2022 como para 2023, el organismo asegura que esto obedece al impacto directo de la guerra en Ucrania y a las sanciones impuestas a Rusia, que hacen que se proyecten marcadas contracciones para ambos países. Las perspectivas de crecimiento de este año para la Unión Europea han sido recortadas 1,1 puntos porcentuales, en razón de los efectos indirectos de la guerra, que son el segundo factor que más contribuye a la revisión a la baja.

En este sentido, la guerra se suma a una serie de shocks de la oferta que han golpeado la economía mundial en años recientes. Como una ola sísmica, sus efectos se propagarán a lo largo y ancho del mundo, por vía de los mercados de materias primas y los vínculos comerciales y financieros.

Cabe resaltar que Rusia es un importante proveedor de petróleo, gas y metales, y junto con Ucrania, de trigo y maíz. La reducción del suministro de estos productos básicos ha hecho que sus precios se disparen. Los importadores de materias primas en Europa, el Cáucaso y Asia central, Oriente Medio, Norte de África y la región de África subsahariana son los más afectados. Pero el alza de precios de los alimentos y los combustibles perjudicará a los hogares de menores ingresos de todas las regiones del mundo, incluidas las Américas y el resto de Asia.