La entrada de remesas, la disponibilidad de más liquidez de los estratos altos, la fuerte demanda del crédito y el gasto de los venezolanos motivó el incremento en el gasto de los hogares en el tercer trimestre del año
___________
Los resultados del tercer trimestre del Producto Interno Bruto con 3,3% fueron empujados principalmente por el consumo privado. De acuerdo con los analistas de Bancolombia, como pocas veces en la historia moderna del país, el consumo privado es hoy por hoy el principal protagonista de la economía colombiana.
Los resultados de las cuentas nacionales corroboraron la expectativa de recuperación de la actividad productiva, el más alto de los últimos cuatro años. Al analizar los componentes del gasto, llama la atención que prácticamente toda la contribución al crecimiento provino del consumo. No obstante, esto no deja de ser paradójico, ya que la confianza de los consumidores permanece en terreno negativo y la desocupación ha mantenido una tendencia al alza.
Lea también: Por alimentos, inflación puede cerrar año cerca al 4%
Por esto resulta de particular importancia establecer las razones que explican el sólido avance del consumo de los hogares. Uno de estos factores es el incremento en el ingreso de remesas al país. El incremento del giro de remesas por parte de los trabajadores colombianos en el exterior se ha disparado este año con un aumento de 13,6% entre enero y septiembre de este año, llegado a US$4.993 millones.
De acuerdo con el último reporte del Banco de la República, en los últimos 24 meses el ingreso de remesas al país en dólares ha tenido un crecimiento anual promedio superior a la media histórica de 9,2%. No obstante, la tendencia positiva se hace aún más evidente al calcular el valor de este flujo en pesos colombianos: el crecimiento del último par de años ha sido de 18,5% en promedio.
En lo corrido del año hasta septiembre, el ingreso ha sido superior incluso al valor vendido al exterior de carbón (US$4.495 millones), el segundo bien de mayor importancia en nuestra canasta exportadora.
El dinamismo
Sin duda la cartera de consumo está creciendo actualmente a una tasa real del 10,2%, lo que pone de relieve que la aceleración vigente desde el inicio de 2018 se ha consolidado. Una cifra similar no se observaba desde hace cinco años, lo que a su vez es el reflejo de varios factores:
Uno de ellos es que gracias a la estabilidad de la postura de política monetaria, los nuevos créditos se están desembolsando a las tasas más bajas de la última década.
La migración
Otro elemento que se debe apreciar es el efecto de la migración venezolana, sostienen los expertos de la entidad financiera. La llegada de un mayor número de personas del vecino país ha estimulado el consumo por dos vías. La primera es que la atención en salud a esta población a cargo del Estado ha implicado el incremento en pago de subsidios, que son contabilizados por el DANE en las cuentas nacionales dentro del gasto de los hogares.
La segunda es que la mayor parte de los ingresos que perciben los venezolanos que están participando en el mercado laboral es destinada al consumo, en particular de bienes no durables. Esto último se debe tanto a las necesidades de subsistencia de muchas de estas familias, como también a que el ingreso medio de esta población es bajo y menor al umbral en el que es factible algún nivel de ahorro.
Otro elemento que motiva el consumo privado es el menor gasto en compra de vivienda de los hogares de ingresos altos.
“Nuestras estimaciones sugieren que para un hogar de estrato cinco o seis la diferencia que existe actualmente entre el pago mensual de la cuota de crédito hipotecario y el de un arrendamiento para un inmueble estándar es muy amplia (aproximadamente $2 millones al mes). Creemos que este menor pago, que se ha originado porque los precios de la vivienda han presentado una corrección muy limitada al tiempo que las rentas se han disminuido, se ha destinado mayoritariamente al consumo corriente”, sostienen los investigadores.
Señalan que “en adelante, creemos que estos fundamentales se mantendrán vigentes, pero deberían perder fuerza paulatinamente”.
De otro lado la visión general de los analistas en torno al mercado laboral de Estados Unidos, el país de donde se origina la mayor parte de las remesas para el país, implican que este tipo de transferencias a los hogares empezarían a ceder en su ritmo de crecimiento desde el próximo año. “Además, la reciente tendencia de desinflación relativa en los precios de la vivienda nueva facilitaría un mejoramiento este mercado, mientras nuestra expectativa de comportamiento de la cartera apunta a una estabilidad de su dinámica reciente, pero con una recomposición en el aporte de los segmentos, donde el de consumo cedería parte de crecimiento a la cartera comercial. Así las cosas, esperamos que en 2020 la brecha entre el crecimiento del consumo y el PIB empiece a reducirse, de modo que la participación del gasto de los hogares sobre el total y su contribución al crecimiento se estabilizará de forma paulatina”, sostienen los analistas.
Gasto de hogares
Asimismo, el consumo de los hogares evidenció la expansión más alta desde 2015. El gasto en consumo final creció a un ritmo de 4,7% anual durante el tercer trimestre. Como ha sido la constante de los últimos reportes, durante este trimestre el sector privado continuó siendo el principal motor de crecimiento de la economía, mientras que el gasto público alcanzó su expansión más alta durante el año.
La aceleración en el consumo privado fue la de mayor peso en la balanza. Este rubro pasó de crecer 3,3% en tercer trimestre del 2018 al 4,9% en su lectura del mismo periodo de este año y su variación generó 3,45 puntos porcentuales del crecimiento total del PIB.
En esta ocasión, la compra de bienes durables y semidurables registraron los mayores crecimientos. En particular, la expansión de muebles y artículos para el hogar validaron este comportamiento. En línea con esto, los servicios mostraron una aceleración de 0,8 puntos frente al segundo trimestre del 2019 y de casi 2 puntos porcentuales frente al tercer trimestre del 2018. Vale la pena agregar que estas cifras contrastan con el desempeño del mercado laboral, tal que su financiación habría estado ligada a la fuerte expansión del valor en pesos del ingreso por remesas para los hogares de ingresos medios y una reorientación del presupuesto de compra de vivienda al gasto de consumo en los de mayores ingresos.
Otro aspecto es que el gasto del gobierno se recuperó frente al trimestre anterior, pero continuó siendo notablemente inferior al del año pasado. En concreto, el consumo público presentó un crecimiento de 3,5% anual durante el tercer cuarto del año, lo que representa un impulso de 1,6 puntos frente al segundo trimestre del 2019 pero una desaceleración de casi 2,6 puntos frente al mismo periodo del año pasado. La aplicación del incremento salarial a los funcionarios públicos y el gasto proveniente de las elecciones regionales habrían fundamentado esta dinámica.