Senador Name advirtió que esa será la principal consecuencia de que Colombia se quede sin reservas del combustible
EL NUEVO SIGLO: ¿Cuál es la denuncia que usted hace con respecto a las reservas de gas?
JOSÉ DAVID NAME: La Ministra de Minas y Energía ha comunicado que Colombia tiene en este momento muy pocas reservas de gas. Podríamos entrar o pasar de la autosostenibilidad a la importación de gas en los próximos meses, con lo cual se encarecería el precio de estos productos.
El Plan Indicativo de Abastecimiento (PIA) establecido por el Gobierno para garantizar el suministro de GLP en el país propone que además de acudir a las importaciones para atender la demanda, se debe realizar la construcción de una planta de regasificación del Pacífico en Buenaventura y el montaje de un puerto importador en Cartagena, dos infraestructuras de gran almacenamiento, proyectos que evidentemente debieron ejecutarse desde hace mucho tiempo en el país para evitar que llegáramos a este escenario de escasez. Estas dos obras serán pagadas por los usuarios y se va a ver inmediatamente un aumento en el precio del gas, y los grandes afectados serán las familias colombianas en general, y especialmente los estratos uno y dos.
ENS: ¿Qué tiene a Colombia en este punto?
JDN: Los años de retrasos que tenemos en la implementación de nuevos proyectos de exploración y producción de hidrocarburos, la dilación en la puesta en marcha del fracking para la extracción de gas y petróleo del subsuelo, el aplazamiento y la cancelación de proyectos que ya deberían estar en funcionamiento aportando producciones, nos están pasando factura, exponiéndonos a la perdida de nuestra autosuficiencia energética.
Tampoco nos ha favorecido que el 85% de la oferta nacional esté en manos de una sola empresa, Ecopetrol, a la que se le ha otorgado una posición dominante, que hoy nos tiene en evidente desventaja y a puertas de la escasez por su decisión de sacar del mercado, el próximo mes de septiembre, la producción de su planta de Cusiana para darle un uso más rentable al GLP.
El Ministerio de Minas y la CREG se han quedado cortos al no ejecutar una revisión de la regulación del mercado de GLP acorde al marco legal nacional con el propósito de evitar una crisis como la que ya se ha advertido.
ENS: ¿Cuál es el llamado que usted le hace al Gobierno nacional?
JDN: Yo le pido al Gobierno que rápidamente realice unas políticas de exploración. Colombia tiene gas, pero como no se ha llegado a un acuerdo ni hay planificación, no solo de este Gobierno sino de los anteriores, no se han descubierto nuevos yacimientos de gas en el país.
Si el Gobierno tiene la verdadera voluntad de trabajar para que Colombia tenga una matriz energética más limpia y sostenible, es indispensable que se enfoque en mantener la competitividad del país fortaleciendo las inversiones en exploración y producción de hidrocarburos. Es preocupante el impacto que generaría en la economía de las familias colombianas el costo de importar gas licuado del petróleo y asumir la construcción de estos nuevos proyectos.
ENS: ¿Cuál es la afectación de esta decisión?
JDN: Es muy alta por cuestión de costos. Además Colombia ha tenido un gran adelanto y ha masificado el uso del gas domiciliario, pero no hay gas para atender la demanda actual y mucho menos pudiera haber gas al futuro para ampliar la demanda que existe en las casas de los colombianos.
Una de las consecuencias graves que va a tener el país con el aumento de los precios del gas es que muchas familias de bajos recursos van a volver a usar leña para cocinar y esto trae enfermedades respiratorias y otras. Esto porque no va a estar a su alcance pagar un recibo de gas elevado. Cualquier política de masificación de gas domiciliario en Colombia se va a ver mermada por la importación y el alza del precio del gas en el país.