Rebaja de intereses se siente en créditos | El Nuevo Siglo
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Domingo, 29 de Abril de 2018
Redacción Economía

Las autoridades monetarias del país revelaron que las reducciones en las tasas de interés realizadas por el Banco de la República desde noviembre de 2016 hasta la fecha ya se han trasladado, aunque de manera lenta a los créditos que manejan los colombianos.

Así lo dio a conocer el gerente del Emisor Juan José Echavarría al advertir que se ha registrado una baja efectiva en la transmisión de la reducción de las tasas de política monetaria que maneja el Emisor.

Echavarría explicó que en crédito de consumo la reducción ha sido del 40%, mientras que para las tarjetas de crédito ha sido del 67% y en crédito hipotecario los alivios han llegado al 60%.

Reconoció el gerente del Emisor que en enero y febrero de este año las tasas de interés para los créditos de consumo subieron, tendencia que se corrigió en marzo, tomando su senda descendente.

Señaló que entre noviembre de 2016 y marzo de 2018 la tasa de consumo bajó 131 puntos, la de libranzas 29 y las de créditos sin libranza 171, lo que muestra una recomposición.

Señaló que el crédito de consumo está creciendo, la que no sufre alteración es la cartera comercial donde sí se ha transmitido totalmente la baja en las tasas.

A su turno el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, señaló que uno de los hechos importantes para el crédito de consumo en el país es el comportamiento de la tasa de desempleo, y el dato más reciente entregado el viernes por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, DANE, muestra que la tasa de desocupación al cierre de marzo bajó hasta 9,4%. Hace un año se ubicaba en 9,7%.

Lo anterior quiere decir que se generaron 130 mil puestos de trabajo en el país y esto ayuda a que haya más consumo, y para los bancos el determinante más importante para este tipo de créditos es que haya más personas trabajando.

Destacó que la economía está en un proceso de recuperación, las cifras muestran avances, el crecimiento del año será de 2,7% y un cálculo preliminar del equipo técnico del Banco de la República señala que el PIB pudo haber crecido en el primer trimestre del año en 2,3%, aunque las cifras del Gobierno son más optimistas y lo ubican en el 2,5%, muy por encima de lo que fue el último trimestre de 2017.

 

Optimismo

Según la Junta Directiva del Banco de la República, los principales indicadores líderes sugieren que la actividad ha seguido registrando un ritmo lento recientemente, aunque por encima del mostrado en 2017.

Es importante destacar que el Banco Central tiene una proyección preliminar de crecimiento del PIB de 2019 de 3,7%. Echavarría mencionó que su proyección es 3,3%-3,5%.

Según un reporte de Credicorp Capital en cualquier caso, se debe recordar que en informes anteriores se ha mostrado que los precios actuales del petróleo pueden implicar un crecimiento adicional de hasta 2 puntos porcentuales en un período de dos años.

Por lo tanto, en el mejor de los casos, la economía colombiana podría crecer efectivamente cerca del 3,8% en 2019.

 

¿Fin de política expansionista?

En los meses recientes se configuraron tres elementos que permitieron profundizar la política monetaria expansionista: una reducción de la inflación a un registro de 3,14% en marzo; una disminución de las expectativas que tienen los agentes para la inflación de cierre de año; y la dinámica de reactivación de la economía, la cual aún crece por debajo de su ritmo potencial.

Según el Departamento de Investigaciones Económicas de Bancolombia, la expectativa apunta a que con esta reducción se culminará el ciclo de recortes en la tasa de intervención del Banco de la República.

El análisis indica que el nivel de tasa de política monetaria de 4,25% concilia en buena medida la disyuntiva a la que se enfrenta el Banco de la República entre consolidar la inflación en la meta y dinamizar el crecimiento del ingreso nacional.

En el primer caso, se tuvo en cuenta que, pese a que en los meses siguientes se seguirán observando niveles de inflación bajos, en la segunda mitad del año la inflación podría acelerarse por cuenta del precio de los alimentos.

En este sentido, un recorte adicional en la tasa de intervención podría incrementar los riesgos en la convergencia de la inflación en adelante.

Respecto a la actividad productiva, las reducciones previas en las tasas de interés y unas mejores perspectivas desde el frente externo contribuirían a generar una mayor dinámica, la cual esperamos se consolide en 2019.

En 2019 el Bancolombia espera que la economía se expanda a una tasa de 3,2%. Así, teniendo en cuenta el horizonte en el que se observan los efectos de la política monetaria sobre la actividad real, recortes adicionales podrían desalinearse con el ciclo de la actividad productiva.

No obstante, la unanimidad en la votación del viernes genera incertidumbre al respecto.

De esta forma, es de esperar que al finalizar el año la tasa de interés del Emisor culmine en su nivel actual de 4,25%, y que en el primer trimestre de 2019 comience a acomodarse hacia terreno neutral.

 

Inflación

La desaceleración de la inflación se ha reflejado en una reducción de las expectativas. En concreto, la expectativa de inflación para el final de 2018 ha descendido desde 3,47% a 3,27% entre enero y marzo del presente año.

Por cuenta de esta disminución, la tasa de interés real, cuyo nivel es importante para la toma de decisiones por parte de los agentes de la economía, ha registrado incrementos en el último trimestre, acercándose cada vez hacia terreno neutral.

En consecuencia, la reducción en la tasa de interés permite que en adelante la postura de política monetaria se mantenga en terreno expansivo.

En conjunto, la reducción en la inflación y las expectativas de precios de los agentes han abonado el terreno para que el Emisor pueda dar un mayor estímulo a la actividad productiva.

En la coyuntura de política monetaria actual, el Emisor tuvo que restringir los descensos en la tasa repo como consecuencia de la incertidumbre sobre la convergencia de la inflación a la meta de 3% y la baja corrección de las expectativas de inflación para final de año.

Sin embargo, los últimos registros y las perspectivas sobre la evolución de los precios dieron el espacio necesario para que la Junta pudiera profundizar el impacto de la política contra cíclica sobre la actividad productiva.