El incremento del giro de remesas por parte de los trabajadores colombianos en el exterior se ha disparado este año con un aumento de 13,6% entre enero y septiembre de este año, llegado a US$4.993 millones.
De acuerdo con el último reporte del Banco de la República, en los últimos 24 meses el ingreso de remesas al país en dólares ha tenido un crecimiento anual promedio superior a la media histórica de 9,2%. No obstante, la tendencia positiva se hace aún más evidente al calcular el valor de este flujo en pesos colombianos: el crecimiento del último par de años ha sido de 18,5% en promedio.
En lo corrido de 2019 hasta septiembre, el ingreso ha sido superior incluso al valor vendido al exterior de carbón (US$4.495 millones), el segundo bien de mayor importancia en nuestra canasta exportadora.
El dinamismo
La visión general de los analistas en torno al mercado laboral de Estados Unidos, el país de donde se origina la mayor parte de las remesas hacia Colombia, implica que este tipo de transferencias a los hogares empezaría a ceder en su ritmo de crecimiento desde el próximo año.
De acuerdo con las estadísticas del Banco de la República, el año pasado los giros percibidos del exterior ascendieron a 6.325 millones de dólares. Y por cuenta del ritmo observado hasta agosto, es muy probable que la cuenta llegue a US$7.000 millones este año, un nuevo máximo histórico.
Los recursos que envían los colombianos a su país equivalen al 17% de las exportaciones y supera las ventas al exterior de oro, café, flores, banano, aceite de palma, azúcar y productos químicos, en su conjunto.
Tan solo el petróleo aporta más, pues todo apunta a que el carbón les cederá el segundo lugar a las remesas, que crecen al 13,6% hasta septiembre. Dado el abultado déficit de la balanza comercial, lo que arriba en transferencias es fundamental para financiar en buena parte ese desequilibrio.
Comportamiento
Buena parte del dinero que proviene del exterior está jalonando el buen comportamiento del consumo de centenares de miles de hogares, a pesar que el desempleo muestra tendencia a subir. El motivo es que la devaluación del peso le ayuda al poder adquisitivo de las familias que reciben dólares.
Si se toma la tasa de cambio promedio como base de cálculo, entre enero y agosto la cuenta de lo ingresado ascendería a $14,3 billones, una cantidad que supera con creces el valor de la cosecha cafetera. Recibir los mismos dólares de hace un año implica contar con 15% más de dinero en el bolsillo.
Un trabajo elaborado por varios técnicos del Banco de la República, encabezados por Aaron Levi Garavito, y publicado a comienzos de este año, muestra que el crecimiento de las remesas es consecuencia directa de los flujos migratorios ocurridos en diversas épocas de la vida del país.
Las remesas que ingresan al país vienen en franco crecimiento. De US$4.401 millones en 2013, pasaron a US$6.325 millones en 2018 y este año crecen significativamente.
Las remesas representaron el año pasado 12,3% del total de las importaciones de Colombia, es decir, 2,8 veces las exportaciones de café y 12,2 veces las de azúcar. El Valle del Cauca fue el principal departamento receptor de remesas del país en 2018, alcanzando US$1.667 millones, superior a los US$1.155 millones de Bogotá y Cundinamarca y los US$1.080 millones de Antioquia. Cálculos de la Cámara de Comercio del Valle indican que las remesas enviadas en 2018 representaron 1,9% del PIB nacional y, en el caso del Valle del Cauca, alcanzaron 5,2% del PIB departamental.